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lunes, 24 de octubre de 2011

Mientras duermes. Jaume Balagueró. 2011

  César (Luis Tosar), el portero de un edificio de una gran ciudad, está enfermo. Muy enfermo. Según él mismo, sufre de infelicidad. Nació sin capacidad de ser feliz. Es capaz de cualquier cosa por hacer que la gente del bloque del que es conserje sea infeliz como él. Esta se ha convertido en su única motivación para no saltar desde lo alto de la azotea del edificio. Y, para más inri, cuenta con un arma secreta: a ojos de los demás pasa bastante inadvertido pero es astuto. Muy astuto.

     La vecina del 5º B, Clara (Marta Etura), siempre va y viene con la sonrisa dibujada en su rostro. Y César se propone borrarle la felicidad de su cara. Al disponer de las llaves de todos los apartamentos de la finca aprovecha las ausencias de los vecinos para sembrar el mal allá por donde pasa, sin dudar en arruinar las vidas de algunos de ellos. Sin embargo, Úrsula (Iris Almeida), la niña del 5ª A, descubre su secreto y lleva su situación al límite. Por cierto, gran interpretación de esta chiquita, que promete alegrías futuras en el panorama cinéfilo español. Al tiempo.

     La trama se complica, más todavía si cabe, según crece la desconfianza que fomenta el portero en Marcos, el novio de Clara (Alberto San Juan). A César se le va de las manos la situación, provocando en el espectador una angustia casi vital. Paradójicamente, quien ve la película sufre, a la vez, por César (enfermo), con quien llega a empatizar por momentos, y por Marta (víctima), a la que no quiere ver sufrir más. 

     El guión de Alberto Marini (de novela homónima) es realmente soberbio, llevándonos por donde él pretende de principio a fin y poniéndonos hasta nerviosos en diferentes secuencias. Y la música de Lucas Vidal nos estremece en diversas escenas, dejándonos helados al final del film. Y de Jaume Balagueró, ¿qué decir? Pues que esta película, sin duda, se va a convertir en la catapulta definitiva a su carrera como director.

     Luis Tosar, en mi modesta opinión, el mejor actor español actual (aunque haya otros más famosos, más galardonados y mejor remunerados), vuelve a demostrar la facilidad con la que es capaz de cambiar de registros y de papel, algo realmente digno de alabar. Para mí, uno de los favoritos al Goya por su interpretación en esta película (con el permiso de un renacido José Coronado en "No habrá paz para los malvados"). Tanto para él como para Marta Etura, su pareja en la vida real, ha debido ser toda una experiencia haber rodado juntos en un film donde él se propone desgraciarle la vida a ella.

     En definitiva, una película que hará que más de una (y más de uno, por qué no admitirlo) vuelva a mirar debajo de su cama antes de irse a dormir. Nunca se sabe si alguien muy simpático y cercano a nosotros es capaz de tratar de amargarnos la vida. Después de todo, cualquier persona puede sufrir la misma enfermedad que César...