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martes, 27 de septiembre de 2011

"Nevermind", de Nirvana, en plena adolescencia


     En la última semana de septiembre de 1991, hace exactamente 20 años, vió la luz "Nevermind", el segundo disco de estudio de Nirvana. Ahora todos conocemos el disco, el grupo y al malogrado Kurt Cobain. Sin embargo, en aquel septiembre de hace dos décadas no era así. En el presente artículo me propongo contaros cómo viví (yo, un simple adolescente de apenas 16 años) los meses siguientes al lanzamiento del disco que cambió el panorama musical de aquel momento, junto al "Achtung Baby" de los irlandeses U2.

     En TVE, Rockopop (¡gran programa! ¡qué tiempos aquellos los de programas musicales en la televisión!) nos presentaba la lista de ventas, en la cual dominaban "On every street" (de Dire Straits), "Aidalai" (de Mecano), "Out of time" (de REM) y los discos "Use your illusion I y II" (de Guns ´N´ Roses) y "Ojalá que llueva café" y "Bachata rosa" (del dominicano Juan Luis Guerra). Sergio Dalma triunfaba con "Sintiendonos la piel", Bryan Adams con "Everything I do (I do it for you)", la canción central de la banda sonora de la película "Robin Hood, el príncipe de los ladrones", con un tremendo Kevin Costner, y el número uno de los 40 Principales, la cadena musical más exitosa del momento, era para REM, con "Shiny happy people", desbancando a "Hombres", de Loquillo y los trogloditas.

    El país andaba conmocionado por la trágica muerte, en accidente de tráfico, de uno de los genios musicales más grandes que ha dado este país (y, sin duda, de los menos reconocidos: el cantante asturiano Tino Casal, autor de grandes éxitos como "Eloise", "Embrujada", "Champú de huevo", "Oro negro", "Histeria" o "Pánico en el Edén". Y, entonces, ocurrió. Un día, en la radio, escuché a unos chicos de Seattle que tocaban algo que los especialistas denominaban "grunge", algo de lo que no había oido hablar jamás. Y aluciné. Y flipé más todavía viendo, poco después, el videoclip de aquella canción, titulada "Smells like teen spirit". Aquí os dejo el enlace de la misma para quien quiera volver a recrearse con él. 

     La guitarra de aquella canción sonaba distorsionada, demoledora, contundente, desgarradora. Personalmente, nunca había escuchado algo así. No sabía qué pensar. Me quedé descolocado. Las melenas y los gestos de los componentes del grupo me recordaban a las grandes estrellas del heavy metal (AC/DC, Wasp, Scorpions, Guns ´N´ Roses, etc). No obstante, estaba claro que el sonido no era el mismo. Era especial. Transmitía una energía diferente. Las repeticiones y los cambios de ritmo me desconcertaron bastante. Y los rugidos, ¡sí, rugidos!, me hacían saltar de la silla. Pero me preocuparon notablemente las caras de colgados de Cobain y sus compañeros. Veía en ellos ciertos semblantes de apatía, dejadez, pasotismo. ¿Cómo algo podía transmitirme, a la vez, energía y apatía, fuerza y dejadez? ¿Qué me estaba ocurriendo con aquellos chicos? No lo sabía. Probablemente sigo sin saberlo. Pero ¡me encantaba su música!

     Pero, más allá del sonido y de los gestos de los músicos, lo que me acabó de desconcertar por completo fue la portada del disco: un bebé desnudo en una piscina persiguiendo un billete de un dólar prendido de un anzuelo de pescar. ¿Qué demonios significaba eso? ¡Las portadas de los grupos a los que me resultaba familiar aquel sonido, repleta de monstruos y calaveras, habrían provocado pesadillas y ataques de ansiedad a ese pequeñín! Sin duda, no había ninguna relación entre la foto de la portada y la música que encontrábamos dentro de la funda. Pero era original. Y pasará a la historia como una de las mejores carátulas de todos los tiempos por mérito propio. El bebé en cuestión, Spencer Elden, declararía años más tarde que "siempre supe que yo era el de Nevermind. Me di cuenta a los nueve años. Y ahora soy un chico normal y sé que voy a tener que convivir toda mi vida con eso. Me convertí en un pornostar por accidente".

     Por aquel entonces estudiaba segundo de bachillerato. Recuerdo que todo el mundo, en el instituto, cantaba saltando y dando cabezadas (que no cabezazos) las canciones de "Nevermind". Muchos se dejaron melenas como Kurt Cobain. El fenómeno Nirvana se extendió con gran rapidez como si de un virus se tratase. ¡Bendito virus! Y muy pronto el sonido de Seattle tuvo muchos más seguidores (Pearl Jam, Soundgarden, Stone Temple Pilots, Alice In Chains, etc).

     El disco vendió diez millones de copias en todo el mundo en un año (treinta en la actualidad) y está considerado uno de los mejores de la historia del rock. En concreto, la revista Rolling Stone lo coloca en el número 17 en su lista de "Los 500 mejores álbumes de la historia", al tiempo que señala que "ningún álbum en la historia reciente ha tenido un impacto tan abrumador en una generación -una nación de jóvenes convertidos en punks- y con semejantes efectos catastróficos en su principal creador". Para la revista Time, se trata del mejor álbum de los noventa.

     Canciones como "In bloom", "Come as you are", "Breed", "Stay away" y la balada "Something in the way" han pasado, por mérito propio, a la historia del rock contemporáneo y universal como piezas maestras. Y el final del disco, con "Something in the way", es sublime. Tras más de media hora de agitación convulsiva y levitativa la banda nos invita a relajarnos y a descansar. Pero eso es en la segunda escucha. Porque al finalizar la primera uno solo tiene ganas de volver a darle al play y deleitarse de nuevo con uno de los grandes discos de rock de la historia: "Nevermind", de Nirvana (Kurt Cobain, Dave Grohl, Krist Novolesic, Kirk Canning y Chad Channing).        

           

jueves, 22 de septiembre de 2011

La hermandad de la Sábana Santa. Julia Navarro. Reseña

La hermandad de la Sábana Santa (2004, Plaza & Janés Editores, Barcelona) fue la novela de debut de la periodista Julia Navarro. Un debut soñado por cualquier escritor, sea dicho de paso. Se trata de una novela histórica a medio camino entre la realidad y la ficción para el que la autora, a buen seguro, hubo de empaparse de innumerables libros de historia para documentar las no pocas vicisitudes por las que pasó la Síndone hasta su llegada a la catedral de Turín, donde permanece en la actualidad. Más de quince siglos de apariciones y desapariciones sin dejar ni rastro, deseada y perseguida por distintos personajes y comunidades que se creían con derecho para poseerla para siempre: reyes, emperadores, caballeros templarios y la primera comunidad cristiana de Edesa, actual Urfa.

     La Síndone (Mandylion para los griegos) es uno de los secretos ocultos en la historia de la Humanidad en general y de la Cristiandad en particular. Mucha gente la ha creido verdadera durante siglos, aunque en el siglo XX la técnica del carbono 14 dictaminó que el lino en cuestión no podía ser la tela en la que José de Arimatea envolvió el cuerpo de Cristo, puesto que su datación nos conduce directamente a los siglos XIII-XIV. Sin embargo, la tela es guardada en la catedral turinesa como si fuera la verdadera.

     Julia Navarro nos ilustra de forma magnífica acerca de la historia de la mortaja de Cristo y sus distintos poseedores a lo largo de la historia: el rey Abgaro y la primera comunidad cristiana de Edesa, los emperadores Romano Lecapeno y Balduino de Bizancio, el rey de Francia, los templarios de San Juan de Acre, Marsella y Escocia y la Casa de Saboya. Esta descripción histórica, que a muchos puede resultar demasiado larga y farragosa, considero que es indispensable para la trama trazada por la autora durante toda la novela. No obstante, es mi opinión: la de un licenciado en historia que, por tanto, gusta de dichas explicaciones.

     Los sucesivos accidentes e incendios acaecidos durante los últimos cinco siglos en la catedral de Turín nunca han pasado desapercibidos para sus habitantes. Un nuevo incendio pondrá a prueba a la policía italiana, para quien estos sucesos han de estar relacionados directamente con la presencia de la Síndone en ella. Sus investigaciones, y sobre todo la de una periodista interesada en la Sábana Santa que busca escribir el reportaje de su vida, nos darán a conocer las intrigas entre varios grupos de personajes diferentes y variopintos diseminados por todo el planeta. Todos ellos (intrigantes e inexpresivos mudos de lenguas cortadas, templarios modernos, influyentes hombres de negocios, cardenales, gentes de la cultura, etc) confluirán en la ciudad en las últimas páginas de la novela, con un ritmo vertiginoso que engancha al lector hasta el sorprendente y sorpresivo desenlace final.

     De la trama de la novela, quizás lo menos creíble,  o no, sea la presencia de esos caballeros templarios del siglo XXI que luchan hasta la muerte si es necesario para proteger la integridad de la más sagrada reliquia de la Cristiandad. Personalmente me resulta, como menos inquietante, solamente pensar que algo como lo descrito por la autora pudiera llegar a pasar en realidad.

     En definitiva, una novela muy recomendable pese a las (muy de mi gusto) extensas descripciones históricas y de personajes históricos y la presencia, poco creíble para mi, de los caballeros templarios modernos. La intriga, la diversidad de intereses encontrados, el in crescendo ritmo de las últimas cien páginas y las teorías expuestas por la autora sobre la realidad de la Síndone hacen de ella una novela muy entretenida y capaz de llamar la atención de numeroso público, algo que queda claro viendo las cifras de ventas alcanzadas por esta gran obra de debut de Julia Navarro. 
  
         

lunes, 19 de septiembre de 2011

Otro éxito de "los chicos de Oro"


     Lo ha vuelto a conseguir. La selección española de baloncesto ha revalidado el título europeo conseguido en Polonia hace dos años. La generación de "los chicos de Oro", denominada así por el título mundial junior conseguido por la mayoría de ellos en el Mundial de 1999 en Portugal, ganando en la final a los EE. UU., ya atesora cinco medallas europeas (dos oros, dos platas y un bronce), un Oro mundial (Japón 2006), una Plata olímpica (China 2008) y es la primera selección capaz de ganar dos títulos europeos consecutivos desde que la antigua Yugoslavia unificada lo consiguiera en 1995 y 1997.

      Y es que esta selección es, por méritos propios, la mejor de lo que llevamos de siglo XXI. Únicamente la selección norteamericana, y con todas las estrellas de la NBA, es capaz de doblegar a un grupo de jugadores que, además, lo es de amigos. Sin duda, la gran clave de sus éxitos. Ciertamente, el Oro en los JJ. OO. de Londres 2012 es el siguiente gran objetivo de nuestros chicos. No obstante, es el único título que les queda por conseguir. Y en China llegaron al último minuto de la final (calificada por la mayoría de entendidos en la materia como "el mejor partido de la historia del baloncesto") con opciones de llevarse el Oro ante el mejor equipo posible de estrellas de la NBA. Y todo ello con un más que discutible arbitraje que permitió que los jugadores norteamericanos hicieran pasos sin señalarlos. Demasiada ventaja para unos auténticos genios de este deporte.

     En el presente campeonato la selección española lo ha tenido muy complicado. La mayor parte de los jugadores europeos de la NBA han querido participar y defender los colores de sus selecciones, haciendo de éste "el mejor Eurobasket de la historia". No me voy a extender en la nómina de auténticos jugadorazos que han tomado parte en este campeonato porque me resulta innecesario. El caso es que España ha ganado 10 de los 11 partidos disputados, perdiendo únicamente uno, ante Turquía, en un enfrentamiento de la primera fase donde ya no se jugaba nada al tener resuelto su pase para la segunda fase. Hasta los genios tienen derecho a un día de relajación. Aunque muchos nos podamos enfadar con ellos por este hecho.

     El juego del equipo ha sido alegre y vistoso en muchos momentos de la competición. Y algo más pesado en otros momentos, todo debe reconocerse. Sin duda, nuestros chicos saben que en Europa, jugando al cien por cien, no tienen rival. Y no es cuestión de soberbia sino de realismo objetivo. Por eso, la mentalización es tan importante en estos casos. Cuando juegas contra un rival teóricamente superior a ti es muy fácil estar al cien por cien para tratar de plantar cara a tu rival. Pero cuando es al revés cuesta mucho volver a pensar en ponerse "el mono de trabajo". Y eso lleva, a veces, al fracaso (cuartos de final del pasado Mundobasket, ante Serbia).

     Nuestros chicos parece que aprendieron de aquella dolorosa derrota y no han dado pie a que se pudiera repetir en un Eurobasket en el que no han tenido que vivir un solo final de infarto, no permitiendo ningún triple sobre la bocina desde diez metros. El aprendizaje estaba claro: "en un final a cara o cruz podemos perder. Pero si llegamos con ventaja a los últimos minutos nada ni nadie podrá derrotarnos". Y esa filosofía ha traído otro título europeo.

     La notícia de este éxito ha levantado menos expectación que en ocasiones anteriores. Sin duda, nos estamos acostumbrando muy mal. Y un día llegarán las vacas flacas y estos jugadores se retirarán. Así que, de momento, disfrutemos de su juego, de su honestidad deportiva, de su saber ganar y perder (algo muy importante en el deporte y en la vida) y de sus logros. Unos logros que parecían impensables hace diez años y que únicamente se consiguen a base de lucha, carácter, motivación, empeño y juego en equipo. Porque otro de los secretos del éxito de estos chicos es que en este equipo no brilla cada una de sus estrellas sino una sola: la selección española de ba-lon-ces-to.          

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El merecido descrédito de Obama


     El primer presidente afroamericano de la historia de los EE. UU. y Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, vive uno de sus peores momentos desde que es el máximo mandatario del país hegemónico mundial. La incertidumbre económica, el aumento del desempleo, las guerras libertarias en defensa de la paz y la seguridad mundiales y las demasiadas promesas electorales incumplidas en los casi tres años de su mandato están provocando que buena parte de quienes le llevaron a la Casa Blanca en enero de 2008 estén reconsiderando seriamente volver a hacerlo en las próximas elecciones presidenciales de noviembre de 2012.

     Recientemente, el presidente ha comunicado que invertirá 300 mil millones de dólares para desarrollar políticas de creación de empleo. La tasa de paro en su país se acerca peligrosamente al 10 por cien de la población activa, cifras no conocidas en los últimos años. La incapacidad de los congresistas a la hora de acordar un plan para reducir el déficit y luchar contra la deuda, que casi alcanza el 100% del PIB nacional, le han llevado a tomar medidas desesperadas para que su índice de popularidad no caiga en picado a 14 meses escasos de las elecciones. El pasado mes de agosto fue degradada la nota de la deuda federal, sin duda, un duro golpe que había de conllevar dichas medidas de urgencia.

     Curiosamente, una de sus promesas electorales incumplidas habría supuesto generar miles de puestos de trabajo para sus conciudadanos. Efectivamente, una de sus propuestas más firmes fue la reducción de emisiones de gases contaminantes. En la campaña llegó a afirmar que iba a invertir 15 mil millones de dólares anuales para promover el uso de energías más limpias, lo cual habría supuesto la creación de multitud de nuevos puestos de trabajo en el sector energético norteamericano. Y, de paso, podría haber significado un gran impulso en relación al tema del cambio climático. Sin embargo, de lo prometido, nada de nada.

     Por todos es sabido que EE. UU. es uno de los países con mayor inmigración en el mundo. Pues bien, otra de sus promesas incumplidas, que le valió numerosos votos en las pasadas elecciones, fue la aprobación de la reforma migratoria, la cual iba a permitir la residencia permanente en territorio norteamericano a millones de indocumentados. No obstante, la realidad ha sido bien distinta, produciéndose deportaciones masivas fuera de las fronteras del país.

     La Ley de la reforma de la salud se presentó como un gran paso adelante en la búsqueda de una mayor protección de los derechos sanitarios de los estadounidenses. Y lo fue realmente. Pero el hecho de que se debatiera a puerta cerrada hace pensar que el peso de las grandes empresas farmacéuticas mundiales se dejó notar en la toma de deciones final, dejando el efecto de dicha reforma muy por debajo de lo buscado en un principio.

     No obstante, las dos grandes causas de su descrédito (no solo en EE. UU. sino en el resto del mundo occidental) han sido, sin duda, las guerras y el campo de Guantánamo. El campo de detención ubicado en una base norteamericana de Cuba iba a ser cerrado en un año a más tardar. O eso prometió Obama en 2008. Pero en lugar de su cierre, el presidente promovió nuevos juicios militares contra prisioneros considerados sospechosos de atentar contra la seguridad y los intereses de los estadounidenses. Así, continúa la flagrante violación de los derechos humanos, como diversas ONG´s (sobre todo Amnistía Internacional) se han cansado de denunciar sistemáticamente.

     La rápida retirada de los soldados estadounidenses de Irak y Afganistán fue otro de los pilares de la campaña electoral demócrata. Curiosamente, también en un plazo de un año, Irak iba a estar preparado para afrontar su presente y futuro sin necesidad de presencia de tropas extranjeras. Un año después, continuaban las tropas norteamericanas, aunque descendiendo en número (de 140 mil a 111 mil soldados).

     No poca gente criticó el hecho de que el presidente recibiera el Premio Nobel de la Paz en 2009, apenas un año después de llegar a la presidencia. Paradójicamente, una de sus primeras medidas posteriores a la aceptación de este galardón fue doblar la presencia de sus tropas en Afganistán (de 35 mil a 70 mil soldados). Curioso hecho, ¿verdad? Pues bien, esto se completa con otros datos igualmente curiosos. El bloqueo económico, comercial y financiero de Cuba, el más prolongado de la historia de la humanidad, continúa bajo el mandato de Obama. Así, el 11 de marzo del presente año, mientras el mundo miraba horrorizado los desastres naturales acaecidos en Japón, el presidente pedía al Congreso aumentar el presupuesto para realizar acciones contra la vecina isla. Y, en mayo, se impedía que los cubanos compraran fármacos para tratar a niños con problemas cardíacos. ¿Es así como debe actuar un personaje premiado con un Nobel de la Paz?

     Si a todo lo anterior añadimos la supuesta, y más larga de lo previsto, guerra humanitaria-petrolífera de Libia para acabar con el asesino Gadafi y los escándalos destapados por Wikileaks acerca de las atrocidades cometidas por los soldados norteamericanos en Irak, que llevaron a la cárcel al soldado Bradley Manning (tratado como un auténtico animal en las prisiones militares a las que ha sido llevado sucesivamente), tenemos suficientes elementos de juicio como para tener bien claro que Obama, si quiere aspirar a renovar su mandato en noviembre de 2012, debe rezar mucho...como nunca...              

martes, 6 de septiembre de 2011

El avergonzante estado del fútbol español

     En las últimas semanas estamos asistiendo a un incesante "chorreo" de noticias, en todos los medios, sobre las cuentas del deporte rey en nuestro país: deudas por doquier, leyes concursales, huelga de futbolistas, guerra por los derechos televisivos de los clubs y canon de retransmisión a las radios. Vayamos por partes y tratemos de entender el problema del fútbol español y cómo afecta dicha situación al resto de la sociedad.

     Los clubs de fútbol españoles deben en torno a los cuatro mil millones de euros en total. Solo a Hacienda, que somos todos, deben 694 millones de euros. A la Seguridad Social, más de 300. A los futbolistas, más de 50 millones. Y todo ello, sin contar con los chanchullos que todos los clubes realizan en sus cuentas con el IVA (ante la impunidad de un Gobierno que les deja hacer y que, incluso, les da más dinero a través de la quiniela, cuyo porcentaje de beneficio para los clubs pasó del 2,5 al 7,5 cuando se aprobó la Ley del Deporte y se obligó a los clubs a constituirse como Sociedades Anónimas). Bueno, no a todos se les obligó a ello...

     ¿Cuáles son los clubs más endeudados del fútbol español? Pues el Real Madrid (660 millones) y el Barcelona (548). ¿Curioso, verdad? Los mismos clubs son los que más ingresos generan, algo que les salva la vida. Pero lo más preocupante de todo esto es que mientras los clubs consiguen ingresos por valor de 1600 millones de euros, realizan unos gastos totales de más de 1800, resultando de todo ello un déficit de más de 200 millones por temporada. Es decir, que por cada 100 euros que genera un club, gasta 113. Imposible de sostener.

     Más de la tercera parte de los ingresos conseguidos por los clubes proviene de los derechos televisivos. Sin embargo, los gastos derivados del pago a los jugadores y empleados casi siempre es mucho más elevado, por lo que la situación ha llegado a ser insostenible. ¿Qué solución están adoptando los clubes llegados a este punto sin retorno? Pues acogerse a la ley concursal, mediante la cual eluden el descenso automático de categoría (como pasa en otros países e incluso en otros deportes españoles menos importantes que "el rey de los deportes").

     Anteriormente hacía referencia a los ingresos derivados de los derechos televisivos. Me detengo en este apartado debido a su importancia. El Real Madrid y el Barcelona se embolsan, cada uno, 140 millones de euros de las televisiones. El Valencia y el Atlético de Madrid, tercero y cuarto de la lista, 42. ¡100 millones de euros menos que los dos grandes! Sporting y Málaga, con 12, son los clubs de Primera División que menos dinero reciben de las televisiones españolas. ¿Qué pueden hacer para tratar de competir y mantener su puesto en la élite del fútbol español? Efectivamente, endeudarse y pagar solo la mitad de la deuda acogiéndose al concurso de acreedores, con lo que no pierden la categoría pero engrosan la deuda del fútbol español. ¿Qué hace el Gobierno ante esto? Mirar hacia otro lado mientras ya son 22 los clubs en concurso de acreedores (más de la mitad de los que militan en Primera y Segunda División).

     Del apartado anterior sacamos una conclusión muy clara: la competición está adulterada totalmente. Con los más de 100 millones de diferencia que les sacan a las televisiones, el Real Madrid y el Barcelona pueden fichar a Cristiano Ronaldo y pagar las estratosféricas fichas de Messi, Fábregas, Kaká y compañía. En la actualidad, el resto de clubs de Primera División se reúnen para plantarse ante este abuso por parte de los grandes clubs y de una LFP (Liga de Fútbol Profesional) que contribuye a que el panorama cada vez sea más desolador. Valgan, como ejemplo, el caso inglés. En Inglaterra, el club que más cobra de las televisones, el Manchester United, llega hasta los 78 millones, mientras que el último clasificado, el West Ham, recibió la pasada temporada 44 (más de la mitad que el United y, lo más llamativo, ¡más que el tercer club español más beneficiado por las televisiones!).

     ¿Y cómo sacar más dinero para no llegar a la bancarrota y tener que matar a la que, para algunos, es su particular "gallina de los huevos de oro"? Sacando dinero de donde sea. Así, la LFP y los clubs (con las únicas excepciones del Sevilla y del Betis) han decidido cobrar a las radios españolas un canon de 15 millones de euros para que sus informadores puedan retransmitir en directo los partidos de Primera y Segunda División. Algo a lo que las radios se han opuesto, buscando otros medios para poder desarrollar su trabajo: pagar la entrada para acceder a los estadios, narrarlos desde el estudio o, incluso, desde un bar cercano al campo de fútbol.

     ¿Y qué hay de los futbolistas? Pues que tuvieron que ir a la huelga para defender sus intereses. Porque, por desgracia para ellos, que no para nosotros, no todos son Messi o CR7. No todos ganan hasta cien veces más que un político (¡que también cobra cifras astronómicas, desde luego!). E incluso, alrededor de 200 de ellos, han llegado a estar sin cobrar sus nóminas !hasta un año entero!

     Así las cosas, nos encontramos ante un cuadro que ni el mismísimo Dalí podría haber imaginado jamás: deudas bochornosas con todos nosotros (Hacienda, Seguridad Social, etc), hacia los jugadores, chanchullos en las cuentas (que rara vez se miran con lupa), guerra entre radios y televisiones (porque las segundas apoyan el canon a aplicar a las primeras, incurriendo en clara y flagrante competencia desleal), entre los clubs grandes y el resto (sin los cuales no habría liga, por cierto), pasotismo del Gobierno y estupidez supina de la mayor parte de una población que sigue empeñada en ver fútbol al precio que sea a la vez que se queja de las consecuencias de la crisis económica actual. Algo realmente avergonzante en mi modesta opinión.