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martes, 28 de febrero de 2012

Bruce Springsteen. Wrecking Ball. 2012. Reseña


     El nuevo trabajo de Bruce Springsteen sale al mercado el martes 6 de marzo. Sin embargo, como es lógico es estos tiempos que corren, todo el mundo está escuchándolo desde hace unos días. Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre este disco, algo también habitual en el caso que nos ocupa. Su mánager, Jon Landau, es un genio del márketing. Alguien que da informaciones confusas y a cuentagotas para levantar, si cabe, mayor expectación a los lanzamientos del genio de Asbury Park.

     Contrariamente a lo esperado, no se trata de un disco con la E Street Band (aunque participan casi todos ellos, incluso el recientemente fallecido Clarence "Big Man" Clemons). En él toman parte, también, músicos de la Seeger Sessions Band, con los que The Boss ya realizó un disco y una espectacular gira country en 2006-7. Además, participan otros músicos como Tom Morello (Race Against The Machine), Matt Chamberlain (Pearl Jam) y Greg Leisz (reconocido multi-instrumentista americano).

     Bajo la producción de Ron Aniello, quien trabaja por vez primera con Springsteen, el disco cuenta con once temas más dos bonus tracks (Swallowed Up y American Land). La primera parte del disco está compuesta por temas que hablan del dolor. A partir de "Wrecking Ball" (Bola de demolición), la central del trabajo, se pasa a la esperanza.

     Jon Landau avisó hace meses que el disco tenía "letras que cuentan una historia que no puedes escuchar en ningún lugar" y que "su música era la más innovadora de los últimos años" del Boss. Y, desde Sony y Columbia Records, se aseguró que "era el disco más cabreado que ha hecho Springsteen nunca". A mí, particularmente, el nuevo CD me suena a una mezcla de "Nebraska", "We Shall Overcome", "Tunnel Of Love" y los últimos trabajos de Bruce. A continuación, un comentario sobre cada una de las 11 canciones:

 1- We take care of our own (Cuidamos de los nuestros): una canción épica al más puro estilo springsteeniano que toma ventaja como tema de inicio de los conciertos de su próxima gira. Ritmo pegadizo, estribillo con mucha fuerza y guitarra eléctrica rompedora y teclados contundentes. Se trata de una crítica a cómo funciona actualmente el mundo, algo que nos lleva, necesariamente, a cuidar de los nuestros (nuestra familia, nuestros amigos o nuestra banda de rock).
 2- Easy money (Dinero fácil): nueva crítica a la banca y a Wall Street iniciada con una base programada y continuada con folk puro y duro a lo Seeger, con violines, acordeones, flautas y coros. El tema habla de dos estafadores capaces de todo para hacerse con dinero fácil. La rápida e inexorable pérdida de valores en la sociedad actual parece preocupar, y bastante, al compositor estadounidense.
 3- Shackled and drawn (Encadenado y cautivo): nuevo viaje a las raíces del folk americano y con numerosos mensajes reivindicativos sobre la actual crisis económica, la miseria del trabajador y las injustificadas e injustificables riquezas de los banqueros. La fuerza de la garganta de Bruce y los fabulosos coros pueden hacer de este tema uno de los grandes momentos de la gira de 2012, uno de esos momentos de total comunión entre los de abajo y los de encima del escenario.
 4- Jack of all trades (Aprendiz de todo): para mí, la gran joya del nuevo disco de Bruce. El magistral piano de Roy Bittan, que recuerda claramente al Ave María de Schubert en sus primeras notas, marca un vals a lo "If I should fall behind" de la gira de 2006 con la Seeger Sessions Band. Pero todo no queda ahí: la trompeta de Ed Manion (de los Miami Horns) y la guitarra de Tom Morello otorgan al tema una grandiosidad que no casa, sin embargo, con la letra de la canción, que habla sobre lo duro que es para un obrero estar en el paro y sentir que no vale para nada...o quizás para todo... La frase de la última estrofa donde afirma que "si tuviera un revólver buscaría a los bastardos y dispararía sin dudar" lo dice todo. Efectivamente, el Boss está muy cabreado.
 5- Death to my hometown (Muerte a mi ciudad): una batería muy bien programada y un coro majestuoso convierten a este tema en el más coral del álbum. Violines, acordeones y flautas celtas colaboran para hacer de esta canción otro himno que será cantado por miles y miles de personas en la gira inmediata al lanzamiento del disco. Es una marcha que habla de la muerte y la miseria de muchas ciudades de su país (y del mundo) a manos, "no de bombas ni de dictadores" sino de "buitres avariciosos (...) que vinieron a devorar la carne de todo lo que encontraban". Y lo peor de todo es que "sus delitos han quedado impunes".
 6- This depression (Esta depresión): “He estado deprimido, pero nunca tanto. He estado perdido, pero nunca tanto. Esta es mi confesión. Necesito tu corazón en esta depresión”, dice la letra de una canción que, probablemente, sea la más floja del disco. Su oscuridad recuerda a "Darkness on the edge of town", aunque queda a años luz de la gloria de aquel álbum, quizás el mejor de su carrera junto a "Born to run".
 7- Wrecking ball (Bola de demolición): tema de 2009 escrito para los últimos conciertos de aquella gira en el Giants Stadium de New York, estadio que iba a ser demolido pocos días después de aquellos maravillosos cinco shows. Sin duda, marcará uno de los puntos más álgidos de sus próximos conciertos al ser coreada por su gran multitud de seguidores en todo el mundo. Tema dramático (sobre todo por los gritos de los coros en la parte final), sensible (por el sentimiento de pérdida descrito en sus versos (cabe recordar que algunos de los mejores conciertos del Boss a lo largo de su carrera han tenido lugar en el ya demolido estadio neoyorquino)) y complicado (con multitud de subidas y bajadas en su ritmo y sus letras), muy Springsteen en definitiva. Su directo es mucho más demoledor que esta versión de estudio, quizás porque el metal no suena igual de compacto que en directo.
 8- You´ve got it (Tú lo tienes): es el tema que más recuerda a "Nebraska" y a "Tunnel of love". Magnífico trabajo de Nils Lofgren a la slide-guitar. Bruce no suena, para nada, a Bruce en muchos momentos de esta canción. Y ello, lejos de criticable, es digno de alabar: se trata de un cálido homenaje al soul de Marvin Gaye y de Smokie Robinson. Sin duda, una de las sorpresas del ábum.
 9- Rocky ground (Tierra rocosa): el experimento más complicado y arriesgado del disco, sin duda alguna. Gospel, hip-hop y mezclas de diferentes bases de ritmo se juntan en un tema que no suena a Springsteen en ningún momento. El coro femenino gospel es fenómenal, sublime. Y la voz del Boss, que recuerda a algún tema de "Devils and dust", suena realmente preocupada por el estado de su país, sobre todo por los alaridos que el propio Bruce hace de coro en segundo término. Estamos ante una gran canción. ¡Y ante el primer rap de la historia discográfica del gran genio de Nueva Jersey!
10- Land of hope and dreams (Tierra de sueños y esperanza): el gran homenaje del disco a la figura del incombustible "Big Man" Clarence Clemons, fallecido el pasado mes de junio. Un tema que viene sonando en cada concierto del músico estadounidense desde que en 1999 la incluyera en el repertorio de la "Reunion Tour" con la E Street Band. Una canción que habla de sueños y esperanza, como su título indica. La versión de este disco es, si cabe, más contundente y emocionante que la original, en directo. Promete ser, sin duda, otro de los momentos de mayor efervescencia de sus directos a partir de marzo. ¡Ganas de escucharla en los estadios, ya! ¡Todos a bordo del tren gospel del Boss!
11- We are alive (Estamos vivos): una auténtica joya folk, de lo mejor del disco, que nos evoca de forma magistral un paseo por el mismísimo Grand Canyon del Colorado. ¡Casi me parece ver al mismísimo John Wayne a lomos de su caballo! Banjos y trompetas completan una canción magistral, un gran final de disco que nos dice que estamos vivos para hacer muchímas cosas todavía. Imposible escuchar este tema sin que los pies y las manos sigan el ritmo. Los silbidos de Bruce al final del tema nos dejan con ganas de más, mucho más, al tiempo que dibujan una sonrisa en nuestros labios. El estribillo dice así: "Estamos vivos / Y aunque los cuerpos yacen abandonados aquí en la oscuridad / Nuestras almas y espíritus renacen / Para portar el fuego y encender la chispa / Para luchar hombro con hombro y corazón con corazón / Para resistir hombro con hombro y corazón con corazón / Estamos vivos".

     En definitiva, estamos ante un disco en el que podemos encontrar desde el rock habitual del Boss hasta temas puramente country pasando por "loops" y bases rítmicas muy próximas al hip-hop y al rap. Un trabajo en el que pueden llegar a sonar, a la vez, un banjo y bases de ritmo pregrabadas. Sin duda, algo diferente, muy diferente a lo que el de New Jersey nos tiene acostumbrados. Sinceramente, no me atrevo a decir si es mejor o peor disco que los anteriores. Eso sí, es algo que suena a nuevo.

     La gira del Boss comenzará el día 18 de marzo en Atlanta. En mayo llegará a Europa. En España se le podrá disfrutar hasta en seis noches diferentes: Sevilla (13 de mayo), Las Palmas (15), Barcelona (17 y 18), San Sebastián (2 de junio) y Madrid (17). Más allá de que a uno pueda gustarle más o menos el disco, ver a Springsteen siempre vale la pena. Y más todavía si viene acompañado de la E Street Band, de la sección de vientos de la Seeger Sessions Band y de músicos de la talla de Tom Morello, Matt Chamberlain y Greg Leisz. ¿Te lo vas a perder? ¡Yo no! Allá voy, Barcelona!

     Para ver las traducciones de las letras, visitar el siguiente enlace de Stone Pony.