LIBROS

LIBROS

jueves, 30 de junio de 2011

Debate? sobre el Estado de la Nación 2011

     Nueva oportunidad perdida para un país que navega a la deriva desde hace ya algún tiempo. Ayer finalizó un Debate que debería haber servido para sentar las bases de una recuperación nacional lo más rápida posible. Sin embargo, no fue así. Y lo peor de todo no es eso, sino que ya a nadie extraña. Por ello, ha sido el Debate que menor expectación ha suscitado en la población en muchos años. Lejos quedan aquellos Debates en los que el país entero estaba muy atento a todo lo que ocurría an el Congreso.

     ¿Qué es lo que ha cambiado para que la opinión pública haya dejado de prestar atención a este Debate? Pues, sobre todo, un par de hechos muy claros y objetivos: por un lado, que todos sabemos cómo está actualmente el estado de la nación. No nos hace falta ver ni escuchar a los políticos para saber más. Y, por otro, que también sabemos de quién es la culpa.

     Que el país está quebrado, paralizado y arruinado es un hecho tan evidente que solo los ciegos pueden negarlo. Y que la culpa es de una clase política que se preocupa de mandar y no de gobernar, también. Por supuesto, éste segundo aspecto es, sin duda, el más grave. Vamos a los hechos de estos dos últimos días.

     Los líderes de los dos grandes partidos nacionales han vuelto a perder una gran ocasión, como he empezado diciendo. Una ocasión de sincerarse y pedir perdón, en el caso de ZP, y de animar y esperanzar a la población, en el de Rajoy. El presidente del gobierno podría, y debería, haber aprovechado la oportunidad para reconocer sus errores y admitir que no ha estado a la altura de las circunstancias a la hora de tomar medidas contra la crisis. Y el líder de la oposición podría, y debería, haber hecho lo propio para lanzar mensajes positivos de cara al futuro inmediato y a medio plazo de la nación.

     Pues ni una cosa ni la otra. Mientras uno se niega a asumir su parte de culpa en la situación actual, empeñándose en agotar una legislatura nefasta para nuestro país, el otro se empecina en pedir elecciones cuanto antes. Sin duda, ambos coinciden en un aspecto: el ansia de poder. Uno se resiste a abandonarlo y el otro quiere llegar a él lo antes posible. Y mientras, el país, cada vez en peor situación. Uno no sabe salir de la crisis y el otro, que afirma tener soluciones, se niega a colaborar con el gobierno en la toma de medidas solucionadoras. Y todo por el poder, olvidando lo más importante: el país se desmorona. Debate entre ellos? Cruce de insultos y acusaciones, diría yo...

     ¿Y el resto de políticos? ¿Qué actitud tuvieron? ¿Ofrecieron soluciones? ¿Propusieron algo nuevo? ¡Pues no, claro! Veamos algunas afirmaciones aclaratorias de su actitud. Rosa Díez, de UPyD, habló de un "país en situación de emergencia", acusando a ZP de "desmantelar un Estado para seguir unos meses más en el poder", responsabilizándole de que "Bildu haya tomado el poder en el País Vasco" y acabando su intervención diciendo que "no habrá suficientes días en el calendario para perdonar lo que ha hecho". Gaspar Llamazares, de IU, realizó un llamamiento tanto al PP como al PSOE. Dejó entrever que la estrategia del PP de pedir, una y otra vez, elecciones anticipadas es cansina y pidió a ZP la urgente convocatoria de una moción de confianza sobre su gestión en el gobierno.

      ¿Y los nacionalistas? Pues división de opiniones según conveniencias. Josep Antoni Durá i Lleida, de CiU, acusó a ZP de hacer un discurso de despedida compungido, resignado y sin propuestas, "con más humo que contenido". Y Josu Erkoreka, del PNV, afirmó que durante esta legislatura ZP "se ha volcado en el servicio público con un alto coste personal y familiar. Es bueno reconocerlo y dejar constancia de ello". ¡Ver para creer!

     En definitiva, un debate en el que, como dijo Rosa Díez, "el presidente se ha despedido pero no se va". Sin duda, un acto fallido de cara al presente y al futuro de esta nación. Algunos especialistas en la materia se preguntaban ayer cómo era posible que un presidente hundido plantara cara al líder de la oposición. Yo creo que la respuesta es fácil y lógica: Rajoy sabe que gobernará este país dentro de poco tiempo y no necesita hacer grandes alardes de retórica para ello. El propio descrédito del gobierno actual le pondrá en el poder por simple inercia. Precisamente por ello, el debate resultó tan poco interesante que el ministro José Blanco tenía esta carita de aburrimiento...


Porque "una imagen vale más que mil palabras..."

domingo, 19 de junio de 2011

DEP Big Man Clarence Clemons


     Benidorm, 30 de julio de 2009. Por octava vez en mi vida viajé para ver en directo a mi gran ídolo musical, Bruce Springsteen. Fue la quinta vez que pude disfrutar de la E Street Band y, por tanto, de Big Man. Como siempre, el concierto fue único, auténtico, fantástico. Sin embargo, Big Man estaba enfermo. Tanto al subir como al bajar del escenario tuvo que ayudarle Bruce. Lo noté muy deteriorado. No obstante, con su solo en Jungleland, por primera vez en mi vida, lloré en un concierto. Me emocionó como nunca esa noche. Mi sudor disimuló las lágrimas. Algo, en mi interior, me decía que era la última vez que iba a ver al gran saxofonista.

     Anoche, después de seis días en estado crítico a causa de un derrame cerebral, Clarence nos dejó. El alma de la E Street Band acudió a reunirse con el organista y acordeonista Danny Federici, otro E-streeter de siempre, fallecido en abril de 2008 a causa de un cáncer de piel. Ya son dos los miembros fundadores de la banda que fallecen en apenas tres años.

     Clarence y Bruce han sido amigos desde siempre. Sus carreras musicales son imposibles de comprender el uno sin el otro. Aunque ambos han grabado discos y han actuado por separado en numerosas ocasiones, solo la unión de ambos ha llevado al clímax, durante casi cuarenta años, a los millones de seguidores que siempre hemos estado ahí. Y seguiremos estando. Porque Clarence ha sido mucho más que un músico virtuoso. Ha sido un amigo, un compañero, un casi-familiar para todos nosotros. Por eso, hoy, todos sus fieles seguidores estamos compungidos y en estado de semi-inconsciencia. Se nos ha ido con él una parte de nosotros, una parte de nuestros corazones. Porque eso era Clarence, un corazón hambriento. Hambriento de darse cada noche a unos fans enfervorecidos y orgasmizados por el sonido de su aterciopelado saxo tenor.

     Además de tocar con Bruce Springsteen & The E Street Band, Clarence ha colaborado con músicos de la talla de Gary U.S. Bonds, Ronnie Spectors, Little Steven & The Disciples of Soul o Lady Gaga (hace un mes). También ha publicado seis discos en solitario. Y ha aparecido hasta en seis películas. Su última aparición pública fue para grabar el clip The Edge of Glory junto a Lady Gaga, apenas doce días antes del derrame cerebral que le ha causado la muerte.

     Podría hacer una entrada muy extensa hablando de este genio del saxofón. En numerosos libros podéis leer multitud de anécdotas sobre él y sus compañeros E-streeters. Pero no puedo. Estoy demasiado afectado como para centrarme demasiado en escribir. La carátula del disco Born to Run habla por sí sola. La amistad entre el Boss y Big Man hacía que el saxofonista siempre fuera el último E-streeter en subir al escenario y en ser presentado por el Boss. En una de estas presentaciones, éste lo introdujo así: "Are you ready for the king of the world? for the master of the universe? for Mr.Hollywood himself? for the biggest man in the world? The Big Man on the saxophone, Clarence Clemons!".

     Pues bien, Mister Show está ya en el cielo, tocando ese mítico solo de Jungleland ante un selecto público, entre quienes se encuentran Danny, Elvis, Lennon, Cobain u Orbison. La fiesta se traslada hasta allí de forma definitiva. Poco a poco el resto de la banda se irá reuniendo con él. Y sus fans, por supuesto.

     Este blog lleva por título Jungleland. Porque dicha canción es mi favorita de Bruce. Y, en gran parte, lo es precisamente por ese glorioso solo de saxo de Big Man Clarence Clemons. Esta entrada es un pequeño y humilde homenaje a un músico, un compañero, un amigo, un Gran Hombre. DEP Big Man. DEP Clarence Clemons... 

                 

viernes, 17 de junio de 2011

La llave de Sarah. Gilles Paquet-Brenner. Reseña


     Conmovedora adaptación al cine del best-seller de Tatiana de Rosnay, de idéntico título, dirigida por Gilles Paquet-Brenner y protagonizada por Kristin Scott Thomas. Narra los hechos acontecidos en el verano de 1942, en la Francia ocupada por los nazis, y en 2002, cuando una periodista comienza a elaborar un reportaje sobre los hechos acaecidos sesenta años antes. 

     París, julio de 1942. Las autoridades arrestan a trece mil judíos ante la impasible mirada de los parisinos. Éstos no mueven un dedo y guardan silencio por miedo, indiferencia o simple interés. Muchos de ellos esperan ocupar las viviendas que queden vacías. En una de ellas, el pequeño Michel se oculta en un armario para huir de la redada. Su hermana Sarah cierra la puerta para protegerle y se guarda la llave, pensando que va a regresar en unas horas.

     Sin embargo, el destino de la familia Starzynski es protagonizar una de las páginas más luctuosas de la historia gala. Los gendarmes confinan a los miles de detenidos durante cinco días en el Velódromo de Invierno en condiciones infrahumanas. Después envían a las familias a un campo de concentración francés. Más tarde, serán llevadas a Auschwitz.

     París, mayo de 2002. Julia Jarmond, una periodista norteamericana afincada en Francia, recibe el encargo de preparar un reportaje con oca­sión del sexagésimo aniversario de la redada. La reportera reconstruye el itinerario de los Starzynski y la lucha denodada de Sarah por salvar a su hermano, pero no podrá imaginar los derroteros que toma la in­vestigación. La epopeya de la niña judía será un ejemplo a seguir para Julia y para quienes han vivido marcados por el peso de la culpa.

   Curiosamente, el marido de Julia, Bertrand Tézac, es nieto de la familia que ocupó el piso vacío de los Starzynski, lo que otorga mayor interés a la investigación de la periodista. El matrimonio estuvo durante años buscando descendencia. Ya en plena madurez, Julia ha conseguido quedarse embarazada. No obstante, a su marido ya no le hace ninguna gracia ser padre a una edad tan elevada. A medida que avanza su investigación Julia se siente más identificada con la familia Starzynski respecto a la pérdida de su hijo pequeño. Así, decide que va a seguir con su embarazo pese a las reticencias de su marido, lo que provocará, como es lógico, una desatada crisis conyugal.

     Poco a poco, Julia consigue reconstruir la vida de Sarah, que parece ser la única superviviente de su familia. Cuando parece haberla encontrado una sorpresa compungirá su corazón y hará que éste se tambalee. Otras personas, cuyas vidas parecían tranquilas, verán alterados sus quehaceres diarios con noticias que les eran desconocidas hasta ese momento.

     "La llave de Sarah" es una de esas películas que mantiene la atención durante todo su metraje, conmueve, emociona y hace reflexionar a quien la ve mientras suena la música final y se deslizan ante sus ojos los títulos de crédito. Una película altamente recomendable tanto para los amantes de la historia como para quienes gustan de películas que atacan directamente las conciencias y los corazones cinéfilos.    
        

La frontera dormida. José Luis Galar. Reseña


     Quinto de los seis trabajos literarios de este aragonés de cuarenta y seis años. Publicada en 2008 por Ediciones Destino, ésta novela histórica nos ilustra perfectamente los hechos acaecidos en la frontera pirenaica a su paso por la estación internacional de Canfranc, lugar de paso de huidos del nazismo, de obras de arte robadas y falsificadas y de una gran parte del oro nazi expoliado a los judíos.

     La novela va mezclando hechos y personajes reales con otros salidos directamente del cerebro del autor. El punto de origen de todo es el suicidio de Germán Horno, un anciano residente en Canfranc. En realidad, se trata de Herman Horn, el capitán de las SS en la zona francesa de la estación internacional, que tenía la doble nacionalidad pese a estar a ocho kilómetros de la frontera con la vecina Francia.

     La existencia de numerosas obras de arte en su ático, entre ellas un Vermeer desconocido titulado "El alquimista", y la confesión de un terrible secreto al joven párroco recién llegado a Canfranc, el padre Guzmán, ponen las notas de misterio a la trama desde su inicio. "El alquimista" había obsesionado al mismísimo Hitler, puesto que en él se esconde la fórmula de una secreta arma mortífera con la que pretendía hacer sucumbir a sus enemigos durante la Segunda Guerra Mundial.

     El suicida, bajo secreto de confesión, pide un favor al padre Guzmán: llevar unos papeles confidenciales al otro lado de la frontera. Lo que desconoce el joven párroco es que se va a meter en un buen lío. Espías franceses y del Vaticano se aprestan a buscarlos y destruirlos ya que en ellos figuran los nombres de personajes ilustres y muy respetables de diferentes niveles culturales y políticos implicados directamente en el expolio nazi de oro y obras de arte provenientes del centro del continente europeo.

     Más complicada, si cabe, es la situación de Patricia Hernando, la especialista en arte de la policía científica española, quien decide quedarse "El alquimista", cuadro por el que siente una debilidad especial desde que era pequeña. Su padre, diplomático, ya le había hablado siempre de la existencia del mismo, aunque Patricia hubo de negarlo ante el tribunal que examinó su tesis doctoral, que también se ocupó del mismo lienzo. Una vez comprobada su veracidad decide ponerlo a buen recaudo. Sin embargo, los mismos que buscan destruir los papeles entregados por el padre Guzmán también ansian poseer tan magnífico cuadro, lo que pondrá a la policía en una más que delicada situación.

     De forma simultánea, se intercalan los hechos del pasado (los años cuarenta) con los actuales (fines de 2005 y comienzos de 2006). El final es trepidante. El padre Guzmán y la policía Hernando perseguidos por varios personajes siniestros que tratan de poner fin a sus vidas para recuperar los papeles y la obra de arte.

     La novela nos muestra aspectos destacados de la historia española y europea de los años cuarenta, como la reunión entre Franco y Hitler en Hendaya en plena Segunda Guerra Mundial, el colaboracionismo español con el nazismo, el espionaje y el contraespionaje francés o la traición de Herman Horn a los nazis, ocultando la obra más buscada por sus "jefes", lo cual pone de manifiesto que no todos los alemanes estuvieron a favor de las acciones emprendidas por Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

     En definitiva, estamos ante una buena novela que entretiene e incluso puede informar. Las descripciones de la Canfranc de los años cuarenta y de la época dorada de la estación internacional y sus alrededores son de gran interés para quienes nos hallamos cautivados por una historia tan llamativa como poco conocida por la mayoría de gente de nuestro país.

domingo, 5 de junio de 2011

Me pone el morado. Me pone el Gandía Basket


     Ante todo quiero pedir perdón de antemano si escribo alguna incoherencia. Llevo despierto ya más de 24 horas, de las cuales me he pasado 12 en un autobus matapersonas a más no poder, en el que he recorrido más de 900 kilómetros. Me he mojado y estoy tremendamente cansado y con amargos dolores de espalda, piernas, culo y cervicales. Resumiendo, estoy muy jodido ¡pero muy contento! Y en estos casos lo segundo hace que uno se crezca.

     Como el Gandía Basket, que hoy (o ayer, porque ya no sé si es sábado o domingo), consiguió el ascenso a la LEB Plata de una manera épica, sufrida y agónica. Si algo caracteriza en los últimos años a este club, que es una pequeña gran familia humilde y coraginosa, es el carácter y la dureza mental en situaciones críticas. Como la vivida hace unas horas en Vic. Con 16 puntos de desventaja mediado el tercer cuarto, las cosas se ponían muy difíciles. Bloqueados en ataque, solo había una salida para meterse de nuevo en el partido: defender a muerte.

     Y eso es exactamente lo que hicieron los espartanos jugadores del Gandía Basket, ejercer de auténticos Buzz Lightyear y luchar "hasta el infinito y más allá" persiguiendo un sueño utópico finalmente hecho realidad gracias a un parcial de 19-32 en el último cuarto y medio de partido, eliminatoria y temporada.

     La comunión equipo-aficionados, la gran clave que convierte a este club en temible para cualquier rival (nos estamos ganando la fama "por cojones"), funcionó a las mil maravillas una vez más, haciendo posible lo que parecía casi un milagro a falta de 15 minutos para acabar el partido. La última canasta de Javi Rodríguez, el capi, marcaba sentencia a escasos segundos del bocinazo.

     Este equipo, con un cuerpo técnico de LEB Oro (y no me dejo cegar por la euforia del momento), ha conseguido que los 80 aficionados gandienses hiciéramos callar a los casi 800 vicenses o vigatanos (¡gracias Google!). Así es el conjunto morado de estos últimos años, como quedó demostrado en Tarragona (donde ellos ganaron pero nosotros lo celebramos y disfrutamos) o Cornellà (donde se consiguió el, hasta ayer, último ascenso). Aquellos dos días no los olvidaremos mientras vivamos. El de hoy ni cuando muramos...

     Deportivamente el equipo ha vuelto a demostrar, una vez más, que su sitio está en la LEB. Ahora es turno de APLEG y los políticos. De una vez, éstos deberán demostrar si quieren basket de calidad en nuestra ciudad. Si por mi fuera, este equipo subiría de categoría haciendo muy pocos retoques. La base de ocho jugadores la mantendría, pues se han ganado a pulso jugar en LEB Plata. Lamentablemente, estamos de nuevo en manos poco recomendables. Eso sí, estoy seguro de que esta noche serán más de cuatro los políticos que no pegarán ojo...

     En fin, que no veo las teclas y me voy a la cama ya. Mañana será otro día. Y despertaré "de plata". Jodido pero contento. Porque me pone el morado. Me pone el Gandía Basket...
Victor Rubio
Guillermo Puchol
Fran Baquer
Xavi Guía
Antonio Segovia
Fabio García
Piti Catalá
Javi Rodríguez
Iván Zhauniarovich
Shalawn Miller