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sábado, 1 de septiembre de 2012

El Círculo Alquímico. Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. 2010. Reseña


     Proceso usado para transformar plomo u otros elementos en oro; búsqueda de la piedra filosofal, con la que se era capaz de lograr la habilidad para transmutar oro o la vida eterna. De esta manera explica cualquier diccionario el significado de la palabra alquimia. El tema, tratado en innumerables obras literarias y cinematográficas, resulta muy interesante por diversos factores en los que no voy a entrar aquí.

     "El Círculo Alquímico" nos ilustra sobre el significado y la simbología de esta precursora de la química y la filosofía actuales. Y lo hace de forma magistral, sin aburrirnos con datos difíciles de explicar, adentrándonos en una trama perfectamente trazada por un Paco Gómez Escribano que me ha encantado en su primera novela publicada (que no escrita).

     Una buena historia es aquella que nos enseña, nos entretiene, nos emociona y nos hace pensar. Y en este libro nos pasan todas esas cosas. Con ella, uno aprenderá sobre arte, historia, geografía, costumbres y tradiciones de distintos lugares del mundo y, por supuesto, alquimia. Incluso puede ser una excelente guía de viajes para quienes vayan a visitar lugares tan distantes en la geografía mundial como Toledo, Berlín, Jerusalén o El Cairo. Porque en estas cuatro ciudades se desarrolla la acción de esta novela.

     Estudiosos de arte e historia, religiosos de distintas confesiones y lugares, un detective, mafiosos, agentes del Mossad y hasta policias españoles forman parte de una historia que nos atraerá desde el principio. Y, lo mejor de todo, cada uno de los personajes cumple perfectamente un papel en la trama de la misma. Ese es uno de los fuertes de este libro: los personajes no están "metidos con calzador" sino que obedecen a una serie de circunstancias que les involucrarán, queriendo (en algunos casos) o sin querer (en otros), en la acción tan bien narrada por Paco.

     Un fresco del siglo XVI aparecido en la capilla de San Ildefonso de la catedral de Toledo cambiará para siempre la vida de todos aquellos que se relacionen con el descubrimiento. Boris Vasílievich, un extraño personaje que puede llegar a aparecer de diversas formas y edades diferentes, será el eje sobre el que se deberán mover todos los protagonistas de esta historia, a los cuales ayudará a viajar por Jerusalén y El Cairo en busca de algo que nadie conoce ni sabe exactamente dónde buscar. Las pistas dadas por éste y la pericia de cada uno de ellos les llevará a cerrar un círculo lleno de alquimia, magia y también peligros.

     El escritor madrileño mezcla en esta obra aspectos tan interesantes como la alquimia (a través de las enseñanzas de un tratado del siglo XVI escrito por Rodrigo Garcinúñez, Azhar El Halli y Samuel Levi, tres hombres representantes de las tres confesiones religiosas que convivieron en esa época en nuestro país), la arquitectura y el arte (con unas descripciones magníficas de cada fresco o cuadro aparecido y de cada edificio, catedral, palacio o monasterio, donde se desarrolla la acción de la novela), la historia (de los lugares y de los personajes relacionados con el contexto determinado) y las formas de trabajo de distintos personajes dedicados a la investigación (sea de la rama que sea). Y, por supuesto, hay espacio también para el amor surgido entre dos de los principales protagonistas.

     Por todo ello, estamos ante una obra que recomiendo totalmente a todos aquellos lectores que estén ávidos de aprender, entretenerse, emocionarse y pensar sobre qué somos, de dónde venimos y adónde vamos. Estoy seguro de que nadie se arrepentirá de leer "El Círculo Alquímico" de Paco Gómez Escribano, una novela fantásticamente bien documentada en cada uno de los temas tratados en ella. Desde luego, puedo asegurar que cuento el tiempo que queda para poder leer la segunda de sus obras publicadas, que verá la luz este próximo otoño y llevará por título "Al otro lado".

     Cuando conocí en persona a Paco intecambiamos nuestros "círculos" (su "círculo alquímico" y mi "círculo de bondades") y me deseó que disfrutara de este viaje alquímico. Gracias: sin duda, lo he hecho, compañero. Sólo dejo de recomendar la lectura de esta magnífica novela a aquellos lectores que estén intentando dejar el tabaco y/o el café. "No somos na".