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lunes, 23 de mayo de 2011

Elecciones 22 Mayo 2011. PP arrasa y PSOE se hunde

     El pueblo ha hablado en las urnas. Y lo ha hecho fuerte y claro: quiere un cambio. ¡Y lo quiere ya! Como era de esperar, el PSOE ha pagado a nivel nacional la inexperta y nada correcta y acertada gestión del gobierno central en la crisis económica del país. Pero vayamos por partes. Primero Gandía. Después Valencia. Y finalmente, España.

     En Gandía hemos asistido a la más gran sorpresa de la historia de la democracia de la ciudad. No porque haya ganado el PP, que se veía venir, sino porque lo ha hecho con mayoría absoluta. Es el más claro ejemplo de la necesidad de cambios políticos urgentes. Pese a los fichajes galácticos del PSOE (Els Verds de J. F. Peris, presidentes de Juntas de Distrito, afamados conocidos del mundo fallero e incluso hijos de viejas glorias del pasado), el PP se ha impuesto teniendo como candidato al líder político peor valorado de toda la escena política local actual. ¿Inexplicable? Para mi, ciertamente, sí. Veo como únicas causas el desplome general del PSOE en todo el país y la cabezonería, hasta límites casi esquizofrénicos, de un Orengo empeñado en hacer lo que le diera real gana en "su" ciudad.

     Porque así ha tratado el todavía alcalde de Gandía a la ciudad ducal, como si fuera suya en propiedad. El caprichito de construir el dichoso tranvía, "por mis cojones", le ha pasado factura. Si el PSOE critica al PP por ser el partido de las grandes obras (algo totalmente cierto, sin duda), no puede empeñarse en construir tranvías en ciudades que para nada los necesitan. Pero el tranvía no es el único motivo para el desprestigio de Orengo en "su" ciudad. Hay otros muchos ejemplos de prepotencia en el comportamiento del alcalde socialista. Sin embargo, no me quiero extender demasiado en esta entrada. Tiempo habrá más adelante para tratar estos temas.

     Del resto de partidos locales, cabe destacar el aumento de los votos del Bloc a costa del PSOE, que también se veía venir, y la desaparición de la escena política de Plataforma de Gandía, cuyo candidato, Fernando Mut, ha pagado muy cara su complicidad con Orengo y el PSOE. Sus votantes de hace cuatro años han vuelto a votar al PP, sabedores de que votar a PdG era votar al PSOE. Tras lo sucedido hace ocho años, todos los gandieneses sabíamos que la única manera de que el panorama político cambiara en nuestra ciudad pasaba por una mayoría absoluta del PP. Cualquier otro resultado habría dado pie, casi al cien por cien de posibilidades, a otro gobierno de coalición PSOE-Bloc-PdG. Y la necesidad de cambio ha primado en la ciudadanía gandiense...

     De Valencia hay poco que añadir. El PP ha arrasado, como siempre. La corrupción no les ha dañado como habría sido lógico. El desgaste del PSOE y la falta de carisma y de liderazgo de Alarte han hecho el resto. Simplemente, esperemos que no haga falta esperar cuatro años más para volver a votar listas de las que desaparezcan los "chorizos". Si Dios quiere, en unos meses o en un año, la plana mayor del PP valenciano estará entre rejas y habrá elecciones de nuevo. O eso es lo que yo espero...

     ¿Y en España? Pues más de lo mismo. Victorias gloriosas del PP gracias, no a sus méritos, sino a los numerosísimos desméritos de su único rival con poder para desplazarles de los gobiernos. El PSOE ha perdido en todas partes, incluso en lugares históricos para ellos, como Castilla La Mancha, Cataluña o Andalucía. Alcaldías como las de Barcelona quedan ahora fuera del poder del PSOE, algo impensable hasta ahora. En definitiva, si se tratara de elecciones generales, el PP tendría mayoría absoluta. Por suerte, no lo eran...

     Otros aspectos destacables a nivel nacional: el alto índice de participación, habiendo votado más de dos tercios de la ciudadanía; la explosión de Bildu en el País Vasco, donde ha sido la segunda formación más votada, con más de 300 mil votantes; la victoria de Cascos en Asturias, donde deberá formar coalición para poder gobernar (seguramente con el PP, ¡quién lo iba a decir!); y la no mayoría absoluta del PP, por los pelos, en Extremadura (¡sólo habría faltado eso para el derrumbe total del PSOE!), lo que propiciará un gobierno de coalición PSOE-IU.

     ¿Qué conclusión podemos extraer a tenor de todos estos resultados? Sin duda, es más que evidente que los votantes prefieren como gobernante a un "chorizo" profesional antes que a un gobernante mareado, ciego e incompetente. ¿Reacciones ante este hecho? Pues varias: celebraciones en el PP, que, ahora más que nunca, podrá extender sus corruptelas por doquier; reflexión del PSOE, que deberá refundarse a sí mismo para evitar su derrumbe definitivo dentro de un año; y alegría desbordada de Bildu, que tendrá que demostrar si quiere o no la paz en el País Vasco.

     ¿Y el pueblo? ¿Qué hará el pueblo? Porque visto lo visto, una cosa está clara. Gane quien gane, en este caso el PP, el pueblo pierde. ¿Qué hacer pues? Muy sencillo. Lo más importante de lo acaecido esta última semana no es ni la victoria arrasadora del PP ni el hundimiento del PSOE. Lo más destacable es que el pueblo se ha lanzado a la calle para demandar una democracia en peligro de muerte si no cambian muchas cosas. La revolución es necesaria. Y ya ha comenzado. Está en las plazas de tu pueblo, de tu ciudad, de tu comunidad y de tu país. ¡Échate a la calle! ¡Tú eres la revolución!

martes, 8 de febrero de 2011

Política en la ciudad ducal

     Mi estimada Gandia es una ciudad muy curiosa en muchos aspectos. En política, más todavía. En los últimos años se han visto en la ciudad ducal cosas tan increíbles que darían pie a cualquier buen novelista a escribir magnas obras de suspense que después serían best sellers con total seguridad.

     En unos meses los ciudadanos de esta magnífica ciudad deberán pasar por las urnas para elegir al gobierno que les representará durante los próximos cuatro años. Se nota en el ambiente que llegan las elecciones. Este es el panorama político gandiense tal y como lo ve un humilde servidor.

     El PSOE ha montado en torno a su candidato José Manuel Orengo un proyecto denominado “Gandia ens unix” al que han invitado a Joan Francesc Peris, líder de Els Verds. Esto no es nuevo en absoluto. Peris ya estuvo en el gobierno socialista en la legislatura 1999-2003. Después se fue a Izquierda Unida y luego a Nova Esquerra. Más tarde fundó Els Verds y se presentó en coalición con el Bloc Nacionalista Valencià. Como en las últimas elecciones se presentó en solitario y no sacó los votos suficientes como para ser concejal, ahora vuelve a formar parte del proyecto socialista, aunque no entrará en la lista electoral. Se ocupará de Medio Ambiente como regidor nombrado a dedo en el caso de una victoria socialista en las elecciones. Los estatutos de Gandia establecen que el gobierno de la ciudad puede nombrar a dos regidores a dedo, algo a lo que, en su día, se negó Joan Francesc Peris. En la actualidad estos dos regidores nombrados a dedo son Toni Durà y Néstor Novell.

     No pongo en duda la valía como político de Joan Francesc Peris. Incluso lo admiro como tal. Pero no cabe duda de que es un hombre que con tal de vivir a costa de la política es capaz de montar un partido político nuevo, hacer coalición con quien sea e incluso de pactar con quien haga falta. Una persona así puede llegar a infundir poca credibilidad porque nunca sabes qué chaqueta lucirá mañana.

     Lo mismo podemos decir del propio alcalde,  el candidato socialista, José Manuel Orengo. En su juventud era un empedernido derechista, muy amigo de Vicente Francville, que ocupó años después un escaño como diputado por el PP en Gandia. Más tarde, como político, entró en la candidatura del PSOE como independiente. Poco a poco le fue gustando la política y se hizo “socialista de toda la vida”. Pasó por varios departamentos del Ayuntamiento de la ciudad, hundiendo cada uno de ellos, especialmente el de Hacienda, hasta que llegó a ser el segundo de la lista, justo por detrás de “La nostra”, Pepa Frau. Acabó de alcalde de rebote con aquel pacto kafkiano con Bloc-Els Verds. Hoy, como ve complicado ganar las elecciones, se asegura mil votos de Els Verds incluyendo al partido de Peris en su lista. Ah! Y todo ello tras haber gobernado cuatro años con el ex-líder del PP, Fernando Mut, el mismo que casi fue alcalde en el 2003.

     El candidato por el Bloc Nacionalista Valencià todavía es Josep Miquel Moya. Y digo todavía porque es un secreto a voces que tras las elecciones volverá a su trabajo anterior y dejará la política. Quiso ser alcalde en 2003 alegando que Gandia había pedido un cambio en el gobierno. Pero el PSOE estuvo muy listo quitando a Pepa Frau de enmedio y Moya tuvo que conformarse con ser socio de un gobierno tripartito PSOE-Bloc-ELs Verds. El número dos de la lista del Bloc es Facund Puig, ex alcalde de Bellreguard por el PP. Otro ejemplo más de las cosas tan fantásticas que pasan en Gandia.

     Izquierda Unida-La Unitat-Verds es un bonito proyecto liderado por Xavier López. Digo bonito por decir algo, porque de semejante amalgama de partidos pequeños nunca se sabe qué es lo que va a terminar saliendo.

     Vamos con la derecha. El PP presenta como candidato a la alcaldía a Arturo Torró, esbirro del alcalde de Xátiva y presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, el hombre que llamó burros a sus propios votantes y gilipollas a los profesores y a los periodistas. Torró fue presidente de un Centro Histórico de Gandia que respiró cuando dejó su cargo por incompatibilidad con su nuevo puesto como máximo dirigente del PP en esta ciudad. Éste es otro ejemplo más de político que genera desconfianza. Desde el PSOE se alegran de que sea el candidato del PP porque eso les ayudará a volver a gobernar otros cuatro años más.

     Rosa Fuster es un caso parecido al de Joan Francesc Peris. Digo parecido porque no es lo mismo valer como político que no valer para ello. En el resto, como Peris. Fundó GIVAL y se puede presentar en solitario, en coalición con el PP o con el partido valencianista de la derecha. Como Torró la necesita para contrarrestar los mil votos que Peris le va a dar al PSOE es casi seguro que acuerden una lista conjunta PP-GIVAL. Gandia une también a la derecha, tal y como pueden ver.

     PdG, Plataforma de Gandia, presenta como candidato a la alcaldía a su creador, Fernando Mut. Un hombre que pasó de ser casi-alcalde con el PP a ser el teniente alcalde y regidor de Urbanismo de la mano del socialista Orengo. Y todo por fastidiar a su ex-partido. Ahora apaga un fuego en el seno de su partido que puede afectar al propio gobierno de la ciudad. Su número dos, Javier Soldevila, ha presentado una denuncia penal contra Mut por falsificación de documento público. No voy a entrar en algo privado de la PdG. Solo diré que es otro partido en quiebra debido a sus malas estructuras de base.

     Resumiendo, que me alargo en exceso. En los últimos años hemos tenido en Gandia:
- un alcalde que no era ni el candidato de su propio partido.
- coaliciones electorales o de gobierno entre grupos que no pegan ni con cola.
- personajes de derechas que pasan a integrar partidos de izquierda.
- personas que se oponen al estatuto que permite designar a dos regidores a dedo y que luego pactan ser ellos mismos esos regidores.
- pequeños partidos que aún así pueden ser decisivos de cara al futuro gobierno y que sacan partido de ello pidiendo a cambio lo que les da la real gana.

    Visto lo visto, a los políticos, Gandia les une. Lástima que no los una para hacer un buen gobierno sino para sacar una buena tajada personal. Con todo lo explicado en este artículo, ¿alguien se atreve a descartar la idea de que el próximo alcalde de Gandia pueda ser hasta Facund Puig, el número dos de la lista del Bloc Nacionalista Valencià? ¿Se fijará Woody Allen en la política gandiense para hacer su próxima comedia de enredo y de paso dará a conocer al mundo los entresijos de nuestra querida ciudad, Gandia?