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viernes, 14 de diciembre de 2012

Arrugas. Ignacio Ferreras y Paco Roca. 2012. Reseña



     Paco Roca (diseñador, autor del cómic y coguionista), Ignacio Ferreras (director y coguionista) y Nani García (compositor) han construido, sin lugar a dudas, una de las mejores películas del 2012. Una de esas historias que, más allá de su calidad técnica y artística (fantástica por otra parte), consigue emocionar, conmover, y hacer reflexionar a cada uno de los espectadores. Un largometraje de animación que, junto a "Las aventuras de Tadeo Jones", colocan a nuestro país en la vanguardia de este género del séptimo arte.
 
     Sus nominaciones y premios (incluidos los Goya a mejor película de animación y mejor guión adaptado) avalan un trabajo realmente impactante. Basada en el cómic del valenciano Paco Roca de idéntico título - Premio Nacional de Cómic 2008 -, narra las relaciones existentes entre los ancianos y las ancianas de un geriátrico. Emilio, un ex-director de banco jubilado y en un estado inicial de Alzheimer, es ingresado en la residencia, donde compartirá habitación con Miguel, un argentino solitario y de vuelta de todo en la vida que sobrevive gracias a sus grandes dotes de "pillastre" y una extraordinaria lucidez mental.
 
      Según avanza la enfermedad de Emilio, Miguel tratará de ayudarlo para evitar su traslado a la planta superior de la residencia, adonde son llevados aquellos internos que ya no se pueden valer por sí solos y necesitan asistencia de forma continuada. El plan del argentino hace de la película un contínuo vaivén de situaciones cómicas y tiernas que provocan en los espectadores un sinfín de sentimientos de todo tipo, desde la carcajada hasta las lágrimas.
 
     Mientras los más jovenes pueden pensar que la vida de los ancianos residentes en un geriátrico ya ha acabado, para éstos, sin embrago, puede estar comenzando una nueva etapa que puede ser muy atractiva, dependiendo del estado de cada uno de ellos y de las ganas de vivir (o de morir) que éstos tengan. La solidaridad o la soledad, palabras de igual raíz pero de significado contrario, son claves en esa nueva vida de reclusión.
 
     Los personajes principales de la historia - Emilio y Miguel - están perfectamente caracterizados desde el principio, aunque ambos irán evolucionando según avanzan los días. El primero se resiste en un inicio a reconocer su enfermedad. Sin embargo, llega un momento que hasta a sus ojos se hace evidente su regresivo estado. Miguel, timador de primera que vive por y para él, también evolucionará a través de la amistad establecida con Emilio. Tanto que acabará redimido de algunas de sus vivencias pasadas.
 
     Y para describir a estos personajes y las diferentes escenas y situaciones con semejante realismo es imprescindible una composición musical que lleve a los espectadores de la mano a través de la historia narrada. El gallego Nani García toma la batuta para acompañarnos en tan agradable y, sin embargo, amargo y cruel viaje. La música, en efecto, es uno de los bastiones sobre los que el director Ignacio Ferreras y el autor del cómic, Paco Roca, sostienen esta maravillosa historia.
 
     La película, rodada durante la segunda parte de 2010 y la primera mitad de 2011, se estrenó en los cines españoles en enero del presente año 2012, conquistando por igual al público y a la crítica cinematográfica más variada, lo que habla de la grandeza de una historia "dedicada a todos, ancianos de hoy, ancianos de mañana". Sin duda, su mensaje nos llega a todos ante la certidumbre de que, antes o después, todos llegaremos a vivir experiencias similares. O, en el peor de los casos - quizás en el mejor, según las distintas situaciones -, no.
 
 
  

lunes, 4 de abril de 2011

Pájaros de papel. Emilio Aragón (2009)


     "Pájaros de papel" supone el debut cinematográfico de Emilio Aragón como director, productor y músico. ¡Y vaya debut! Sin duda, lo que cualquier director soñaría. Con la colaboración de Mercedes Gamero en la producción y de Kepa Junkera en el tema central de la banda sonora, Emilio Aragón nos cuenta la historia de un grupo de artistas de vodevil después de que la Guerra Civil les quitara todo menos el hambre.

     El músico Jorge del Pino, el ventrílocuo Enrique Corgo, la cupletista Rocío Moliner y el huérfano Miguel forman una curiosa familia, junto a otras almas perdidas de la posguerra, que intenta vivir y pelear cada día con sus alegrías y sus miserias. Su único aliciente es su música y sus canciones. Y a falta de pan, se dan por pagados con los aplausos.

     Más que una oportunidad en la vida, lo que buscan es algo que comer o un lugar en que dormir cada noche. Sin embargo, todo se complicará, todavía más, al ser puesta en tela de juicio su conducta por el régimen franquista, lo que hará que deban tomar una serie de decisiones que se irán convirtiendo en una dura prueba de supervivencia diaria. En una época llena de intrigas y peligros tratarán de continuar adelante hasta llegar a alguna parte en que poder dormir tranquilos y sin sus cotidianos temores.

      Imanol Arias interpreta el que, en mi opinión, es uno de los papeles de su carrera. Da vida a Jorge del Pino, un músico que ha perdido a su mujer y a su hijo en la Guerra Civil. Tras más de un año desaparecido y alejado de la escena y de su amigo Enrique Corgo (interpretado por Lluís Homar), se decide a volver a su trabajo, lo único que le queda de su vida anterior. Inteligente, carismático y con un gran sentido de responsabilidad, reaparece en el mundo de los vivos. Su amigo Enrique, ventrílocuo, es un personaje sereno y hábil, sensato y humano. Ambos se conocen desde hace muchos años y son fieles amigos el uno del otro.

     Carmen Machi interpreta el papel de Rocío Moliner, una cupletista realista que ve que los años pasan y debe buscar un marido que la mantenga, plenamente consciente de que su tiempo de cupletista está llegando a su fin. Mujer buscavidas, acabará seduciendo al alcalde de uno de los pueblos por los que pasa su compañía de vodevil, viéndose obligada a abandonar a sus amigos y compañeros, no sin antes conseguirles algunos favores a través de su "marido".

     Roger Princep da vida a Miguel, un falso huérfano que busca a su madre, cuya foto siempre le acompaña a todas partes, donde quiera que él vaya. Tiene diez años y por su experiencia de vida se las sabe todas. Pese a ello, su corta edad hace de su ingenuidad y su curiosidad su carta de presentación. Es un artista de los pies a la cabeza y su pillería es digna del más famoso de los lazarillos españoles de otros tiempos. Se trata del personaje más conmovedor de esta historia: impertinente y metomentodo, pero también sincero, tierno y encantador.

     Uno de los temas secundarios de la trama, pero no por ello menos importante, es la búsqueda de la madre de Miguel por parte de Jorge, quien dará con ella finalmente. Sin embargo, ésta se encuentra recluida en una institución psiquiátrica, por lo que Jorge decide no contar la verdad al jovenzuelo, que es como su segundo hijo.

     "Pájaros de papel" es una llamada a la esperanza en tiempos de desesperanza y destrucción de quienes no opinan igual que el régimen dictatorial establecido en España. Un intento, conseguido por cierto, de vislumbrar un mundo mejor en el horizonte, por muy lejano que éste se nos presente. Aunque la tragedia se ve venir desde muy pronto, sin duda, es éste el mensaje que debe quedar tras el visionado, muy recomendable, de esta película. La escena en que Jorge y Enrique cantan la canción "No se puede vivir con un Franco" no tiene desperdicio. Para mí, la escena de la película. "Pájaros de papel": un chorro de aire fresco en el panorama cinematográfico español actual.