LIBROS

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lunes, 29 de abril de 2013

La tabla esmeralda. Carla Montero. Plaza & Janés. 2012. Reseña





     Tras ganar el premio Círculo de Lectores con "Una dama en juego", Carla Montero regresó el pasado año a la primera línea editorial con la obra que a continuación paso a reseñar. En ella encontramos un par de historias relacionadas entre sí y desarrolladas con setenta años de diferencia: una en el París ocupado por los nazis y otra a caballo entre el Madrid actual y, nuevamente, la ciudad de la luz. 
 
     El tema del expolio nazi de obras de arte está de moda en los últimos tiempos. En este mismo blog reseñé hace tiempo "La frontera dormida", de José Luis Galar, novela desarrollada en Canfranc. Y actualmente triunfa "The monuments men", de Robert M. Edsel, la cual verá la luz en su versión cinematográfica estas navidades de la mano de George Clooney. Si en la obra de Galar el cuadro protagonista de la trama es "El alquimista", pintura ficticia de Vermeer, en "La tabla esmeralda" lo es "El astrólogo", de Giorgione.
 
     El cuadro, del siglo XV, supuestamente encierra un gran secreto: las claves para interpretar con éxito la tabla esmeralda, texto breve, críptico, atribuido al mítico Hermes Trismegisto, en el cual está condensado o resumido todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la alquimia. La codidia por poseer el cuadro y resolver los misterios que éste encierra lo convertirá en maldito a través del tiempo.
 
     La primera historia que encontramos en la trama de Montero es la que protagonizan en el París de 1942-44 Sarah Bauer, joven judía poseedora del cuadro; Jacob, un sirviente del clan de los Bauer que ayuda a Sarah a huir a la capital francesa al ser detenida toda su familia; y George Von Bergheim, un comandante de las SS al servicio personal de Himmler que busca la pintura de Giorgione a toda costa. Las acciones se nos cuentan mediante la técnica del narrador omnisciente en tercera persona.
 
     La historia actual la protagonizan Ana García-Brest, historiadora del arte que trabaja en el Museo del Prado; Konrad Koller, un rico empresario alemán coleccionista de obras de arte; y Alain Arnoux, un doctor en arte de la Universidad de La Sorbona especialista en la recuperación de obras expoliadas por los nazis en Francia. La propia Ana, en primera persona, es quien nos va contando esta parte de la trama.
 
     Cómo ambas líneas argumentales se acaban entrelazando es algo que, obviamente, no debo desvelar. Será el lector quien lo descubra según vaya avanzando la lectura de esta gran novela. No obstante, sí creo conveniente puntualizar algunas cosas sobre ella. A saber: en las dos partes argumentales hay sendas relaciones de amor (dos triángulos amorosos, para ser más exactos). Una de ellas mucho más sorprendente y atrayente que la otra. Y también una de ellas más esperada desde bastante pronto; quizás demasiado. Es decir, una historia sorprendente y bella y otra menos atractiva pues su desenlace es bastante obvio desde al menos unas tres cientas páginas antes.
 
     Respecto a los protagonistas principales he de reconocer que, pese a que son Sarah y Ana las más importantes, el personaje que más me ha impactado, con diferencia, ha sido George Von Bergheim. Sarah es una jovencita luchadora y enamoradiza que deberá buscar su camino tras perder a su familia a causa de "El astrólogo", el maldito astrólogo. Ana, en cambio, está totalmente supeditada a su novio, no tiene personalidad propia y vive al antojo de aquél, el cual hasta le dice cómo ha de vestir y peinarse. Sin embargo, Von Bergheim tiene una personalidad mucho más atractiva: debe decidir entre seguir sus propias convicciones políticas, lo que conlleva cumplir las órdenes de Himmler y Hitler, y sus valores como persona, lo cual está reñido con lo anterior y le llevará a tener que afrontar el dilema de elegir su bando en la guerra. ¿Debe entregar a Sarah o quizás protegerla y dejar que el rastro del cuadro se pierda para siempre?
 
     Temáticamente, "La tabla esmeralda" es una novela difícil de encuadrar. Puede ser una novela histórica al narrar los acontecimientos acaecidos en el París ocupado por los alemanes (sección muy bien documentada, por cierto). También puede ser un thriller al contar con elementos como la intriga o la violencia física en determinados momentos. Incluso puede calificarse como una novela romántica pues cuenta dos historias (quizás una solamente) cuyos protagonistas han de vencer sus propios temores para poder estar juntos. Y, finalmente, se puede etiquetar como metanovela al constar de dos líneas argumentales perfectamente delimitadas (por más que ambas acaben encontrándose finalmente).
 
     Etiquetas al margen, estamos ante una trama muy atractiva que creo puede gustar a todo tipo de lectores. Sin duda, una novela cuya lectura recomiendo abiertamente. Pese a sus setecientas páginas tiene aspectos que le hacen atrapar al lector e interesarle en las distintas historias que la conforman. Una lectura pues que no defraudará a aquellos lectores que se atrevan a buscar el secreto encerrado en un cuadro del siglo XV...
 
      

viernes, 26 de abril de 2013

Mi primer Sant Jordi en Barcelona

 
 


     23 de abril de 2013. Sin duda, una fecha para no olvidar en mi vida. Sant Jordi. Barcelona. Día del Libro. Día de la rosa. Una locura, una riada de gente, una marea humana en busca de un libro y una rosa para regalar a algún ser querido. Stands flamantemente decorados para la ocasión. Una ocasión que, desde luego, lo requiere.
 
     Llegué al Passeig de Gràcia a las doce del mediodía después de un viajecito en el Euromed. Y lo primero que encontré fue la marabunta: un mega stand de casi cincuenta metros de largo en el que firmaban algunos de los grandes escritores de este país. Las colas para conseguir un ejemplar firmado eran de hora y media. Recorrer esos cincuenta metros me costó diez minutos. No había visto tal aglomeración de gente desde mi último concierto de Bruce Springsteen (precisamente, en Barcelona).
 
     Mi primer Sant Jordi. Y no como visitante, sino como participante. No en vano, iba a firmar ejemplares de mis dos novelas. Una histórica y otra costumbrista. Una en el stand de Ediciones Hades y otra en el de (In) Dependientes de ti, donde más de cuarenta autores (la mayoría de la Editorial Círculo Rojo), nos íbamos a reunir para tratar de dar a conocer nuestras obras autopublicadas.
 
     Ambos stands estaban ubicados en posiciones estratégicas más que interesantes. Barcelona tiene múltiples lugares donde perderse. El Passeig de Gràcia es uno de ellos, sin duda. El de Ediciones Hades estaba situado a pocos metros de la Casa Milà, más conocida como "La Pedrera". El de (In) Dependientes de ti, frente a la Casa Batllò. Ambas casas forman parte de la gran multitud de magnas obras del arquitecto Antonio Gaudí. Decidí que al día siguiente las visitaría antes de retornar a Gandia. Así lo hice. Y me maravillé. Pero eso ya lo contaré otro día.
 
     En mi visita al stand de Ediciones Hades puede saludar a compañeros literarios a los que sólo conocía a través de las redes sociales: el bilbaíno Asier Triguero ("Hijos del amanecer"), con el que tuve el gusto de compartir nuestra hora de firmas; Mamen Fernández ("Quiénes sois") y Andrés Hernández ("El camino de Don Fernando"), quienes venían de bastante más cerca; y Rosy Martínez ("El final de la historia: gigantes del sueño"), que vino desde Gijón. Pasé con todos ellos unas tres horas muy agradables. Y, por supuesto, pese a la dura competencia, firmé varios ejemplares de "El Círculo de las Bondades". 

 
 


     Sin solución de continuidad me desplacé al stand de (In) Dependientes de ti, donde iba a tener lugar la firma de ejemplares de "Almas Suspendidas", mi segunda novela. Allí ocurrió más o menos lo mismo. Pude saludar y conversar con compañeros y compañeras de aventuras literarias como Encarnación Alcalde Brotons ("Lo que el corazón esconde") y David Arrabal ("El final de todos los inviernos"), a los cuales he de agradecer públicamente el enorme trabajo realizado para hacer posible la reunión de todos los autores que allí estuvimos. Cabe recordar que nuestro stand fue el único de autores independientes en la Barcelona santjordiana de 2013.
 
     Con ellos acabé de pasar un día magnífico, cena incluida. También llegados desde distintos puntos de la geografía española, desde la propia Barcelona hasta Melilla, tuvimos ocasión de conversar sobre todo lo ocurrido durante esas diez horas que habíamos pasado juntos. Hubo tiempo para anécdotas, confesiones y hasta futuros proyectos colaborativos. Como curiosidad, coincidimos en lo lamentable que nos parece a todos el hecho de que la gente haga una hora y media de cola para que le firme un libro alguien que no es el autor. Todos sabemos de la existencia de los "negros", aquellos escritores que se dedican a escribir libros que luego firman celebridades televisivas que apenas saben hablar y, por tanto, no están capacitados para hacer algo más que dedicar y firmar el resultado final del trabajo remunerado al verdadero escritor, el que cobra por su trabajo y se queda a la sombra.
 
     Si he de poner una pega a la festividad de Sant Jordi es la imposibilidad de saludar a todos los compañeros que allí se dan cita. La concentración de todos los actos en apenas diez horas impide poder estar con todos aquellos "juntaletras" (dicho esto con todo el respeto, por supuesto) con los que uno quisiera. No obstante, es este hecho lo que le confiere ese carácter a Sant Jordi. Muchas personas, muchas rosas y muchos libros. Todos juntos. Hombro con hombro. Cara a cara. Libro a libro. Sant Jordi es algo único e irrepetible. No tiene nada que ver con las distintas Ferias que se desarrollan por la geografía nacional. Todo en un día: libro y rosa; rosa y libro. Literatura... Mi primer Sant Jordi. Y, ojalá, no sea el último.
 
    

lunes, 15 de abril de 2013

Historia de un Estado clandestino. Jan Karski. Acantilado. 2011. Reseña




     En 1944 Jan Koziolewski, más conocido por Jan Karski, el nombre que utilizó como miembro de la Resistencia polaca durante la II Guerra Mundial, escribió su historia, la de uno de los primeros hombres en anunciar y denunciar las atrocidades nazis en su Polonia natal. La obra fue rescatada en España por la Editorial Acantilado. Ahora, está disponible para todo el mundo lector a través de una nueva edición del Círculo de Lectores.
 
     Karski fue preso por los soviéticos y llevado a un campo de Siberia pocos días después de que los nazis primero y los propios soviéticos después invadieran Polonia. Merced al pacto Ribbentrop-Molotov, accedió a un intercambio de prisioneros con los alemanes. Su intención: huir a toda costa para poder regresar a Varsovia y unirse a la Resistencia. Lo consiguió. No obstante, los resistentes tenían para él un plan bien diferente: informar al gobierno en el exilio londinense del curso de los acontecimientos.
 
     Atravesó toda Europa para poder llegar a Inglaterra, donde informó al general Sikorski. De allí, saltó a los Estados Unidos, donde también se reunió con algunas de las máximas autoridades norteamericanas. No obstante, debido a sus estudios diplomáticos y a su experiencia anterior, se decidió que debía retornar a Varsovia para seguir informando mediante un complejo sistema de comunicaciones clandestinas.
 
     En su retorno a su país natal encontró una nación cuya situación había empeorado notablemente. Resultó herido varias veces y estuvo a punto de fallecer. Se involucró al máximo con los resistentes y se interesó por la complicada existencia judía. Cambió de identidad tantas veces y se refugió en tantos lugares tan diferentes que no recuerda todos sus nombres falsos ni los lugares de sus numerosos escondites.
 
     Trabajó elaborando prensa clandestina, publicando propaganda antialemana y tratando de animar a sus compañeros resistentes. No obstante, su tarea principal consistió siempre en tener lo mejor informado posible al gobierno polaco residente en Londres. En el libro desmenuza muchos de los métodos empleados por la Resistencia y los apoyos recibidos desde las islas británicas. El Estado clandestino funcionó de forma fantástica, no aceptando jamás el poder nazi sobre su país ni permitiendo a ningún ciudadano polaco connivir con los opresores. E, incluso, fomentando y ayudando a crear un Parlamento en Polonia y numerosas escuelas clandestinas que desafiaron a la Gestapo y a las SS. Fue el único caso en todo el continente en el que un gobierno nacional continuó con sus funciones, aunque fuera desde más allá de sus fronteras.
 
     Sin duda, estamos ante un documento de primer nivel para estudiar y comprender la mentalidad de unos ciudadanos polacos que defendieron a capa y espada un Estado que era "mantenido" desde miles de kilómetros de distancia y que era sostenido a través de una compleja red de informadores, conspiradores y agentes de enlace secretos que se jugaban la vida a cada minuto. Evidentemente, muchos de ellos perecieron en su intento. 
 
     Los grandes objetivos del Estado clandestino, y de su informador Jan Karski, entre muchos otros, fueron reconstituir la democracia en su país tras la guerra (aspecto no conseguido debido al poder comunista establecido una vez finalizada la contienda) y dar a conocer el exterminio judío por parte nazi. Karski visitó algunos campos de concentración, como el de Belzec, y el gueto de Varsovia. Se horrorizó con todo lo que allí pudo ver con sus propios ojos. Todo ello le sirvió para informar de primera mano a los gobiernos de Londres y Washington, donde fue recibido por el mismísimo presidente Roosevelt.
 
     Así, pudo dar testimonio ante el mundo del horror nazi en Polonia. Sin embargo, pese a sus esfuerzos, no le creyeron. O, quizás, simplemente no quisieron creerle. La cuestión es que sus sobrecogedores relatos no sirvieron para que los aliados intervinieran en el asunto, permitiendo unas matanzas que se podrían haber evitado en caso de haber reaccionado con una mayor presteza.
 
     La obra de Karski es más que recomendable para todos aquellos interesados en conocer de cerca el funcionamiento del gobierno polaco en el exilio, del movimiento clandestino de la Resistencia polaca y, cómo no, la historia de un ser humano anónimo que trató de cambiar el rumbo de los acontecimientos contando, con pelos y señales, lo que estaba ocurriendo en su país bajo la ocupación alemana. Si bien no consiguió algunos de sus objetivos, su testimonio debe servir a la Humanidad como ejemplo de la importancia de una colaboración más cerrada entre todas y cada una de las naciones democráticas del mundo para preservar la justicia, la libertad y los derechos humanos. 

      

jueves, 4 de abril de 2013

David Bowie. The next day. El retorno del Camaleón tras una década


 
 
     Cuando el pasado 8 de enero, fecha del 66º aniversario de David Robert Jones, éste anunció el inminente lanzamiento de un nuevo trabajo discográfico una década después de "Reality", el mundo musical se detuvo sorprendido. En plena era digital, en la que guardar un secreto es imposible a todas luces, Bowie consiguió mantener su gran noticia a salvo de los grandes medios mundiales. Y, además, nos regaló el primer sencillo del mismo, "Where are we know?", un tema que anunciaba un disco melancólico y nostálgico. El clip de presentación, con un Bowie notablemente envejecido, pausado y lánguido, al borde la catarsis personal, reforzaba la tesis de una especie de aceptación de la edad por parte del artista.

     El lanzamiento del CD se produjo el 8 de marzo, sólo dos meses después de su anuncio. Para entonces ya se conocía el segundo adelanto de "The next day", titulado "The stars (are out tonight)", canción que recuerda al Duque Blanco en los principios de los ochenta, cuando aparecía siempre tan bien trajeado. Tema bailongo y pasional que recuerda a su conocido "Let´s dance". En definitiva, un Bowie diametralmente opuesto al presentado en "Where are we know?". ¿Qué nos depara este disco pues? 
 
     He esperado tres semanas a escribir sobre él porque los trabajos de este genio londinense necesitan de muchas escuchas para hacerse una idea más aproximada de todos y cada uno de sus contenidos. "The next day" es el vigésimo cuarto disco de estudio de El gnomo sonriente, como también se le conoce. Lanzado por Columbia Records y grabado con el productor Tony Visconti durante diversas sesiones repartidas entre 2011 y 1012 (¡todo ello en extremo secreto!), presenta 14 canciones con una duración total de 53 minutos. La portada, obra de Jonathan Barnbrook, superpone un recuadro blanco sobre la original carátula de "Heroes", de 1977, y con el título antiguo tachado. Lo pretendido con ella se ha conseguido: "sacudir a la gente".
 
     "The next day", homónimo al disco, abre la lista de temas de una forma demoledora. Su potencia arrolla desde el principio al oyente. Tanto que hasta le asusta. Sus palabras "Aquí estoy / no del todo moribundo" anuncian que quiere dar todavía mucha guerra. Y vaya si lo consigue desde su primera nota. Canción potente, con profusión de voces y percusión trotona y unas guitarras crudas y directas. Tema setentero que recuerda a su época glam berlinesa. "Dirty boys" es una canción con un saxo retorcido y amenazante que sorprende e hipnotiza.
 
     Le siguen "The stars (are out tonight)", "Love is lost", que vuelve a recordar a la época berlinesa mediante un teclado catedralicio y unas guitarras punzantes e hirientes, "Where are we know?" y "Valentine´s day", en la que predominan las guitarras a lo "Ziggy stardust" al principio y los coros a lo Arcade Fire durante el resto de sus minutos, constituyendo un medio tiempo típico de Bowie. "If you can see me" pone el punto final a lo que sería la cara A de la versión cassette. Se trata de una canción ochentera total, plena de psicodelia y vanguardismo. Caótica e inquietante.
 
     La segunda parte del CD se abre con "I´d rather be high", dominada por unas poderosas guitarras y un marcado ritmo de batería, "Boss of me", tema rockero setentero con una simbiosis perfecta entre la línea rítmica y el saxo y con la voz de David sonando poderosa, y "Dancing out in the space", probablemente la menos buena de las canciones que componen el retorno del Camaleón, en la que la guitarra hormiguea de fondo bajo la voz del cantante. 
 
     "How does the grass grow", histriónica y genuinamente Bowie, recuerda a "Space oddity" en algunos momentos. Es un duro alegato contra la guerra acompañado por unos coros que llaman poderosamente la atención ya desde la primera escucha. "(You will) set the world on fire" es un zarpazo hard-rock con estribillo totalmente Arcade Fire y unas guitarras nuevamente poderosas. "You feel so lonely you could die" es una balada dramática, solemne, casi de homilía, que expresa un sentimiento colectivo de desamparo y soledad, algo muy común en estos tiempos que corren. "Heat" cierra este disco con un preocupante y misterioso "yo soy el profeta / pero soy el mentiroso" en el que la voz del artista suena dramática.
 
     Como conclusión: 53 minutos de un Bowie que parecía sosegado y calmado, melancólico y nostálgico en su primer single de promoción pero que, al escucharle con atención, nos vuelve a sorprender con un disco rockero como hace años (y no sólo diez) no había hecho. Quizás desde 1980, con el inmortal "Scary monsters". Un trabajo que creo no va a defraudar ni a los que forman la legión de críticos del artista del ojo de cristal. Si es su despedida definitiva o el comienzo de algo más en su ya dilatada carrera es algo que el tiempo se encargará de demostrar. Lo que está claro es que ha vuelto. Y lo ha hecho con un disco que sólo él es capaz de hacer, lo que, por sí solo, ya es motivo de alegría para fans y no fans.
 
      

martes, 2 de abril de 2013

Julio Anguita. Combates de este tiempo. Editorial El Páramo. 2012




     Decir que Julio Anguita es uno de los referentes políticos de nuestro país durante los últimos treinta años es de perogrullo. El libro que reseño a continuación es un resumen de cartas, disertaciones, conferencias, comparecencias en el Congreso de los Diputados, cartas abiertas y escritos internos de IU del que fuera líder del PCE y del referido partido izquierdista. Un compendio de su pensamiento político en su sentido más amplio. En definitiva, un repaso a los temas más controvertidos de las últimas cuatro décadas en España, Europa y el mundo. Una lectura obligada para todos los ciudadanos: mayores y jóvenes, de "izquierdas" y de "derechas", conservadores y revolucionarios, activos y pasivos.
 
     A lo largo de sus más de trescientas páginas analiza pormenorizadamente los asuntos de mayor actualidad de las distintas épocas. Y lo hace de forma clara, concisa y sin demasiadas florituras. Tal y como es él, vamos. Evidentemente, resulta imposible tratar tal diversidad temática en una reseña, por lo que daré breves pinceladas sobre ella.
 
     Respecto a la política mundial destaca su visión global, en la que cuestiona la legitimidad de la hegemonía de los USA en el mundo. Incluso califica algunas de sus acciones gubernamentales como de "terrorismo internacional de Estado" (por ejemplo, en sus intervenciones en Irak o Yugoslavia), incumpliendo la Carta Fundacional de la ONU y amparándose en la OTAN para imponer su liderazgo en Europa, algo que engloba a su vez en lo que él denomina "dictadura del mercado", una nueva etapa de la lucha de clases en la que los políticos están subordinados a los mercados que les imponen su preeminencia a costa de recortes sociales amplios y contrarios a la Declaración de los Derechos Humanos. Es decir, que vivimos en una Democracia sólo aparente pero cada vez menos consistente. Todo ello, a nivel planetario.
 
     Para Anguita, la ONU y la OTAN (la cual suplanta a la anterior en demasiadas ocasiones) y, por añadidura el mundo occidental, están en manos de la gran potencia mundial, la cual no duda en agredir y torturar a poblaciones civiles, utilizar armas de destrucción masiva (con bombas de racimo y de uranio empobrecido en muchos de los casos) y repartirse el botín en los distintos países invadidos por el (supuesto) bien de la comunidad internacional, incluso contraviniendo a las organizaciones referidas con anterioridad. A su líder actual, Barack Obama, lo califica como un "producto de la mercadotecnia", del márketing y del espectáculo, al más puro estilo deportivo, en que se ha convertido la política mundial. De él, dado que todo permanece inmutable en Guantánamo, Cuba, Palestina o Afganistán, dice que no merece en absoluto el Premio Nobel de la Paz con el que fue injustamente distinguido. El cambio político por él prometido se ha quedado en agua de borrajas, como sucedió en su día con Clinton o Kennedy, reduciéndose su papel a mero servidor del fundamentalismo del mercado. 
    
     Respecto a Europa y la Unión Europea también es muy crítico el otrora líder comunista español. Para él, está total y absolutamente plegada a los mandatos de los USA, algo que entra en una absoluta y completa contradicción respecto a parte de sus principales principios teóricos. La bajísima participación de la población española en los comicios europeos (que ha llegado a alcanzar casi el 80% de abstención en alguna ocasión) responde al neoliberalismo practicado por los gobiernos europeos, tanto de "derechas" como de "izquierdas" y a la destrucción del Estado de Bienestar (a manos de los mercados) que tanto costó de alcanzar en las décadas anteriores, lo cual ha generado una indiferencia común en los ciudadanos, quienes no ven, además, alternativa a todo lo anterior. En España, esto es todavía más grave, por lo que la Constitución Europea que se pretende instaurar entra en clara contradicción con muchos de los puntos de la propia Constitución Española de 1978, situación que, como Anguita anticipó, iba a traer a nuestro país paro, resignación, frustración y pérdida de confianza en los políticos. Todo ello, añado yo, ayudado por los flagrantes casos de corrupción de los que muchos de ellos son protagonistas desde hace ya demasiados años.
 
     Sin embargo, la mayoría de las críticas de Anguita se refieren a nuestra España. Así, se centra en la diferente vara de medir que tienen los políticos a la hora de establecer alianzas que llevan a investir a alcaldes y presidentes y en la imperiosa necesidad de acabar con la Ley d´Hont como fórmula para asignar escaños (haciendo especial hincapié en las negativas de PP y PSOE respecto a las repetidas peticiones de IU en el Congreso) ya que falsea la voluntad popular. Para él, la política española necesita una regeneración democrática que se ponga a disposición de la justicia y luche contra la corrupción. En este sentido, critica la no desclasificación de los documentos sobre los GAL. Asimismo, aboga por la separación de Iglesia y Estado y por la laicidad y modernidad del Estado español. E, incluso, llega a deslegitimar a la monarquía española y a Juan Carlos I.
 
     Mención aparte merece su condena de la alianza entre PP (Aznar-Rajoy) y PSOE (González-Zapatero), quienes se alternan en el poder para que, en realidad, nada cambie, pues su máximo interés es que campen a sus anchas el inmovilismo y la manipulación mediante unos medios de comunicación afines a ellos. Añade, además, la constante vulneración de la Constitución Española por parte de ambos en base a Maastricht y a la razón de Estado. A este respecto, llega a criticar a González por su falta de valores al intentar hacer disminuir las cifras del paro a costa de presionar a los ayuntamientos para que licitaran construcciones urbanísticamente ilegales, contraviniendo la Ley del Suelo en 1985. Al propio líder socialista lo acusa de "perder su ideología ante sus ansias de gobernar a cualquier precio, incluso apartándose de la calle y cambiando de bando", cuestión ésta que acabó con Aznar en La Moncloa tras la negativa de IU a pactar con el PSOE en 1996. Nadie ha perjudicado más los interes de España como los gobiernos del PP y el PSOE. De la misma manera que en el País Vasco nadie lo ha hecho tanto como ETA, a la que califica de "réplica del fascismo al que combate".
 
     Respecto a su propia formación, IU, afirma que el Programa y el diálogo son lo más importante en política. En relación a ésto, conviene en que se puede pactar con cualquier formación, de signo que sea, siempre que del diálogo salga un consenso sobre un Programa político válido para el ciudadano. El discurso de IU es rojo, verde y violeta; es decir, comunista, ecológico y republicano. En uno de los escritos del presente libro habla de propuestas para refundar su partido (2008).
 
     La presente crisis también está presente en "Combates de este tiempo". Para él, derivará en una ocasión de futuro que desembocará en una regeneración política y en un rearme moral que será capaz de vencer a la somnolencia, el pasotismo y la resignación en que estamos instalados ahora. Así, el 15M es un movimiento con vocación de mayoría cívica que acabará apartando a la otra mayoría, a la que traga y connive, cómplice del mercado. La realidad de este país ahora mismo no está, pues, en los medios de comunicación (la gran mayoría de ellos, mediatizados por el poder bipartidista), sino en las calles y las plazas de España, donde se defienden la rebeldía bien entendida, los derechos humanos, la igualdad, la solidaridad, la libertad, la justicia, la información, la austeridad, la sobriedad, la paz, la movilización, la concienciación, el pensamiento y la cultura. Y, todo ello, en aras de alcanzar la independencia y la libertad misma.
 
     Creedme, simpaticéis más o menos con el que fuera alcalde de Córdoba y líder del PCE e IU, la lectura de esta obra es indispensable para conocer de primera mano el pensamiento político de un personaje de gran calado. Yo no me he arrepentido. Es más, llega a impresionar la capacidad de este señor a la hora de vaticinar y adelantar muchas de las cosas que en la actualidad estamos viviendo. Sus mensajes, aunque puedan llegar a tener hasta treinta años de antigüedad, permanecen tan actuales, tan vigentes, que incluso asustan en ocasiones. Leer este tipo de libros abre mucho la mente. Y falta nos hace ahora mismo en España.