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viernes, 20 de junio de 2025

Verdades a la cara. Recuerdos de los años salvajes. Pablo Iglesias. Navona Editorial. 2022. Reseña

 




    Apenas nueve meses después de dejar la primera línea de la política Pablo Iglesias publicó en forma de libro una compilación de una serie de entrevistas realizadas por Aitor Rivero (eldiario.es), periodista que siguió a Podemos desde sus inicios y, por tanto, uno de los que más sabe sobre la formación morada. Rivero solo tuvo que tirar de la lengua de Iglesias para conseguir revivir los recuerdos del ex vicepresidente segundo y ministro del gobierno de España. Lo último que me apetecía era escribir un libro de memorias, reconoce en el mismo prólogo. Sin embargo, Ernest Folch, periodista y presidente de la Asociación de Editores en Lengua Catalana, y Jaume Roures, productor de cine y antiguo accionista de LaSexta y coeditor del diario Público, lo convencieron de que el acoso que había vivido desde que entré al gobierno había que contarlo. Tras hablar con los también periodistas Andrés Gil (eldiario.es) y Pedro Vallín (La Vanguardia), decidieron que Aitor Rivero era el encargado idóneo para realizar y editar lo más destacado de las entrevistas. 

    Los tres primeros de los seis capítulos que conforman el libro están dedicados a la persecución mediática-jurídica-policial sufrida tanto por él como por los demás miembros del partido político que creo en 2014. Bajo los títulos El acoso, La cacería y Dina, hacen referencia a muchos de los bulos, falsas noticias y falsos casos judiciales que se fueron abriendo y vertiendo sobre Podemos a lo largo de los años. Casos todos ellos archivados que, aunque quedaron en nada judicialmente, cumplieron con su objetivo real: debilitar a un partido que llegó a encabezar las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones generales. Una manera vil y rastrera de subvertir el orden democrático de un país que todavía está bastante lejos de ser democrático. A no ser que uno entienda por democracia el simple y sencillo hecho de ir a votar cada cuatro años. Está claro que para una parte muy importante de los ciudadanos mundiales la democracia consiste en muchísimo más que eso.

    No cabe duda de que la persecución hacia Podemos se intensificó sobremanera desde que se conformó el primer gobierno español de coalición desde la Segunda República, en enero de 2020. Afirma Iglesias que la romería a Galapagar, originariamente promovida por Carlos Herrera y secundada por hordas de la extrema derecha, es una hecho insólito que jamás habría ocurrido a miembros del gobierno del PSOE o del PP. Sin duda, algo tan grave no se habría permitido en ningún país democrático. Afirma que en más de una ocasión tanto él como su mujer, Irene Montero, pensaron en dimitir de todos sus cargos y dejar la política. Algo que habría sido ceder ante las presiones y las malas artes. A veces, detrás de las grandes decisiones, no hay cálculos complejos ni análisis brillantes. A veces, simplemente, hay un nudo en la garganta, asegura. Este libro va de eso: mi vulnerabilidad, mis amores y mis odios, mis enfados y mis bromas.

    A nivel personal y familiar, los tres primeros capítulos, junto al cuarto, La decisión, son los más interesantes. A nivel político, por contra, los que más relevancia alcanzan son los dos últimos: La pandemia y El legado. La decisión es el capítulo que mejor combina ambos aspectos, la política y la familia. La decisión a la que hace referencia es a la de abandonar la primera línea política. Algo que, asegura, ya había estado a punto de hacer en varias ocasiones: tras las europeas de 2014 -no le dejaron hacerlo sus propios compañeros-, antes del Congreso de Vistalegre 2 -finalmente se echó atrás debido a la postura tomada por Errejón-, en el verano de 2019 -cuando Sánchez dijo que el principal problema para llegar a un acuerdo para un gobierno de coalición era un Iglesias que dio un paso al lado para que lo sustituyera Irene Montero, aunque al final Sánchez prefirió tratar de formar gobierno con Ciudadanos (Albert Rivera)-, en enero de 2020 -estaba de nuevo preparado para dejarlo pero los propios militantes del PSOE gritaron aquello de Con Iglesias sí- y con el adelanto electoral en Madrid en mayo de 2021.

    A lo largo del libro se contraponen los temas familiares -la incredulidad, la angustia, el temor, el sentimiento de soledad, desamparo e indefensión ante el acoso recibido a las puertas de su propia casa, la desesperación al comprobar la injusticia y la total impunidad por parte de los agresores y las dudas acerca de si vivir todo aquello realmente les valía la pena- y los políticos -la responsabilidad que tenían ante sus compañeros, sus militantes y sus votantes, las complejas negociaciones internas y externas de cara a conseguir un acuerdo de gobierno de coalición con el PSOE, los errores cometidos, los cálculos políticos fallidos, los éxitos electorales, los logros políticos alcanzados durante ese gobierno de coalición y la elección de un sucesor o una sucesora para Podemos-. En este sentido, Verdades a la cara. Recuerdos de los años salvajes es una auténtica y apasionada montaña rusa de sentimientos, pensamientos, dudas, certezas, satisfacciones, decepciones, alegrías, tristezas y miedos. 

    El capítulo titulado La pandemia es bastante esclarecedor. El relato de Iglesias muestra cómo Podemos pareció estar siempre más preparado y/o interesado que el PSOE respecto al Covid-19. Así, cuando el PSOE no mostraba mayor interés por lo que estaba sucediendo, Podemos pidió en el Consejo de Ministros la formación de un equipo situacional que buscara anticipar respuestas ante las distintas situaciones que se podían presentar. Algo que fue denegado por el ala socialista del gobierno (que era mayoritaria). Podemos pidió la declaración del Estado de Alarma varios días antes de que Sánchez lo decretara finalmente. En definitiva, Podemos se mostró proactivo. Y el PSOE, reactivo. Los ataques hacia el gobierno por parte de la oposición forman parte importante del capítulo, así como las falsas y burdas acusaciones vertidas por Ayuso hacia Iglesias en referencia a las competencias de las residencias madrileñas. Tema que, me temo, quedará en el olvido. Y por el que la verdadera culpable de todo lo sucedido se irá de rositas

    El legado es el título del capítulo final del libro. Hace referencia a los éxitos políticos conseguidos por Podemos. A saber: el Ingreso Mínimo Vital (que no fue más amplio debido a las reticencias del PSOE), la subida del salario mínimo, la Ley de Eutanasia o La Ley Trans. Asimismo, Iglesias se enorgullece de haber formado parte del grupo de políticos que echó del gobierno a M. Rajoy, de conseguir formar ese gobierno de coalición y de haber podido conformar un nuevo bloque histórico, conformado por PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu y BNG. Además, pone en valor la independencia de su partido respecto a los bancos, a los que no debe un solo euro, ya que Podemos se financia a base de donaciones legales y microcréditos. Y afirma sentirse especialmente satisfecho de haber ayudado a conseguir que una buena parte de los ciudadanos españoles pongan en duda aquello que aparece en los medios. Unos medios que no sirven a los ciudadanos sino a sus dueños.

    Verdades a la cara. Relatos de los años salvajes nos muestra a un Iglesias más humano y familiar. Alguien que durante unos años se preguntó: ¿Por qué me he metido en esto? Si yo antes era súper feliz. Yo ganaba más pasta antes de meterme en Podemos que después. Ganaba dinero, iba en moto, salía por la noche, me tomaba unas cervezas cuando quería y era un tío súper feliz. Alguien que aunque no lo parezca, soy una persona súper tímida y que la gente me tocara por la calle o las señoras me pararan para darme besos no me gustaba. Era una enorme putada. Alguien que, después de haber vivido esos años salvajes, el día después de las elecciones de Madrid y de su dimisión final, estuve leyendo por la mañana. Sentía una enorme felicidad porque, aunque le he puesto toda mi pasión a mi trabajo como secretario general de Podemos, no era lo que yo quería. No es lo que a mí me motiva en la vida. Ahora sí hago lo que me gusta. Ponerme a escribir sobre una cosa que me estimule, preparar cada programa de La Base. Que haya gente que te lea y te escuche. Y que, encima, me paguen por eso. ¡Ahora sí que soy un privilegiado! Alguien que, por fin, afirma que ahora sí puedo decir que me encanta mi vida. A mí lo que me encanta es escribir, comunicar, hacer un poco el gamberro, estudiar y dar mis clases. Ahora hago lo que me gusta hacer, con un nivel de reconocimiento mucho más manejable en lo humano que la locura de ser un líder político. Ahora estoy feliz. Y, simplemente, he vuelto a hacer lo mismo que hacía antes.                         

                

martes, 22 de abril de 2025

Una historia particular. Manuel Vicent. Alfaguara. 2024. Reseña

 




    El escritor y periodista castellonense Manuel Vicent, Premio Nadal 1986 por Balada de Caín y doble Premio Alfaguara por Pascua y naranjas (1966) y Son de mar (1999), retornó al género de memorias el año pasado con Una historia particular. Tras sus predecesoras en dicho formato -Contra Paraíso, Tranvía a la Malvarrosa, Jardín de Villa Valeria, Verás el cielo abierto y León de ojos verdes-, publicadas entre 1993 y 2008, entrelaza la biografía y la ficción para construir una crónica de la España reciente, mostrándonos una visión propia y particular -de ahí el título- de lo que supone existir y del hecho inexorable del paso del tiempo. Una crónica evocadora y literaria en la que encontramos recuerdos alegres y tristes, memoria del pasado, felicidad y rebeldía. Además, también se nos hacen presentes sueños cumplidos y derrotas implacables. Todo ello, amenizado por las canciones, las lecturas, los perros, los coches y el mar. Por supuesto, el mar.

    Nacido unos pocos meses antes del estallido de la Guerra Civil Española, a sus 88 años de edad, en el tiempo de prórroga de su vida, el habitual columnista (desde hace casi cincuenta años) del diario El País, comienza el libro con dos verdades innegables. La primera: la vida, como el violín, solo tiene cuatro cuerdas: naces, creces, te reproduces y mueres. Con estos mimbres se teje cada historia personal con toda una maraña de sueños y pasiones que el tiempo macera a medias con el azar. La segunda, ahondando en lo anterior: olvidas el paraguas, vuelves al bar a recuperarlo y allí te encuentras con una mujer que va a torcer tu destino. O a encauzarlo, añado yo. Que todo puede ser. La cuestión es que, como muchos otros escritores -Paul Auster o Julio Cortázar, por ejemplo-, Vicent asume la importancia que en la vida de las personas tiene el azar. Porque hay tantísimas cosas que no podemos controlar durante nuestra existencia que casi es preferible no pensar en ellas.   

    Una de las curiosidades del libro es las distintas formas que utiliza el escritor para referirse al tiempo narrado. Porque Vicent mide el tiempo según sus propias unidades de medida. Así, muchos de los capítulos suceden cuando el autor tenía tal o cual perro o este o aquel coche. O cuando triunfaba una canción determinada, se ponía de moda un libro nacional o extranjero o se estrenaba cualquier película de éxito. Porque en la vida de las personas poco tiene tanta importancia como su automóvil, su animal de compañía o sus canciones, películas o libros preferidos. Por no hablar de su equipo de fútbol. Y es que, aunque no en demasía, también el fútbol aparece en las páginas de Una historia particular. Por cierto, hablando del azar (ya que el fútbol tiene mucho de ello): nacer en uno u otro país o región, ¿no es, acaso, el primer golpe de azar al que debemos hacer frente, a veces durante toda nuestra vida? En efecto, España es un protagonista más del libro. Un libro que seguramente no sería el mismo si su autor hubiera nacido en Canadá, Japón o Sudáfrica. 

    La historia particular de Manuel Vicent está repleta de canciones. Desde las marciales -Cara al sol, Prietas las filas o Los voluntarios- y las religiosas -Perdona a tu pueblo- hasta las festivas -Los pajaritos o Mi casita de papel-. Desde Juanito Valderrama o Conchita Piquer hasta Elvis, Little Richard, The Beatles o Chet Baker, pasando por Domenico Modugno o Antonio Machín. También, como no podía ser de otra forma, de cine. A lo largo de las páginas vemos desfilar a los mejores actores, las mejores actrices y los mejores directores. Nacionales e internacionales. Se nos citan muchas de las películas que marcaron una época durante los últimos tres cuartos de siglo. Y, cómo no, tratándose de un periodista y redactor, de viajes. Porque para eso el autor ha dado varias veces la vuelta al mundo durante sus casi noventa años de vida. Y nos narra algunas de sus vivencias en los más recónditos rincones del planeta. Algunas, extravagantes y divertidas. Otras, delicadas y peligrosas. Muy peligrosas.

    Pero, sobre todo, en Una historia particular encontramos Historia (y política) y literatura. Mucha literatura. Desde sus cómics y tebeos favoritos -El hombre enmascarado, El guerrero del antifaz, Roberto Alcázar y Pedrín- hasta lecturas más adultas -Azorín, Machado, Unamuno, Valle-Inclán, Ortega y Gasset, Baroja, Chéjov o Heine-, pasando por lecturas intermedias -Hazañas bélicas, El capitán Trueno, las novelas de aventuras La isla del tesoro, El libro de la selva o La isla misteriosa o cualquiera de las muchísimas de Julio Verne-. Lecturas que forjaron la pasión, la imaginación y las ganas de escribir de un chico que ya a los quince años de edad soñaba con ser algún día un buen escritor. Tenía quince años y acababa de leer la novela de Stevenson, pero en ese momento para mí significaba lo mismo leerla que escribirla. Bastaba con un cuaderno y un lápiz para ser escritor, porque la historia ya estaba escrita al despertar por la mañana al final del sueño. 

    En cuanto a la Historia (y la política), durante las doscientas páginas del libro el autor realiza un recorrido por el largo franquismo y la mal llamada transición a la democracia. Así, nos describe diversos capítulos de nuestro pasado más reciente, como la rebeldía juvenil antifranquista, la alegría y también la inquietud suscitada tras la muerte del dictador, algunos de los comportamientos de nuestros políticos, los atentados terroristas de ETA, los de las Torres Gemelas o los de Atocha, la crisis económica de 2008 y sus consecuencias, el asesinato de Bin Laden, la nueva oleada rebelde del 15M o el desencanto actual ante un panorama que hace bueno aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sobre todo para él, un viejo que no sabría explicar por qué una cólera larvada lo ha convertido en un sujeto lleno de dudas. Solo que en medio de su confusión política e ideológica a veces recuerda a aquel niño que iba a la escuela con la cara bien lavada, tan limpio, tan puro, tan lejano. Y se le saltan las lágrimas. 

    El final del libro deja un cierto sabor amargo. Se detecta algo de resquemor en los escritos. A unas cosas el tiempo las embellece y a otras las corroe. Sucede lo mismo con las ideas y con las personas. Leo en los periódicos a algunos intelectuales, escritores y políticos a los que admiré tanto un día, pero cuyos ideales hoy el tiempo ha destruido. Ignoro si seré también yo uno de ellos. La vida es el tiempo que se ha posado sobre todos los objetos que nos rodean y también sobre nuestros sueños. Envejecen los amigos; el sillón en el que me siento a escribir tiene un brazo roto, me pregunto si también habrá envejecido lo que escribo. Envejecida o no su escritura, Vicent parece echar en falta esa llamada de teléfono tan deseada a través de la cual una voz segura me haría saber que el sueño que he acariciado durante tanto tiempo por fin se había cumplido. ¿Un premio literario? ¿Un reconocimiento final al conjunto de su obra? En cualquier caso, pese a que Vicent pueda anhelar más altas cotas literarias, sin duda posee una trayectoria envidiable. Sobre todo como novelista y gran cronista de esta España nuestra.         


lunes, 21 de marzo de 2022

Queridos niños. David Trueba. Anagrama. 2021. Reseña

 




    Llegamos al parador con el tiempo justo para sentarnos a la comida. De nuevo esa mezcla de fuerzas vivas y de empresariado local, arracimados por la curiosidad de escuchar a la candidata. El Mastuerzo había pasado la tarde anterior por esa misma plaza y había prometido el tren de  alta velocidad desde Madrid. Así que nosotros prometimos el tren y un plan de choque de infraestructuras turísticas rurales. Supongo que el siguiente aumentaría la apuesta y por suerte solo éramos cinco candidatos porque si no los cacereños habrían llegado a pensar que la NASA se instalaría en la ciudad al mes siguiente para desarrollar su nuevo plan de conquistar Marte desde Trujillo. Así, con semejante lucidez, ironía y atrevimiento el cineasta y escritor madrileño David Trueba (1969) plasma sobre el papel de su nueva novela, Queridos niños, una ácida crítica a las campañas electorales, los políticos, la ciudadanía y el país en general. Una novela que por momentos divierte, entretiene y hasta indigna al lector.

    Queridos niños es el resumen del diario de campaña que Basilio escribe a Amelia, la candidata a la presidencia del gobierno de un partido democristiano que no cuesta nada reconocer en nuestra realidad cotidiana. Basilio --apodado El Hipopótamo debido a sus 119 kilos de peso, que él considera síntoma no de gordura sino de firmeza-- le escribe a Amelia los discursos más llamativos de sus actos electorales. Se trata de un hombre altamente mordaz e inteligente, pero también solitario --la soledad es el triunfo de la madurez, afirma--, deshumanizado, que construyó un muro a los trece años de edad para llegar vivo a casa cada día después del cole. Alguien para quien la idea de suicidarse es una fantasía secreta desde que tres compañeros de colegio me patearon mientras los demás niños arremolinados reían. Un hombre que practicó la eutanasia --a la que ahora debe oponerse por programa político-- a su querido padre enfermo de muerte, a petición suya, eso sí, diluyendo pentobarbital en su helado de vainilla.

     De la crítica de Trueba no se salva nadie. Desde luego, no el partido. Pagos inflados con dinero público sirven para pagar a Basilio; sistemático reparto de banderitas del partido y del país, como si ambas cosas fueran lo mismo; aparición de viejas rencillas internas entre los ladronzuelos de siempre y los regeneracionistas --muy pocos, en realidad--; recurso a las malas artes durante la campaña --el empleo de las oscuras prácticas del Tano Allegri, que ataca a los rivales políticos; el aprovechamiento de accidentes y del dolor ajeno para beneficio propio electoralista; las negociaciones bajo mano para desacreditar de todas las maneras posibles a los rivales, con pruebas o incluso sin ellas--; uso de mil y una triquiñuelas para tapar las miserias propias sacadas a la luz por los rivales o por la prensa; permanente manipulación a través de los centenares de cuentas falsas en redes sociales que bombardean cada minuto sus propagandas; o las falsas carreras de la candidata que simula hacer ejercicio y que apenas constan de una vuelta a la manzana para reentrar al hotel por la puerta de atrás.

    Todo, por imposible que parezca, sirve para atraer a los queridos niños, como define Basilio a los ciudadanos, a las urnas. Unas urnas que, desde la propia portada de la novela --toda una declaración de intenciones y una gran muestra de lo que realmente contiene--, está repleta de pirañas --entre pirañas es mejor no ser de carne y hueso, afirma un Basilio que además añade que el salto a la política es un rito de paso al lado oscuro, entrar en la bañera de pirañas, y no se puede salir vivo--. Y es que Basilio se compadece de Amelia. Tanto si pierde como si gana las elecciones. ¿Y qué sabemos de Amelia, por cierto? Pues poca cosa y mucho a la vez. Lo que le confiesa a Basilio en un momento ya cercano a las elecciones: tengo la demoledora sensación de que he tirado mi vida a la basura. He estudiado como una demente para no llegar a otra cosa que transmitir a mis alumnos tres ideas subrayadas y facilonas que condensan los cinco mil años que nos precedieron. He vivido toda mi vida con el mismo hombre --quince años mayor que ella, ya casi en la senectud-- al que he visto hacerse mayor a mi lado. Y si me tiras de la lengua te diré que ni ser madre ni ser esposa ni profesora siquiera han sido aspiraciones que doy por saciadas. Pues ese vacío se llena con esta aventura, te lo creas o no. A mí me llena la idea de que puedo ayudar a mi país.

   Como era de esperar, tampoco los ciudadanos salen nada bien parados de este particular diario de campaña. Mis queridos niños respetan las reivindicaciones laborales si afectan a su sector profesional, pero las desprecian cuando complican su vida cotidiana, afirma Basilio en relación a la falta de solidaridad de estos. Y, a su vez, el único que verdaderamente curra de toda la comitiva que sigue a la caravana del partido, Rómulo, el conductor del autobús, paga a los políticos con la misma moneda: ya lo verás. A medida que avance la gira, os iréis comportando como niños en el viaje del colegio. No sé lo que tiene el autobús, es una especie de vuelta a la placenta de la infancia, como un encantamiento mágico. Y, de alguna manera, Basilio le da la razón al reflexionar ante Amelia que tras conocer la política desde dentro, he comprendido que sucede al revés de lo que creía antes. Es la gente corrupta la que encuentra en la política un campo por explotar y les atrae ese sector para progresar en su maldad.  

    Tampoco la prensa y los periodistas se libran de las críticas de Queridos niños. Así, escribe Basilio que los periodistas ya no son inquisitivos ni impertinentes. Ahora aspiran a una vida cómoda, parecida a la que se pegan sus jefes. Y habla de un claro ejercicio de hipocresía al reconocer que cuando se trabaja para los partidos políticos conservadores, ya sea como político o como escribidor, lo que era mi caso, tienes que identificarte con un tipo de votante fiel y encastillado. Por eso, durante años, fue imprescindible mantener un discurso político contra el divorcio, mientras los representantes del partido se divorciaban sin problemas. Sucedió lo mismo con el aborto, había que combatirlo, pero no renunciar a ese derecho en el ámbito privado. Luego fue idéntica la posición con el matrimonio homosexual, tan protestado como utilizado, o la investigación con células madre. Y lo mismo con la eutanasia. Una cosa era pedir el voto por unos motivos y otra muy distinta convertir esos motivos en tu pensamiento íntimo. Eso lo tuvimos claro desde el principio en nuestro acuerdo, ¿verdad, Amelia?

    Respecto a la relación entre la política, la psicología y la manipulación cabe destacar un párrafo demoledor: en la política funcionan los condicionantes psicológicos, y cuando se dice de uno mismo que se es humilde, se disfraza la soberbia, cuando se advierte de que vas a decir la verdad, se miente, y cuando se asegura que algo es lo que todo el mundo piensa, en realidad no lo piensa nadie pero se pretende inducir a que todo el mundo lo piense. La clave está en hacerlo sin que se perciba esa constante manipulación. Y, para ello, añado yo, luchar para que los ciudadanos, los queridos niños, prefieran comer de la mano de los políticos antes que buscarse el pan por sí solos, es decir, ejercer el derecho que jamás deberían dejar perder: el de analizar, contrastar y verificar las informaciones y extraer las pertinentes conclusiones. Algo en lo que ayuda poco tener una misma empresa de televisión propietaria de un canal de derechas y otro de izquierdas, que maneja como un asador de dos parrillas para caldear el espíritu de sus audiencias.

     En definitiva, para el equipo de campaña de Amelia, hay tres aspectos básicos que conseguir durante la campaña electoral: recordar el abandono, las catástrofes, los dramas, y presentarse como salvadores y solucionadores; ser capaces de generar la imagen del día cada día; y, ante todo, no dudar, no decir la verdad y no rectificar. Porque ganar lo justifica todo, lo disculpa todo y lo hace olvidar todo. Y es que Queridos niños es una novela que bebe directamente de la pandemia y del clima político tan polarizado que existe en nuestra triste actualidad. Y la campaña que tan magistralmente describe David Trueba bien podría ser la de 2023. Es de esperar que esta obra abra los ojos a cuantas más personas mejor. Es una novela muy necesaria que ilustra a la perfección la realidad de nuestro país y de nuestra clase política. Ojalá sirva como alerta ante lo que puede que se nos venga encima muy, muy pronto ya. 


viernes, 21 de enero de 2022

Renegados: Born in the USA. Barack Obama/Bruce Springsteen. Debate. 2021. Reseña






    Durante los últimos meses de 2020, en plena pandemia, Barack Obama y Bruce Springsteen grabaron en el estudio que el músico tiene en su rancho de Nueva Jersey ocho podcasts que, bajo el título de Renegados, recogieron una serie de conversaciones y reflexiones de ambos sobre temas fundamentales de la vida cotidiana y la Historia de los EE. UU., sobre ellos mismos y sus respectivas carreras y también sobre sus familias. Presentados originalmente en marzo de 2021, finalmente llegaron en noviembre a las librerías como libro de gran formato. Un volumen muy atractivo --aunque no excesivamente cómodo de leer debido a su tamaño-- que incluye extras de los podcasts originales, así como fotografías inéditas de ambos, manuscritos de canciones y discursos, notas aclaratorias y explicativas de los diferentes temas tratados y fotografías de sucesos históricos y de aquellos quienes según los autores fueron y son héroes de la patria.   
    
    Resulta imposible resumir todos los temas tratados --y tampoco es el objetivo de esta reseña--, pero sí me gustaría destacar algunas cuestiones que me han resultado especialmente interesantes. Por ejemplo, la difícil relación que ambos tuvieron con sus padres. El político prácticamente no recuerda nada del suyo, puesto que cuando tenía tan solo dos años sus padres se separaron y su padre regresó a Kenia. A partir de ahí, la relación fue muy fría y solo se vieron un par de veces. El músico, en cambio, tuvo que sufrir a causa de un padre que padecía graves problemas mentales y de alcoholismo. Obama tuvo suerte, puesto que pudo tener como modelo de padre a la nueva pareja de su madre, a la que él mismo define como una buena persona. Springsteen, por su parte, reconoce que el miedo a amargar las vidas de sus posibles esposa e hijos lo llevó a destruir todo tipo de relación seria con las mujeres que se encontró durante muchos años.

    Ambos reconocen el gran valor de sus madres, quienes hubieron de tirar hacia adelante pese a que las circunstancias no fueron las más apropiadas en aquellos primeros tiempos. En los dos casos, fueron ellas quienes mantuvieron a flote la economía y la vida familiar. Y sin una sola mala palabra respecto a sus maridos --o ex marido, en el caso de la madre del ex presidente estadounidense--. Además, tanto uno como otro ponen en valor también la gran fortaleza y espíritu de sacrificio de sus respectivas esposas, Michelle y Patti, sin las cuales sus carreras no podrían haberse desarrollado tal y como las conocemos. Mujeres fuertes, independientes, con ideas claras y sabedoras de que no son meras comparsas sino compañeras por igual de sus maridos. Obama buscaba precisamente eso. Springsteen reconoce que le costó algo más llegar a la conclusión de que debía dejar de huir para echar raíces y crear su propia familia y su propio hogar.

    Uno de los aspectos sobre los que dialogan Obama y Springsteen es el que se refiere a la familia y a cómo conciliar sus obligaciones profesionales con la crianza de sus hijos e hijas. El músico reconoce que ser un padre cuarentón que ya atesoraba una dilatada carrera como estrella del rock lo ayudó a la hora de poder tomar decisiones sobre pasar menos tiempo fuera de casa y ayudar a Patti en las tareas domésticas y familiares. En cambio, para el ex presidente fue todo muy diferente. En su carrera como senador --cuando su hija tenía solo tres años-- hubo de pasar un año y medio fuera de casa casi todo el tiempo. Y lo mismo cuando afrontó su carrera presidencial en 2008. Y comenta que eché mucho de menos a mis hijas y cargué con un enorme peso a Michelle. Lo superamos gracias a su heroica capacidad para gestionar las cosas y a la increíble generosidad de mis hijas, que a pesar de todo querían a su padre. 
 
    El problema de la raza ocupa bastantes páginas del libro. Y los autores reconocen que queda mucho camino por recorrer todavía. Así, dice Springsteen, acostumbrado desde su adolescencia a trabajar con músicos de color --y a trabar con ellos una gran amistad--, que en Estados Unidos hemos querido a los negros y a los latinos cuando nos entretienen, pero cuando quieren vivir en la puerta de al lado seguimos siendo una sociedad tribal. Es parte de una tragedia que evidentemente persiste hasta el día de hoy. Estamos ligados a la historia del racismo. A este respecto, reconoce Obama que en los sesenta y setenta ser negro era algo de lo que estar orgulloso y debía valorarse. Las propias luchas que protagonizaban los negros en Estados Unidos eran parte de lo que los hacía especiales. Porque, de alguna manera, se habían fortalecido con el sufrimiento. Y el baloncesto se convirtió en el lugar donde un blanco y un negro podían encontrarse en igualdad de condiciones y ser parte de una comunidad.

    El anti belicismo y la forma en que se hacen determinadas cosas en los EE. UU., especialmente el capitalismo salvaje y devorador de la felicidad que implantó la administración Reagan, también fue objeto de diálogo entre los autores. Springsteen perdió varios amigos en Vietnam. Él mismo se libró de ir a la contienda por una artimaña. Se negó a ir a una guerra a la que los ricos podían decidir no ir simplemente pagando una determinada cantidad de dinero --o incluso matriculándose en alguna universidad--. La injusta y cruel guerra de Irak tampoco se libra de las críticas de este par de renegados. Y sobre el capitalismo, recuerda Bruce que salí de casa con veinte de los grandes en el banco y al final de aquella gira pensé: Oh, Dios mío, soy rico. Me odio a mí mismo. He caído en la trampa. Y recuerda sentir una extraña mezcla de satisfacción y vergüenza al conducir el Chevrolet Camaro que se compró con parte de aquel dinero. 

    Y, sin embargo, afirma Obama que, a pesar de todos los problemas referidos, lo que hace que EE. UU. sea un lugar excepcional no es su riqueza, su tamaño, sus rascacielos o su poder militar. Es el hecho de que es la única nación en la historia compuesta por personas de todas las razas, religiones y culturas, llegadas de todos los rincones del planeta. Y que creemos en nuestra democracia, en nuestro credo común, para unir esa mezcolanza humana y convertirla en un único pueblo. Lo bueno de ser candidato a presidente es visitar los cincuenta estados, conocer a gente que lleva distintos tipos de vida y en diferentes circunstancias, y ver el hilo conductor que nos une. Hay un vínculo, un lazo. Cuando hacemos las cosas bien y realmente somos quienes decimos ser el mundo respira un poco más tranquilo. Me da esperanza la próxima generación. Nuestros hijos creen en la igualdad de las personas casi como una reacción instintiva.

    Renegados: Born in the USA desgrana los sueños y los mitos americanos del músico y del político, la música preferida de ambos y el inicio, desarrollo y definitiva consolidación de una firme amistad forjada a través de los últimos años. Concretamente, desde que en 2008 a alguien del equipo de campaña de Obama se le ocurrió la idea de pedir a Springsteen que amenizara con su música algunos de los actos electorales. Algo que volvió a ocurrir en la campaña de reelección en 2012. A través de sus trescientas páginas conocemos mejor a ambos no como profesionales de sus respectivos campos sino como personas, hijos, maridos y padres. Unas personas quizá demasiado positivas --que llegan a idealizar algunos temas, cuestión genuinamente norteamericana-- pero también anhelantes a la hora de tratar de conseguir para el futuro una nación de iguales pese a las diferencias de cada uno de sus conciudadanos.             


viernes, 14 de enero de 2022

Jungleland 3: las 50 mejores entradas (2017-2020)

 




    Las pasadas navidades vio la luz el tercer volumen recopilatorio de las mejores entradas de este blog. En este caso, las del período comprendido entre 2017 y 2020. Las 50 mejores de entre las 120 publicadas durante esos cuatro años. De este manera se cierra la primera década de vida del blog (2011-2020), que ha publicado en total 400 entradas de temática variada. Se advierte, eso sí, que con el tiempo se han ido imponiendo las reseñas literarias (en este volumen aparecen un total de 34) y han ido disminuyendo las reflexiones que tienen que ver con el cine (5), la música (4), el deporte (solo 1) y la política --especialmente la internacional-- y la actualidad (6). 

    Y esto no se debe a una mera casualidad, sino a que escribir un buen artículo sobre estas otras temáticas requiere un mayor esfuerzo en preparación y en documentación --porque las opiniones vertidas siempre deben (o deberían) ir acompañadas de datos que las apoyen, y no ser simples ideas absolutamente subjetivas aparecidas en la mente del escritor en un momento determinado-- y a que, quizás, necesitarían un blog aparte. La cuestión es que en esta web, básicamente literaria, he podido comprobar que estos artículos, que tanto trabajo me cuestan, tienen una menor repercusión. Lo cual finalmente me ha hecho decidir invertir en ellos un menor tiempo.

    El único artículo deportivo incluido en este recopilatorio es Querido Kobe: gracias por tanto, escrito el 27 de enero de 2020 tras el trágico accidente de helicóptero que costó la vida a todos los ocupantes del aparato, incluido el mítico jugador de baloncesto Kobe Bryant. En el apartado de la música, una de mis grandes pasiones, he elegido para este volumen cuatro entradas: las críticas de los discos Western Stars (2019) y Letter To You (2020), de Bruce Springsteen, el obituario que escribí como homenaje a Luis Eduardo Aute, fallecido en abril de 2020, titulado Querido Eduardo: jamás morirá la BELLEZA... y la celebración de una efeméride que titulé The Wall, de Pink Floyd, el único muro que jamás deberíamos derribar cumple cuarenta años. 

    En el apartado del cine, otra de mis debilidades, incluyo otra entrada que también tiene muchísimo que ver con la música: la película de Brian Singer titulada Bohemian Rhapsody (2018), que rindió homenaje a Queen y a su mítico cantante, Freddie Mercury. Además, escribí sobre las oscarizadas Green Book (Peter Farrelly, 2018) y Parásitos (Bong Joon-ho, 2019) y sobre la inigualable película sobre la Primera Guerra Mundial 1917 (Sam Mendes, 2019). Como novedad, también publiqué un comentario-reflexión sobre una serie, en este caso española, que llamó mi atención y me cautivó y hasta emocionó. La entrada se publicó en 2019 y llevó por título Merlí. Una serie sobre la relación entre la filosofía y la vida

    En cuanto a la política nacional, aparecen en este volumen mis escritos 28A: España dice No al fascismo y 10-N. Del "con Rivera NO" al "con Iglesias SÍ" (publicados respectivamente en abril y noviembre de 2019). En ellos reflexioné sobre el tortazo que se llevaron los derechistas extremos españoles y sobre el radical giro que hubo de tomar el PSOE de Pedro Sánchez tras los cánticos de sus afiliados reunidos en Ferraz tras ambos procesos electorales. Y respecto el denominado procés independentista catalán publiqué ...Y el republicanismo catalán barrió al 155 monárquico español (22 de diciembre de 2017) y Cataluña: un año tras la DUI (26 de octubre de 2018). 

    Sin duda, 2020 ha sido el año más convulso de la década. Por un lado, a nivel local, en enero escribí A quien corresponda: "Gloria" o el comienzo del fin, entrada en la que me hice eco no solo de los terribles temporales sufridos por el litoral mediterráneo sino de las opiniones de los científicos, que demandan un drástico cambio en el planteamiento turístico y económico de la zona. Y a nivel global, en marzo, hablé de El San José más triste de nuestras vidas. El coronavirus acababa de irrumpir en nuestro día a día y, de repente, lo había puesto todo patas arriba. Recién confinados todos, reflexioné sobre cómo había cambiado todo tan rápidamente. Y sobre la fragilidad de quienes pensábamos estar por encima de todo peligro.

    Entre las 34 reseñas literarias elegidas para este recopilatorio debería diferenciar entre clásicos y novedades. Y entre obras nacionales y extranjeras. Entre los clásicos extranjeros cabe mencionar Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, Un mundo feliz y Nueva visita a un mundo feliz, de Aldous Huxley, Frankenstein, de Mary Shelley, Madame Bovary, de Gustave Flaubert, Rojo y negro, de Stendhal, La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera o 84 Charing Croos Road, de Helene Hanff. Entre las novedades foráneas, sin duda, me quedo con las obras japonesas El cielo es azul, la tierra blanca, de Hiromi Kawakami, y Escucha la canción del viento/Pinball 1973, de Haruki Murakami, y la gran novela de la década: 4321, del estadounidense Paul Auster. 

    De entre los clásicos en lengua castellana debo mencionar a Gabriel García Márquez (que aparece por triplicado con Relato de un náufrago, Crónica de una muerte anunciada y El coronel no tiene quien le escriba), Miguel Delibes y Los santos inocentes y Torcuato Luca de Tena y Los renglones torcidos de Dios. Pero, como no podía ser de otra manera, las grandes estrellas de un blog básicamente literario y además español son las novedades en lengua castellana. Y, como suele ocurrir, cada uno tiene sus autores y autoras fetiche. Lo cual determina que haya presentes varios autores y más de una de sus últimas obras. 

    El catalán Víctor del Árbol aparece con La tristeza del samurái, Por encima de la lluvia y Antes de los años terribles. El madrileño Juan Gómez-Jurado con la trilogía que forman Reina roja, Loba negra y Rey blanco. El extremeño Luis Landero está presente con El balcón en invierno, La vida negociable y Lluvia fina. Manuel Vilas ha escrito en los últimos años las magníficas Ordesa y Alegría. Y tampoco podían faltar las reseñas de las inolvidables obras Tierra de campos (David Trueba), Autorretrato sin mí (Fernando Aramburu), Tierra (Eloy Moreno), Más allá de mis canciones (Andrés Suárez), La rabia (Lolita Bosch), El infinito en un junco (Irene Vallejo) y pequeñas mujeres rojas (Marta Sanz). 

    Este tercer recopilatorio bloguero-junglero podéis encontrarlo en la tienda Amazon, tanto en versión papel como en digital .       

  

viernes, 28 de febrero de 2020

El pan de los años mozos. Heinrich Böll. Seix Barral. 1971. Reseña





     Escrita y publicada por vez primera en 1955 en la Alemania natal del Premio Nobel de Literatura (1972) Heinrich Böll, El pan de los años mozos fue publicada en España por Seix Barral en 1971. Cuando la escribió era ya un autor conocido en toda Europa, aunque todavía faltaban unos años para que, en 1963, saltara definitivamente a la fama gracias a su obra más conocida, Opiniones de un payaso, reseñada también hace algún tiempo en este mismo blog. Como en la mayoría de sus libros, el principal tema tratado fue la situación de la República Federal de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto, pese a no participar del ideario nazi, fue reclutado por la Wermacht para combatir en Polonia, Francia o la URSS. Fue detenido en 1945 por el ejército de los EE. UU. y pasó por varios campos de detenidos de Francia y Bélgica.

     El compromiso político y social de Böll fue creciendo con el paso de los años. Se opuso a la extrema derecha y a la xenofobia y escribió sobre las clases sociales media y baja para denunciar los abusos de la clase alta. El título de la novela que nos ocupa deja claro su propósito: centrar la atención del protagonista y narrador, el joven Walter Fendrich, en un aspecto tan clave y vital como conseguir el pan necesario para poder seguir con vida durante sus años de juventud. Para ello, como es de suponer, ha de recurrir a todo tipo de argucias. Algunas legales; otras, no tanto. Todo ello, mientras trata de aprender un oficio con el que ganarse la vida de forma honrada. Así, después de ser aprendiz de banca, de vendedor y de carpintero, me inicié como electricista con Wickweber, un explotador que lo obliga a trabajar todos los días de la semana a cambio de un salario y una sopa. 

     Recuerda nuestro protagonista que durante buena parte de los siete años anteriores la idea del pan fresco se me metía estúpidamente en la cabeza. Pan. Deseaba pan como un morfinómano desea la morfina. Aún ahora, reconoce, cuando voy a cobrar y después cruzo la ciudad con los billetes y las monedas en el bolsillo, me viene a menudo el recuerdo del temor de lobo que me asaltaba durante aquellos días, y compro el pan tierno que veo en los escaparates de las panaderías. Aunque durante esos siete años Wickweber no se portó con él nada mal, no peor que con otros de sus operarios, comenzó a odiarlo muy pronto al comprobar el olor que salía de su cocina. El hambre y las agotadoras semanas de trabajo le sirvieron a Walter, sin embargo, para ir ahorrando. Ahora, incluso tiene un coche con el que se mueve por la ciudad.

     Su deseo es ahorrar lo suficiente como para conseguir la fianza con la que pagar su independencia respecto a Wickweber y pasarme a la competencia cuando quiera. También encontrar el amor verdadero. Porque Ulla, la hija de su jefe, con la que sale desde hace unos años, es para él solo un entretenimiento. Supone que es su prometida, pero no concibe la idea de casarse con ella y vivir juntos para siempre. Mientras el pan es la medida de los precios de la vida, el recuerdo de su amada y difunta madre y de su padre, un profesor mal pagado que apenas llega a fin de mes, lo acompañan en su recorrido diario por la ciudad. Una ciudad que lo va conociendo como reparador de lavadoras. Ese es su oficio. Con el que se gana ese pan tan necesario. Pero no solo de pan vive el hombre, parece pensar últimamente Walter.

     Un eterno lunes cambiará su vida. A mediodía debe recoger en la estación a una joven paisana que viaja hasta la ciudad para ganarse la vida como maestra. Su nombre: Hedwig Muller. La mujer que añadirá la gota que colmará el vaso que hará saltar por los aires la vida del protagonista de esta historia. Nada más verla, sentada en su maleta, todo dejará de tener importancia para él. Y seducirla y hacerla suya será su única obsesión desde entonces. Porque El pan de los años mozos es también una historia de amor. El hambre, la imperante necesidad de pan, los problemas de la posguerra, ese ambiente hostil de lobos solitarios y fríos emocionalmente, la pérdida de una madre, la vida al límite de la locura y los anhelos de independencia económica y laboral quedan atrás cuando Walter conoce a Hedwig. 

     Y la novela se convierte en la crónica de cómo una vida puede cambiar en un solo día. Un día en el que uno ha de dejar de lado su vida anterior para lanzarse de lleno al futuro. En el que un amor inesperado pero fascinante lo anima a uno a vivir. Y las medidas de todas las cosas dejarán de ser el pan y la bondad de aquellas pocas personas que lo habían ayudado en sus peores momentos (sus años mozos de aprendiz) --la unidad es el pan de aquellos años jóvenes, que viven en mi memoria como si estuvieran envueltos en una espesa niebla. La sopa que nos daban sonaba débilmente en el interior de nuestro estómago; caliente y amarga, nos volvía a la boca cuando, por la noche, nos balanceábamos en el tranvía que nos llevaba a casa. Era el eructo de la impotencia, y el único placer que teníamos era el odio..., el odio-- y pasará a ser Hedwig.    

     No es bueno que el hombre esté solo, nos dice la Biblia. Se vuelven igual que los lobos, añade en una de sus canciones el cantautor Víctor Manuel. Desde su ferviente catolicismo, Heinrich Böll parece que en esta novela se apiada del hombre que protagoniza su historia (Walter Fendrich) y se erige a sí mismo como una especie de Dios creador que, como escritor y autor de estas páginas, manda a una mujer (Hedwig Muller) como salvadora del alma del reparador de lavadoras. El lobo que fue en busca de pan y alimentos deja paso a otro animal más dócil que ansía el cariño de quien pretende que se convierta en su mujer. Porque desde el primer momento queda claro que Hedwig no es Ulla. Lo que Walter no ve en la hija de su jefe través de los años, sí lo ve en la recién llegada en apenas un instante. 

     Cuando la Academia Sueca otorgó a Böll el Nobel de Literatura en 1972 destacó de él que por su combinación de una amplia perspectiva sobre su tiempo y una habilidad sensible en la caracterización ha contribuido a la renovación de la literatura alemana. En efecto, su estilo fino y su escritura ágil hacen de sus obras unas lecturas que rozan la adicción. Así me ha ocurrido a mí mismo con Opiniones de un payaso y El pan de los años mozos. A buen seguro, no serán sus últimas obras que lea. Puede que no tenga la fama de su coetáneo Gunter Grass, pero leer su obra siempre vale la pena...
                     

      

jueves, 23 de enero de 2020

A quien corresponda: "Gloria" o el comienzo del fin





     Han pasado cuarenta y ocho horas desde que dejó Gandia Gloria, el terrible temporal que ha asolado ciudades y playas a lo largo de medio país. Aunque todos hemos visto gran cantidad de fotografías y vídeos de lo que iba ocurriendo durante las tres jornadas que duró el fenómeno conviene darse una vuelta por los lugares más afectados para terminar de asimilar lo acaecido. También, sobre todo, para reflexionar sobre sus causas y sus consecuencias. Me ceñiré en el presente escrito a Gandía y su comarca, aunque me temo que aquellos lectores que lo lean desde otras zonas del país se podrán sentir muy identificados con mis sensaciones y mis expresiones. 

     Durante estas tres jornadas hemos visto los cauces de los ríos desbordados, multitud de inundaciones, varias casas que se han venido abajo, las olas del mar visitando nuestras plazas y calles y destruyendo nuestras playas, cocheras anegadas, bajos arrasados, gente aislada en sus casas y edificios durante horas o incluso días --sin poder salir, y sin luz ni agua--, carreteras invadidas por las aguas, personas muertas en horribles circunstancias, la policía y los bomberos desbordados ante una cantidad ingente de urgencias, y caos e impotencia. Mucho caos y mucha impotencia. Y una sensación definitiva de que la naturaleza siempre será mucho más fuerte que nosotros. 

     La imagen que nos sirve de cabecera nos transporta a un paisaje apocalíptico. Sin embargo, no siempre una imagen vale más que mil palabras. Lo peor, con todo, no es el daño que pueda habernos dejado este fenómeno, sino que los científicos aseguran que es tan solo el comienzo de lo que va a venir en el futuro. Un futuro que, visto lo visto, ya está aquí. Y es que esta clase de temporales va a ser cada vez más habitual, y más virulenta. Y con consecuencias mucho peores, por supuesto. Ante ello, cabe reflexionar con hondura para tratar de buscar una solución a tan gran problema. Un problema que amenaza nuestra propia existencia como especie en este planeta. 

     A tenor de los últimos hechos --y no me refiero únicamente a este último temporal--, negar el cambio climático es una gran irresponsabilidad. Sobre todo si quien lo niega es un político, pues son ellos, los políticos, quienes más pueden hacer para proteger el planeta en que vivimos. Pero no solo ellos. Porque el cambio de modelo de vida necesario para ello ha de comenzar con cada uno de nosotros. Tú, que me lees; y yo, quien te escribe. Porque Gloria no es más que el comienzo del fin de un modelo de vida que ya se ha demostrado que nos conduce directamente a la auto destrucción. ¿Qué hacer, pues? Más allá del conjunto de pequeñas-grandes acciones que todos nosotros podemos realizar en nuestro día a día hay un par de preguntas básicas que deben hacerse los políticos. A saber:

     La primera: ¿deben gastarse millones y millones de euros en rehacer todo lo que la naturaleza vaya deshaciendo cada vez con mayor asiduidad y virulencia? Y la segunda: ¿en qué momento habrá que poner fin a un modelo de vida obsoleto por insuficiente e inútil? Evidentemente, la respuesta a la primera cuestión es un NO. Porque, de seguir así, la economía municipal --me refiero a la gandiense, obviamente-- se convertirá en un pozo negro sin fondo. Reconstruir lo destruido por los temporales será cada vez más caro debido tanto a su cada vez menor tiempo entre uno y otro temporal como a los mayores daños ocasionados por su ascendente incidencia. La respuesta a la segunda cuestión debería ser igual de sencilla que la primera, pues. Es decir, YA es el momento de actuar. 

     Las dos cuestiones anteriores nos refieren, por tanto, a una irremediable tercera. ¿Cómo actuar, entonces? Los científicos afirman que es imposible seguir viviendo de la misma manera sin que ello cause pérdidas, tanto humanas como económicas, que pronto comenzarán a estar fuera de nuestras posibilidades materiales. Urge, por tanto, cambiar nuestra forma de vida. Y ello conlleva que el turismo debe dejar de ser la primera prioridad. Nuestros paseos marítimos pronto dejarán de existir tal y como los hemos conocido hasta ahora. Lo mismo ocurrirá con nuestras playas. Y debemos asumirlo cuanto antes y comenzar a explorar otras posibilidades. No resulta conveniente continuar dándonos de bruces contra la realidad cada dos por tres.

     Siguiendo con el caso de Gandia, y siempre teniendo en cuenta los consejos dados por los científicos, nuestra protección y seguridad futuras --ya presentes, por lo visto estos días-- pasan por estas dos decisiones urgentes: la construcción de escolleras para evitar que las olas del mar continúen visitando nuestras casas e infraestructuras costeras --lo que conllevaría, como parte negativa, la pérdida de las playas tal y como las venimos conociendo-- y preservar y reconstruir las dunas como elementos de defensa natural contra la erosión marina --a la vista está que las zonas de dunas de la playa de l´Ahuir en Gandia y de Oliva han resistido mucho mejor el temporal que las restantes--. Por ahí han de venir, pues, las soluciones a este problema. 

     Las grandes cuestiones, llegados a este punto, son las siguientes: ¿tomarán verdadera conciencia del problema y sus posibles soluciones nuestros políticos? ¿Se dejarán asesorar algún día por los científicos? ¿Hasta cuándo seguirán pesando más los factores económicos que los medioambientales? ¿Llegaremos a tiempo en la lucha por preservar nuestra presencia en este planeta? El gobierno español ha decretado esta misma semana la primera emergencia climática. Pero esto no arregla nada por sí mismo. Hace falta una verdadera ambición política. Y mucha valentía. De momento, hoy mismo, mientras nuestros gobernantes venden en Fitur nuestra playa como gran destino turístico a nivel internacional, tan solo cuatro operarios limpiaban nuestros más de tres kilómetros de playa. 

     Y servidor se plantea una pregunta: ¿que pasará cuando un temporal como este --o peor todavía-- tenga lugar en pleno mes de agosto, con más de trescientas mil personas en nuestra playa? El martes, cuando dejó de llover, los supermercados estaban repletos de gente que compraba para rellenar despensas y neveras. ¿Os imagináis que sucede algo así en plena temporada? El caos más absoluto, sin duda. A quien corresponda...


                                

     

sábado, 30 de marzo de 2019

España. Manuel Vilas. Alfaguara. 2008. Reseña





     A finales de 2018, justo diez años después de su primera publicación y aprovechando el más que merecido éxito de su última novela, Ordesa, la editorial Alfaguara relanzó España. Una novela de relatos, elucubraciones, visiones y recuerdos en la que el escritor de Barbastro Manuel Vilas realiza un espectacular ejercicio de construcción de un país en el que sentirse más a gusto, con él y consigo mismo. Porque, como el propio autor reconoce en las primeras páginas, recuerdo que titulé así esta novela, con título tan temerario, porque me parecía que la palabra más incómoda y casi maldita que existe en mi país es precisamente el nombre de mi país. Me parecía que ya solo ese hecho objetivo merecía un libro. Merecía una comedia, una celebración, un suspiro y un beso misterioso.

     Vilas escribió esta novela en un momento de su vida, poco después de cumplir los cuarenta años de edad y de perder a su padre, en el que ansiaba romper con las convenciones y la injusticia y buscar la libertad. Para ello se inventó una manera diferente de estar en este país, creando desde la nada un libro en el que la imaginación y el delirio campan a sus anchas. Lo consiguió, pues hay diferentes momentos de la novela que nos recuerdan al más puro surrealismo. Y también al vanguardismo. Porque lo que encontramos en España es una mezcla de Kafka, Frankenstein, Patti Smith, los poetas de la generación del 27, Bob Dylan y varios Manuel Vilas. Y es que el propio autor se convierte en personaje en varios fragmentos del libro.

     Vilas asimiló entre 2002 y 2007 que todo lo que yo era, había sido y sería formaba parte de un tiempo concreto, una sociedad y una identidad cultural. Me di cuenta de que mi vida era un suceso insignificante que ocurría dentro del descomunal, anónimo y terrible océano de la Historia. Sin duda, la España de esa época no le gustó --probablemente la actual todavía le debe gustar mucho menos--, y emergió desde su interior un fuerte espíritu de rebeldía. Su corazón le dictó una España diferente, y también un mundo diferente, pariendo esta nueva España que encontramos en las doscientas páginas que componen la novela. Un país en el que, por ejemplo, un padre no haya de sufrir por el maltrato laboral al que está siendo sometido su hijo.

     El ser humano olvida la verdad; hay que repetirla; por triste que sea, la conciencia humana se entrega enseguida a la mentira o al olvido, que son lo mismo, afirma Vilas en referencia al canterismo y a la tecnología moral de la repetición. Por eso hay que repetir aquello de un te quiero, una caricia y un adiós. Porque la maldad existe. Y un crítico literario puede cargarse la carrera de un gran escritor a base no de criticar sus trabajos sino de simplemente ignorarlos. Lo peor no es una crítica negativa, sino no ser nombrado y, por tanto, no existir. Y la música y la literatura juegan un papel excepcional en la vida y obra de Manuel Vilas, convirtiéndose en formas de lucha contra la locura y la desesperación. Por eso, España está llena de poetas, narradores y músicos. 

     Max Brod, amigo de Kafka, salvó sus tres novelas póstumas --El proceso, América y El castillo-- huyendo de Praga la noche anterior a la llegada de los nazis, que asesinaron a las tres hermanas del famoso escritor. El pintor zaragozano Víctor Mira se suicidó en unas vías de tren en Alemania, harto de tanto Mal, el tema central de sus pinturas. El escritor Valle-Inclán creyó que España era el infierno cómico que Dante no supo escribir. Un injustamente condenado a muerte por electrocución afirmó que no me importa la muerte, sino la condena. Me importa que no quieran que viva. Me duele que haya gente que quiera la aniquilación de mi pensamiento. La injusticia, en suma, es uno de los temas de la novela. 

     En ella aparecen también las ideas del desarraigo y de los desfavorecidos. Y vemos a hombres que se suicidan en lugar de simplemente divorciarse, catedráticos que lo dejan todo para irse a las misiones, amantes que cambian a su amante por otra, pequeñoburgueses que se presentan a las tres de la mañana en pisos cochambrosos de las afueras pidiendo un talego de costo, políticos sin voluntad de transformación histórica, literatos que se mueren de hambre --literatura y hambre en España son lo mismo-- y terroristas metidos a jueces que discuten entre sí sobre si conviene o no ejecutar a su joven e inocente rehén --deberíamos matar a obispos y senadores y ministros y generales y al rey de España..., pero no hay huevos, solo tenemos huevos para matar a estos desgraciados, que encima son clase obrera--. Desarraigo, Mal, injusticia, de nuevo.

     Pero no podemos olvidar la política. Es el otro gran tema de España. Hay sitio para Aznar y Zapatero, por ejemplo. Y, ciertamente, no salen muy bien parados en estas páginas. Mejor les va a Fidel Castro y al Che Guevara. Así, Vilas da voz a Fidel para decir palabras como estas: Ernesto es nuestra forma de estar en la Historia. Y nadie quiere que estemos en la Historia. El Che es el cuerpo y la sangre de América Latina. Hemos existido gracias a Ernesto y a la Revolución cubana. No nos dejaron otra forma de existencia. ¿Por qué nos han odiado y robado tanto? ¿Por qué nos han condenado a la pobreza? ¿Quién les dio el derecho ?¿Dónde se obtiene ese derecho? ¿Por qué callan España y Europa?

     España es una novela muy arriesgada. Para poder escribir algo así, el autor debe ser plenamente consciente de cuáles son sus intenciones. Y queda claro que las intenciones de Vilas a la hora de planear estas páginas eran la originalidad, la imaginación llevada hasta el mismo delirio, la libertad y un total desprejuicio. El autor se nos muestra brillante, lúcido, crítico y también ameno. Algo fuera del alcance de la mayoría de los escritores actuales. Sobre todo en nuestro país.              

     

miércoles, 18 de abril de 2018

El arte de la guerra. Sun Tzu. Plutón Ediciones. 2010. Reseña





     Sun Tzu fue un general, estratega militar y filósofo de la antigua China. Su nombre de nacimiento fue Sun Wu, aunque se le conoce mundialmente por su título honorífico, que significa Maestro Sun. Vivió en el siglo VI a. C.. Figura histórica legendaria, ha tenido un gran impacto en la historia y en las culturas china y asiática por ser el autor de El arte de la guerra, un tratado sobre estrategia militar que influyó, más de dos mil años después, a Maquiavelo. De hecho, El príncipe está considerada como la obra filosófica, política y militar más importante desde el tratado de Sun Tzu. Más cercano en el tiempo, encontramos su influencia en los shogunatos y la Revolución Meiji de 1868 en Japón y en la creación de la China Popular por Mao Zedong, quien finalmente consiguió vencer a Chang Kai Chek tras la Gran Marcha, en parte gracias a estos consejos. 

     El tratado de Sun Tzu contiene trece capítulos breves que parten de ideas más generales y se van concretando a base de desarrollar aspectos más puntuales que completan la información de partida. En el primer capítulo, que versa sobre los planes preliminares, habla de los cinco factores fundamentales que determinan las condiciones existentes en el campo de batalla: la ley moral, el clima, el terreno, el mando y la doctrina. Todo el arte de la guerra se basa en el engaño. El capítulo segundo trata sobre la conducción de las operaciones, desaconseja las operaciones largas y el maltrato de los prisioneros y aconseja el saqueo y el aprovisionamiento de riquezas del enemigo. El capítulo tercero, dedicado a la estrategia ofensiva, nos habla de la conveniencia de tomar el país enemigo lo más intacto posible y de que hacer prisionero al ejército enemigo es mejor que destruirlo.

     El capítulo cuarto desarrolla las disposiciones tácticas, asegurando que nuestra invencibilidad depende de nosotros; la vulnerabilidad del enemigo, de él y que no cometer errores asegura el triunfo. El capítulo quinto, La energía, trata de la cuestión de la organización, de las combinaciones infinitas en el campo de batalla y de la necesidad de mantener las apariencias para engañar al enemigo (la confusión aparente indica una disciplina perfecta; el miedo simulado indica valor; la debilidad simulada indica fortaleza). El capítulo sexto versa sobre los puntos débiles y fuertes, y transmite la necesidad de llegar antes que el enemigo al campo de batalla y de que cuando el enemigo esté descansado, has de saber fatigarlo; cuando esté bien alimentado, hacerle pasar hambre; cuando esté descansando, forzarlo a moverse.

     En el capítulo séptimo se habla de las maniobras, que deben transformar un camino tortuoso en la vía más directa y convertir la desventaja en ventaja. Vuelve a hacer hincapié en la importancia del engaño y apuesta por analizar la situación y tomar la decisión conveniente. Además, haciendo referencia a El Libro de la Administración Militar, dice que: como las palabras emitidas no se pueden oír en el fragor del combate, se emplean los tambores y los gongs. Como las tropas no se pueden ver con nitidez durante el combate, se utilizan las banderas y los estandartes. Gongs, tambores, banderas y estandartes pueden unir a las tropas en un punto, de forma que el valiente no avanzará solo y el cobarde no retrocederá.

     El capítulo octavo trata de las variaciones en la táctica. Aconseja no utilizar la misma en dos combates seguidos y subraya los cinco peligrosos errores que pueden afectar al general: si es imprudente, puede perder la vida; si es cobarde, será capturado; si es colérico, puede ser ridiculizado; si su sentido del honor es demasiado susceptible, se le puede avergonzar; si tiene demasiadas contemplaciones con sus hombres, se le puede hacer sufrir.  En el noveno capítulo, titulado En marcha, se nos avisa de que la simple superioridad numérica no debe confiarnos y de que debe tratarse con humanidad a los soldados. Además, afirma que si las órdenes son eficaces, el ejército será disciplinado; si no lo son, el ejército no será disciplinado. 

     Los capítulos décimo y undécimo tratan sobre el terreno y las nueve clases de terreno. El primero clasifica los terrenos en accesibles, difíciles, neutros, cerrados, accidentados y distantes. Asegura que la formación natural del terreno puede ser un factor esencial en el combate, por lo que ha de ser estudiado a conciencia antes de la batalla. Y añade: conoce al enemigo y conócete a ti mismo y tu triunfo nunca se verá amenazado. Conoce el terreno y las condiciones climáticas y tu victoria será completa. En el segundo capítulo de este bloque establece a la rapidez como la esencia misma de la guerra. Cuando el adversario cometa una equivocación has de ser veloz como una liebre. De esta manera, no podrá resistirse.

     El capítulo duodécimo, El ataque con fuego, establece las cinco maneras existentes de atacar con fuego:  quemar a las personas, quemar los almacenes, quemar el equipo, quemar los arsenales y emplear proyectiles incendiarios. Afirma que aquellos que utilizan el incendio para reforzar sus ataques poseen la inteligencia de su lado; los que usan el agua, la fuerza. Y añade que el gobernante sabio delibera acerca de los planes; los buenos generales los ponen en práctica. El capítulo décimo tercero, y último, lleva por título El uso de agentes secretos. La información previa a emprender una guerra es básica para conseguir la victoria final. Y esta no puede conseguirse de los espíritus, ni de las divinidades, ni por semejanza con acontecimientos pasados ni de los cálculos. Es preciso conseguirla a través de hombres. Los agentes secretos se clasifican en : locales, interiores, dobles, falsos y destacados.

     La obra, más allá de los aspectos filosóficos, políticos y estratégicos, es utilizada a día de hoy en múltiples ámbitos que poco o nada tienen que ver con el militar. Es el caso de su uso como guía en programas de administración de empresas y liderazgo destinadas a la gestión de los conflictos y la cultura corporativa. Lo cual otorga una vigencia a la obra de Sun Tzu que no está al alcance de ninguna otra en el mundo. Al menos, de una que data de hace nada más y nada menos que 2.700 años o, dicho de otro modo, 27 siglos.                       

    

miércoles, 1 de febrero de 2017

Jungleland 2: Las 50 mejores entradas (2014-2016)





     Ya está disponible, tanto para formato papel como para el Kindle, el segundo volumen de la recopilación de los artículos del presente blog, Jungleland. Tal y como hice hace tres años con el primer volumen, vuelvo a unir, en un solo libro, las cincuenta entradas más significativas del mismo. Deporte, política, cine, música y, ante todo, literatura componen un mosaico que ejemplifica los temas que más me apasionan. Lógico, pues, que sean sobre los que escribo a menudo en este portal de internet.

     Si en el trienio 2011-2013 publiqué ciento cincuenta entradas blogueras, en el que comprendió los años 2014-2016 fueron ciento treinta. Un ligero descenso en el número de publicaciones que se debe al hecho de un aumento de las ocupaciones cotidianas y a una mayor necesidad de sacar tiempo para escribir mi tercera novela, Primera mujer, primer amor y continuar con el proceso de finalización de documentación y posterior escritura de la segunda parte de El Círculo de las Bondades, que posiblemente llevará por título El Grito de los Inocentes. Precisamente un viaje a Varsovia, para documentarme y presentar mis respetos a mi querida protagonista, Irena Sendler, aparece reseñado en el presente volumen.

     De los cincuenta artículos que aparecen en este segundo volumen de Jungleland podéis encontrar un sentido homenaje al que fuera primer Presidente del Gobierno Democrático, Adolfo Suárez González, con motivo de su fallecimiento --siendo esta la única entrada política que aparece en este volumen, aunque se publicaron algunas más durante el pasado trienio, como es lógico-- y otro par de recordatorios, deportivos en este caso, hacia las figuras de Luis Aragonés --también fallecido durante estos últimos tres años-- y Fernando Martín, en el 25º aniversario de su muerte.

     La música también ha estado presente en el blog. Como bien sabéis, el Boss es mi ídolo. Y no solo en lo musical. También en muchos otros aspectos. A uno de sus temas debo el título de este blog. En esta nueva recopilación aparecen las críticas de tres de los discos más carismáticos de Bruce Springsteen --Born to run, Born in the USA y High hopes--, otro homenaje, en esta ocasión al mítico David Bowie --que nos dejó hace apenas un año-- y  la crítica del último trabajo discográfico de U2, Songs of Innocence

     El séptimo arte aparece de la mano de la adaptación a la gran pantalla de la más famosa obra de Noah Gordon, El médico; la necesaria y merecidamente oscarizada Spotlight; la última película de Spielberg, El puente de los espías, con un Tom Hanks magnífico; la recientemente estrenada (excelente y soberbia) El Principito --¡necesitamos más films como este!--; una intimista Tren de noche a Lisboa (con un gran Jeremy Irons); y las maravillosas (y españolas) Truman (con un duelo estelar: Javier Cámara y Roberto Darín) y Altamira (con Banderas descubriendo, enseñando y convenciendo).

     He dejado para el final lo más importante: la literatura. Es el motivo por el que existe este blog. Las reseñas son la razón de ser del mismo. La de Primera mujer, primer amor, obviamente, está incluida aquí. Pero he leído mucho estos tres años. Y, de entre todas, elegir 33 reseñas para Jungleland 2 no ha sido tarea nada fácil. He tenido que dejar fuera grandes obras. Al final, me he decidido por las siguientes. 

     De las 33, 11 son obras extranjeras: Chesil beach y La ley del menor, de Ian McEwan, mi gran descubrimiento de los tres últimos años; El hijo de César, del genial e inigualable John Williams; El último judío, de Noah Gordon; El tambor de hojalata, del Premio Nobel alemán Günter Grass; Matar a un ruiseñor, la inmortal obra de la recientemente fallecida Harper Lee; La ladrona de libros, de Markus Zusak; El mundo de Sofía, sublime obra filosófica del noruego Jostein Gaarder; El psicoanalista, de John Katzenbach; la soberbia El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger; y Born to run, las memorias de Bruce Springsteen, escritas de su puño y letra. Casi nada. 

     Y 22 son españolas e iberoamericanas: El héroe discreto y El sueño del celta, del Premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa; El hereje, del genio universal vallisoletano Miguel Delibes; Intemperie, de Jesús Carrasco (¿posible digno sucesor del anterior?); Días de Nevada, del académico vasco Bernardo Atxaga; Patria, (¡probablemente mi mejor lectura del trienio!),de Fernando Aramburu; las dos últimas obras del mejor escritor valenciano contemporáneo, Rafael Chirbes: En la orilla y París-Austerlitz; La colmena, del Premio Nobel gallego Camilo José Cela; Los girasoles ciegos, del madrileño Alberto Méndez; Cartas a palacio y Tengo en mí todos los sueños del mundo, del guionista hispano-portugués Jorge Díaz; Cicatriz y El paciente, del periodista madrileño (y rey actual el thriller español) Juan Gómez-Jurado; Y de repente, Teresa y Treinta doblones de oro, del indiscutible líder de la novela histórica española, Jesús Sánchez Adalid; Hombres buenos, excepcional novela de Arturo Pérez-Reverte; El abogado de pobres, del escritor y abogado jerezano Juan Pedro Cosano; Un verano en la casa azul, del joven pero magnífico escritor catalán David Casado Aguilera; y Respirar por la herida, La víspera de casi todo y Un millón de gotas, del también catalán Víctor del Árbol, el gran descubrimiento español del trienio para servidor.

     En definitiva, Jungleland 2: las 50 mejores entradas (2014-2016) agrupa lo más significativo de un blog que busca ser simplemente un canal de comunicación entre este humilde escritor y sus pocos pero muy fieles seguidores. Espero que os guste... Y, como siempre, ¡muchas gracias!   
                    

martes, 1 de abril de 2014

Jungleland. Las 50 mejores entradas (2011-2013). Avance





     Trabajos profesionales al margen, todo escritor necesita un canal alternativo donde expresar sus opiniones sobre temas de cualquier índole. Así, a principios de 2011, creé mi blog de opinión personal, reseñas literarias y demás pensamientos. La primera decisión a tomar fue la elección de un título. Por razones que la mayoría ya conocéis - o que entenderéis al leer la primera de las entradas publicadas en la presente recopilación -  elegí Jungleland, que significa la tierra de la jungla

     A lo largo de los años 2011-13 publiqué un total de ciento cincuenta entradas bloggeras. Durante todo este tiempo han sido bastantes las personas que me han sugerido publicarlas en formato papel. Algo a lo que no le veía demasiado sentido. Si las publico todas, ¿para qué escribirlas en el blog? No obstante, sí he decidido hacer una selección de las que considero las cincuenta mejores. Y debo puntualizar que no se trata de las más populares (o visitadas del blog) sino de las que me supusieron un mayor esfuerzo. Como todos sabéis, por desgracia, no siempre lo más popular tiene por qué ser lo mejor. Cada uno tiene su opinión, claro.

     De esta forma, varias de las diez entradas más visitadas del blog no aparecen en este libro. En cambio, algunas que en su momento llamaron menos la atención sí están presentes en él. En la pequeña muestra finalmente editada encontraréis mayoritariamente reseñas de libros y novelas – algo obvio, ya que es lo que más nos interesa tanto a un servidor como a todos vosotros (deduzco que es debido a ello que me seguís) -. Sin embargo, también hay sitio para el cine, la música, la política y hasta el deporte.

     De las cincuenta entradas aquí publicadas he seleccionado un total de veintitrés reseñas literarias, nueve temas políticos, ocho musicales, cuatro deportivos, otros cuatro del séptimo arte y un par más que he calificado como varios al no entrar en ninguna de las categorías anteriormente referidas. En todas ellas he añadido la fecha de publicación original y una breve explicación de los motivos de su aparición en Jungleland. Todo ello, para un mejor entendimiento de los textos.

     Quien esté interesado en adquirir esta recopilación puede hacerlo básicamente mediante dos medios: en la tienda digital de Amazon, denominada kindle, al módico precio de 0,89 euros; o en formato papel, también en la página de Amazon, a 4,94 euros (más 2,99 euros de gastos de envío, es decir, 7,93 euros en total). Como veréis, mis aspiraciones respecto a estos textos distan mucho de enriquecerme. Mi deseo, más bien, es tratar de llegar a cuanta más gente mejor. De hecho, por si alguien está interesado, mis ganancias serán de 0,30 euros por kindle vendido y de 0,50 euros por libro en papel vendido. Una ruina, vamos.

     Obviamente, no voy a preparar ningún acto promocional tipo presentaciones, entrevistas, etc dado que entiendo que el material incluido en el libro - sea en formato digital o en papel - no es propicio para ello. Sinceramente, no tengo ni idea de cómo podría preparar las presentaciones. Y, además, al precio que los vendo acabaría perdiendo dinero y tiempo; dinero y tiempo que necesito para continuar con mis dos próximos proyectos: el nuevo lanzamiento de la primera parte de El Círculo de las Bondades, mejorada y corregida para la ocasión (toda vez que acaba de finalizar el contrato editorial con Ediciones Hades), y la finalización de la que será su segunda y definitiva entrega, con el desenlace de la historia, en la que tengo depositadas muchas esperanzas.   

     Para finalizar, os avanzo algunos de los contenidos que aparecen en este libro:

- Reseñas literarias: desde La leyenda del ladrón de Juan Gómez-Jurado hasta La justicia de los errantes de Jorge Díaz, pasando por La tribu maldita de Víctor Fernández Correas o El espíritu del lince de Javier Pellicer; desde Canadá de Richard Ford  hasta La elegancia del erizo de Muriel Barbery; desde las magníficas obras de John Williams (Stoner y Butcher´s crossing) hasta La madre de los niños del holocausto de Anna Mieszkowska.  

- Artículos políticos: desde la Primavera valenciana hasta el cierre de Canal 9; desde la cuestión de Palestina en la actualidad hasta la ONU y sus resoluciones incumplidas; desde el asesinato de Bin Laden hasta el cada vez mayor descrédito de Obama; desde Francisco Camps El Incomprendido hasta las luces y sombras de Baltasar Garzón.

- Música: de Bruce Springsteen a U2; de Nirvana a Michael Jackson; de Tontxu a Aute.
- Cine: de  La llave de Sarah Los miserables; de Intocable Arrugas.
- Deportes: del adiós de Pep Guardiola o el avergonzante estado del fútbol español al extraño caso de dopaje de Lance Armstrong. 
- Varios: el fenómeno de los Cantajuegos, aunque no lo creáis, ¡la entrada más visitada en la historia del blog!

     En fin, que espero que lo disfrutéis y, de paso, vayáis conociendo un poquito mejor a este humilde aspirante a escritor.



martes, 2 de abril de 2013

Julio Anguita. Combates de este tiempo. Editorial El Páramo. 2012




     Decir que Julio Anguita es uno de los referentes políticos de nuestro país durante los últimos treinta años es de perogrullo. El libro que reseño a continuación es un resumen de cartas, disertaciones, conferencias, comparecencias en el Congreso de los Diputados, cartas abiertas y escritos internos de IU del que fuera líder del PCE y del referido partido izquierdista. Un compendio de su pensamiento político en su sentido más amplio. En definitiva, un repaso a los temas más controvertidos de las últimas cuatro décadas en España, Europa y el mundo. Una lectura obligada para todos los ciudadanos: mayores y jóvenes, de "izquierdas" y de "derechas", conservadores y revolucionarios, activos y pasivos.
 
     A lo largo de sus más de trescientas páginas analiza pormenorizadamente los asuntos de mayor actualidad de las distintas épocas. Y lo hace de forma clara, concisa y sin demasiadas florituras. Tal y como es él, vamos. Evidentemente, resulta imposible tratar tal diversidad temática en una reseña, por lo que daré breves pinceladas sobre ella.
 
     Respecto a la política mundial destaca su visión global, en la que cuestiona la legitimidad de la hegemonía de los USA en el mundo. Incluso califica algunas de sus acciones gubernamentales como de "terrorismo internacional de Estado" (por ejemplo, en sus intervenciones en Irak o Yugoslavia), incumpliendo la Carta Fundacional de la ONU y amparándose en la OTAN para imponer su liderazgo en Europa, algo que engloba a su vez en lo que él denomina "dictadura del mercado", una nueva etapa de la lucha de clases en la que los políticos están subordinados a los mercados que les imponen su preeminencia a costa de recortes sociales amplios y contrarios a la Declaración de los Derechos Humanos. Es decir, que vivimos en una Democracia sólo aparente pero cada vez menos consistente. Todo ello, a nivel planetario.
 
     Para Anguita, la ONU y la OTAN (la cual suplanta a la anterior en demasiadas ocasiones) y, por añadidura el mundo occidental, están en manos de la gran potencia mundial, la cual no duda en agredir y torturar a poblaciones civiles, utilizar armas de destrucción masiva (con bombas de racimo y de uranio empobrecido en muchos de los casos) y repartirse el botín en los distintos países invadidos por el (supuesto) bien de la comunidad internacional, incluso contraviniendo a las organizaciones referidas con anterioridad. A su líder actual, Barack Obama, lo califica como un "producto de la mercadotecnia", del márketing y del espectáculo, al más puro estilo deportivo, en que se ha convertido la política mundial. De él, dado que todo permanece inmutable en Guantánamo, Cuba, Palestina o Afganistán, dice que no merece en absoluto el Premio Nobel de la Paz con el que fue injustamente distinguido. El cambio político por él prometido se ha quedado en agua de borrajas, como sucedió en su día con Clinton o Kennedy, reduciéndose su papel a mero servidor del fundamentalismo del mercado. 
    
     Respecto a Europa y la Unión Europea también es muy crítico el otrora líder comunista español. Para él, está total y absolutamente plegada a los mandatos de los USA, algo que entra en una absoluta y completa contradicción respecto a parte de sus principales principios teóricos. La bajísima participación de la población española en los comicios europeos (que ha llegado a alcanzar casi el 80% de abstención en alguna ocasión) responde al neoliberalismo practicado por los gobiernos europeos, tanto de "derechas" como de "izquierdas" y a la destrucción del Estado de Bienestar (a manos de los mercados) que tanto costó de alcanzar en las décadas anteriores, lo cual ha generado una indiferencia común en los ciudadanos, quienes no ven, además, alternativa a todo lo anterior. En España, esto es todavía más grave, por lo que la Constitución Europea que se pretende instaurar entra en clara contradicción con muchos de los puntos de la propia Constitución Española de 1978, situación que, como Anguita anticipó, iba a traer a nuestro país paro, resignación, frustración y pérdida de confianza en los políticos. Todo ello, añado yo, ayudado por los flagrantes casos de corrupción de los que muchos de ellos son protagonistas desde hace ya demasiados años.
 
     Sin embargo, la mayoría de las críticas de Anguita se refieren a nuestra España. Así, se centra en la diferente vara de medir que tienen los políticos a la hora de establecer alianzas que llevan a investir a alcaldes y presidentes y en la imperiosa necesidad de acabar con la Ley d´Hont como fórmula para asignar escaños (haciendo especial hincapié en las negativas de PP y PSOE respecto a las repetidas peticiones de IU en el Congreso) ya que falsea la voluntad popular. Para él, la política española necesita una regeneración democrática que se ponga a disposición de la justicia y luche contra la corrupción. En este sentido, critica la no desclasificación de los documentos sobre los GAL. Asimismo, aboga por la separación de Iglesia y Estado y por la laicidad y modernidad del Estado español. E, incluso, llega a deslegitimar a la monarquía española y a Juan Carlos I.
 
     Mención aparte merece su condena de la alianza entre PP (Aznar-Rajoy) y PSOE (González-Zapatero), quienes se alternan en el poder para que, en realidad, nada cambie, pues su máximo interés es que campen a sus anchas el inmovilismo y la manipulación mediante unos medios de comunicación afines a ellos. Añade, además, la constante vulneración de la Constitución Española por parte de ambos en base a Maastricht y a la razón de Estado. A este respecto, llega a criticar a González por su falta de valores al intentar hacer disminuir las cifras del paro a costa de presionar a los ayuntamientos para que licitaran construcciones urbanísticamente ilegales, contraviniendo la Ley del Suelo en 1985. Al propio líder socialista lo acusa de "perder su ideología ante sus ansias de gobernar a cualquier precio, incluso apartándose de la calle y cambiando de bando", cuestión ésta que acabó con Aznar en La Moncloa tras la negativa de IU a pactar con el PSOE en 1996. Nadie ha perjudicado más los interes de España como los gobiernos del PP y el PSOE. De la misma manera que en el País Vasco nadie lo ha hecho tanto como ETA, a la que califica de "réplica del fascismo al que combate".
 
     Respecto a su propia formación, IU, afirma que el Programa y el diálogo son lo más importante en política. En relación a ésto, conviene en que se puede pactar con cualquier formación, de signo que sea, siempre que del diálogo salga un consenso sobre un Programa político válido para el ciudadano. El discurso de IU es rojo, verde y violeta; es decir, comunista, ecológico y republicano. En uno de los escritos del presente libro habla de propuestas para refundar su partido (2008).
 
     La presente crisis también está presente en "Combates de este tiempo". Para él, derivará en una ocasión de futuro que desembocará en una regeneración política y en un rearme moral que será capaz de vencer a la somnolencia, el pasotismo y la resignación en que estamos instalados ahora. Así, el 15M es un movimiento con vocación de mayoría cívica que acabará apartando a la otra mayoría, a la que traga y connive, cómplice del mercado. La realidad de este país ahora mismo no está, pues, en los medios de comunicación (la gran mayoría de ellos, mediatizados por el poder bipartidista), sino en las calles y las plazas de España, donde se defienden la rebeldía bien entendida, los derechos humanos, la igualdad, la solidaridad, la libertad, la justicia, la información, la austeridad, la sobriedad, la paz, la movilización, la concienciación, el pensamiento y la cultura. Y, todo ello, en aras de alcanzar la independencia y la libertad misma.
 
     Creedme, simpaticéis más o menos con el que fuera alcalde de Córdoba y líder del PCE e IU, la lectura de esta obra es indispensable para conocer de primera mano el pensamiento político de un personaje de gran calado. Yo no me he arrepentido. Es más, llega a impresionar la capacidad de este señor a la hora de vaticinar y adelantar muchas de las cosas que en la actualidad estamos viviendo. Sus mensajes, aunque puedan llegar a tener hasta treinta años de antigüedad, permanecen tan actuales, tan vigentes, que incluso asustan en ocasiones. Leer este tipo de libros abre mucho la mente. Y falta nos hace ahora mismo en España.