LIBROS

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miércoles, 2 de enero de 2019

Mis diez mejores lecturas de 2018





     Finalizado el 2018,  como hago cada año, os dejo la lista de mis diez mejores lecturas de 2018 y os deseo a todos un muy feliz 2019.

10. Se llamaba Manuel. Víctor Fernández Correas. Ediciones Versátil. 2018. El Madrid y su ambiente, sus gentes y sus vestuarios, sus luces y sus sombras cobran vida ante nuestros ojos de la mano de este autor extremeño que sigue progresando con cada novela que publica a la vez que se nos muestra muy versátil. La novela entretiene, enseña e ilustra sobre nuestro pasado. Un pasado que vuelve, una y otra vez. Contra el que debemos luchar. Aunque sea derrochando coraje y corazón...

9. Leones de Aníbal. Javier Pellicer. Edhasa. 2018. A través de los sentimientos, sufrimientos, anhelos y promesas de sus protagonistas, la novela nos mete de lleno en la acción. Todos ellos han de soportar el tremendo peso de sus mochilas. Unas mochilas compuestas no solo de sus equipajes sino de hechos de vida que algunos de ellos apenas pueden arrastrar por el fango y las altas montañas. Así pues, deberán imponerse a sus propios fantasmas y a una naturaleza que se nos muestra tal y como es: casi inaccesible. 

8. El círculo del alba. Luisa Ferro. Planeta. 2016. La sociedad madrileña de principios del siglo pasado aparece magistralmente dibujada en las páginas de la novela: desde la opulencia más burguesa hasta la pobreza más absoluta; desde el mundo de las apariencias hasta la realidad más cruel; desde los clubes de alterne y perversión hasta los privados solo para ricachones; desde las sesiones espiritistas hasta los revolucionarios y todavía no muy divulgados estudios de Sigmund Freud. Todo tiene cabida en ella: aventura, fantasía, romanticismo, pasiones, asesinatos, investigaciones policiales, medicina o botánica.

7. Reina roja. Juan Gómez-Jurado. Ediciones B. 2018. El autor repite la fórmula que tantos éxitos le reporta: intriga a raudales, peleas, persecuciones y explosiones, hondas reflexiones psicológicas y vitales, grandes dosis de humor y una narración de alto ritmo que no deja descansar al lector. Un lector que no puede evitar la tentación de pasar página y continuar leyendo para tratar de esclarecer los casos presentados. Algo que, por cierto, no logra. Porque solo un autor como este --y unos muy pocos más-- es capaz de crear estas tramas, tejidas con la precisión de las más audaces de las arañas.  

6. La insoportable levedad del ser. Milan Kundera. Tusquets Editores. 1985. Novela de difícil encaje categórico. Algunos la consideran filosófico-psicológica por sus posturas cercanas al existencialismo y la aparición de lo freudiano y de otras corrientes filosóficas. Para otros, es una novela político-social porque describe la vida en la capital checa antes, después y durante la campaña soviética de 1968, en plena Guerra Fría. Por ello, no faltan quienes le otorgan un fuerte componente histórico, aunque cueste catalogarla como novela histórica. Para otros, es una obra sexual, afectiva y de pareja. Y todos aciertan.

5. Asesinato en el Orient Express. Ágatha Christie. RBA Libros. 2013. Clásico universal de la novela negra, está escrita a la antigua usanza, siguiendo el típico esquema de introducción, nudo y desenlace. La primera parte describe la situación de partida, presenta a los personajes, física y psicológicamente, y narra el asesinato de Samuel Edward Ratchett. La segunda nos muestra las averiguaciones del famoso detective Hércules Poirot y las reacciones de los protagonistas ante las sospechas y los interrogatorios. Y la tercera nos sorprende al ver a un Poirot exultante ante otro caso resuelto con éxito. 

4. El balcón en invierno. Luis Landero. Tusquets Editores. 2014. El autor extremeño cuenta en estas páginas su progresivo aprendizaje sobre el mundo de los libros. Primero, como lector; después, como escritor. Desde pequeño, su madre lo acusó de ser un mentiroso y de tener buenas dotes para fabular. Buen comienzo. En los libros leídos está la sombra, el rastro de lo que fuimos, los diversos bocetos de nuestro aprendizaje estético y de nuestra evolución vital, los vestigios de ciertos afanes que un día nos conmovieron y con los cuales construimos nuestro modo de ser y de sentir, y lo más valioso y secreto de nuestro bagaje cultural. 

3. Autorretrato sin mí. Fernando Aramburu. Tusquets Editores. 2018. No es una novela ni tampoco un ensayo, sino una recopilación de hechos, recuerdos y pensamientos del autor. Un libro personal y arriesgado, pero también bello. La historia del escritor pero también la de la mayoría de nosotros. Un relato que no se lee del tirón sino a pequeños sorbos y que, viniendo de la mano de un escritor en plena madurez, personal y literaria, debe ser leída con emoción y agradecimiento a la vida, a la lengua y a la literatura. Una lectura que nos provocará en un futuro más o menos lejano un hondo sentimiento de nostalgia.

2. 4 3 2 1. Paul Auster. Seix Barral. 2017. Cuatro historias diferentes protagonizadas por un mismo personaje en un mismo intervalo de tiempo según los azares de la vida. Leer estas cuatro historias nos muestra que no somos dueños de nuestro destino más que en unos pocos aspectos que sí podemos controlar conscientemente. Las casualidades son las que finalmente hacen que un camino siga recto o se desvíe (mucho o poco). Un drama social, una obra completa, que desde su misma publicación se ha convertido en todo un clásico de la literatura universal. Y su protagonista, Ferguson, entra por méritos propios en ese pequeño gran museo vivo de los personajes literarios legendarios.

1. Ordesa. Manuel Vilas. Alfaguara. 2018.  Muchas de las más grandes novelas de todos los tiempos nacen de los momentos más complicados de la vida de sus autores. Hay innumerables ejemplos de ello. Este es un nuevo caso. Ordesa nace en un momento crucial de la vida de su autor: su divorcio y la muerte de su madre, que cierra el círculo iniciado unos años atrás con la pérdida de su padre. Vilas hace un ejercicio de introspección, individual, familiar y hasta nacional, para transportarnos, sin ningún tipo de orden cronológico, a los años 60, 70 y 80 de esta España nuestra. Su estilo, emotividad y reflexión --personal y colectiva-- hacen de ella una novela que se gana, en mi opinión, el honor de ser la número uno de mi lista.