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jueves, 16 de enero de 2014

La ladrona de libros. Markus Zusak. Lumen. 2007. Reseña





     El nazismo y la Alemania de la Segunda Guerra Mundial son aspectos de sobra conocidos y temas bastante recurrentes tanto en el mundo literario como en el del cine. Sin embargo, de vez en cuando aparecen pequeñas historias dentro de la gran historia de ese período histórico que logran emocionarnos y sobrecogernos. Sin ir más lejos, a mí mismo me ocurrió con Irena Sendler. Y me llamó tanto la atención que acabé escribiendo un libro (estoy con el segundo y definitivo) sobre su bondadosa gesta en el gueto de Varsovia.

     Novelas que traten el nazismo hay muchas. Buenas, bastantes menos. Excepcionales, poquitas. Magistrales, una entre un millón. La obra de Markus Zusak, en mi modesta opinión, debería encuadrarse a caballo entre las excepcionales y las magistrales. Y si no la ubico directamente entre las últimas es porque me costó entrar en la acción.

     No obstante, dudo de si la "culpa" de ello es del autor o mía. Porque me chocó, y mucho, que la narradora fuera la muerte. Me descolocó tanto que me costó ubicarme en la historia. Reconozco que tardé en reaccionar ante este hecho. Lo cual pudo originar mi demora a la hora de instalarme en las páginas de una novela que, por otra parte, va claramente de menos a más según transcurren sus diez capítulos.

     Y asevero que va in crescendo por varios motivos. Los personajes van progresivamente cambiando, desarrollando unos rasgos psicológicos, y hasta físicos (en los casos de Liesel Meminger y Rudy Steiner), que provocan simpatía o antipatía, aceptación o rechazo, según determinados capítulos. Es el caso de secundarios, como frau Hermann o frau Holtzapfel, pero también de algún principal, como ocurre con la madre de acogida de Liesel, Rosa Hubermann.        

     Los personajes están descritos casi al mínimo detalle (muchos de estos detalles van encajando poco a poco en el puzzle perfectamente diseñado por el autor para mostrarnos tan fantástica historia). He de confesar que Liesel, Rudy, Hans (el padre de acogida de Liesel) y Max Vandenburg son personajes que me va a costar olvidar. 

     Los ambientes (el sótano del 33 de Himmelstrasse o la biblioteca del 8 de Grandestrasse) y la ciudad de Molchning (las calles Himmel, Grande o München) rozan la perfección. Y la narradora, la muerte, está soberbia durante toda la novela, adelantando temas importantes, detallando las escenas más interesantes y reflexionando en voz alta sobre el régimen nazi e incluso sobre las bondades y las miserias de la condición humana. 

     Sin embargo, no puedo dejar de comentar la idea que, para mí, es la clave de esta novela: el poder de las palabras. La propia Liesel llega a odiar y a querer a la vez la biblioteca de la mujer del alcalde. ¿La razón? Está repleta de palabras. Y esas palabras son culpables tanto de las desgracias derivadas de la guerra (una guerra provocada por la - no debemos dejar de tenerlo claro nunca - lúcida retórica del siniestro Hitler) como de que, pese a todo lo horrible acaecido en ella, la protagonista considere ese período de su vida como el mejor. Y todo ello, gracias a los libros.

     Ese amor a los libros y a la lectura son los responsables de que la novela de Zusak exista. Porque, sin él, no habría creado jamás a personajes como Liesel, Hans Hubermann, Max Vandenburg o frau Hermann, auténticas almas de "La ladrona de libros". No en vano, alguien dijo que los libros no pueden cambiar el mundo, pero sí hacer más llevaderas nuestras vidas en él. 

     Actualmente está en los cines españoles la película de mismo título, dirigida por Brian Percival bajo guión de Michael Petroni, y protagonizada por Sophie Nélisse ("Profesor Lazhar"), Geoffrey Rush ("Piratas del Caribe" o "El discurso del rey") y Emily Watson ("Las cenizas de Ángela" o "The boxer"). Habrá que ver cómo han adaptado la historia a la gran pantalla. La novela, desde luego, es altamente recomendable.         

                  

miércoles, 4 de mayo de 2011

El emblema del traidor. Juan Gómez-Jurado. Reseña


     Tercera y, hasta la fecha, última novela publicada por el escritor Juan Gómez-Jurado. Ganadora del Premio Ciudad de Torrevieja 2008, queda a medio camino entre el thriller, género que define a sus primeras novelas ("Espía de Dios" y "Contrato con Dios", reseñadas también en este mismo blog), y la novela histórica. A través de ella podemos asistir en primera persona a hechos históricos tan destacados como el golpe de la cervecería de Munich de 1923, a cargo de un joven Adolf Hitler, y la llegada al poder de los nazis en Alemania una década después. Incluso, podemos visitar el campo de concentración de Dachau, a pocos kilómetros de Munich.

      A su vez, el estudio de los personajes nos adentra de forma inmediata en la forma de vida de la Alemania de entreguerras. Una Alemania que se movía entre la vergüenza y las ganas de revancha tras la firma del tratado de Versalles y entre intentar salir adelante como podía y pensar en un futuro mejor. El ambiente aparece descrito tan bien que parece como si el autor tuviera ochenta años y hubiera vivido allí en aquella época. Sin duda, la documentación debió ocupar muchos meses de trabajo de investigación en la vida del escritor madrileño.

     Entre los personajes destaca la figura de Paul Reiner, el protagonista de la novela, cuya vida gira en torno a conocer los detalles de la muerte de su padre, sobre todo cuando un primo lisiado le confiesa que murió asesinado. La búsqueda de la verdad cambiará para siempre la vida de Paul y de las personas a las que más quiere, incluídas su madre, Ilse Reiner, y la mujer de su vida, la judía Alys Tannenbaum.

     Uno de los mayores dramas de la vida de Paul será conocer que su peor enemigo, su primo Jürgen von Schroeder, es en realidad su hermano. La enemistad entre los jóvenes, lejos de decrecer, aumentará más y más hasta llegarse a un final fatal. Jürgen, descontento con su padre, se enrola en las filas de las SA nazis, llegando a trabar amistad con algunos de los personajes más siniestros del NSDAP o Partido Nazi. A través de este personaje se nos describe minuciosamente la ascensión al poder nazi.

      La búsqueda de la verdad sobre la muerte de su padre llevará a Paul a ingresar en la masonería de la mano del librero Sebastian Keller, quien se nos presenta como un gran amigo del padre del protagonista. Sin embargo, en esta novela, algunas cosas no son lo que parecen. La masonería será perseguida por los nazis y Jürgen le seguirá los pasos a su odiado hermano Paul.

     La madre de Paul, Ilse Reiner, trata de proteger a su hijo de unos secretos que cree que le podrían causar graves problemas. Lo protege tanto que acaba perjudicándole en algunas ocasiones. Ambos viven una relación un tanto edípica, fruto de la prematura muerte del padre de familia y la consiguiente unión de madre e hijo, únicos supervivientes familiares.

     Uno de los personajes más oscuros de la novela es el barón Otto von Schroeder, el padre de Jürgen. Se trata de un personaje al que le cuesta vivir sabiendo la realidad. Un machista compulsivo realmente despreciable. Brunhilda, su mujer, y tía de Paul, le obliga a tener en su casa a su hermana y a su sobrino, quienes estarían condenados a morir de hambre en caso de no poder vivir con ellos. La familia von Schroeder, pese a su título nobiliario, realmente se encuentra en la ruina y busca casar a Jürgen con alguna chica de familia rica. Eso no será posible finalmente.

     Alys Tannenbaum es el personaje femenino de la novela. Un ejemplo típico de mujer luchadora y trabajadora de la posguerra alemana. Su lucha por ser independiente la llevará a haber de abandonar la casa familiar. Su padre desea casarla con Jürgen, algo a lo que ella no está dispuesta. Después de huir decide que quiere ser fotógrafa, cosa que logrará, por supuesto. Alys y Paul se quieren. Sin embargo, su relación es muy complicada. Chocan continuamente. Ella está segura de sí misma. Él, en cambio, es un chico muy inseguro, aunque fuerte y tenaz. Alys encarna perfectamente un tipo de mujer totalmente antagonista a la madre de Paul.

     El emblema del traidor es una historia llena de odio, de amor y de búsquedas y cambios. Las búsquedas llevan consigo el descubrimiento de secretos, más o menos sorprendentes y angustiosos, lo que comportará cambios en las vidas de los protagonistas. Una novela histórica altamente recomendable para los amantes del género y, por qué no, de los que gusten leer historias de amor y desamor.