LIBROS

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lunes, 25 de enero de 2021

Jungleland cumple 10 años: los 10 mejores libros internacionales de la década



    Este blog está de aniversario. Una década de vida. Ni más ni menos. Más de cuatrocientas entradas en total. Casi nada. La mayoría de ellas, como es lógico, reseñas de muchos de los libros que voy leyendo. No todos, puesto que jamás reseño un libro que no me haya gustado (algunos pocos son abandonados a mitad de lectura; otros, pese a ser finalizados, no acaban de llamar especialmente mi interés). La cuestión es que nunca publico una reseña crítica con ningún libro, pues no me considero quién para escribir mal sobre el trabajo de ningún escritor. Pienso que hasta el peor de los libros conlleva muchas horas de trabajo y la ilusión y la pasión de quien lo escribe. También opino que hasta del peor de ellos se puede aprender --¡aunque sea cómo no hay que escribir uno!--. De manera que solo reseño en este blog los libros que me dicen algo. Que me aportan algo. Aunque sea un poquito solamente. 


    El otro día se me ocurrió una idea: ¿qué mejor manera de celebrar la década de existencia del blog que recuperando los mejores libros de estos últimos diez años? Y decidí, además, acotar la lista únicamente a aquellos publicados durante esta última década. Porque la celebración de Jungleland coincide con el fin de la década 2011-2020. Buena coincidencia, por cierto. Así que, allá van, mis diez libros preferidos de todos los que he leído durante estos diez años y que han sido publicados también durante este lapso de tiempo.     





10. La gente feliz lee y toma café. Agnès Martin-Lugand. Alfaguara. 2014. Es uno de esos libros de cuyos personajes cuesta despedirse cuando se finaliza la lectura. Su mensaje, directo al corazón del lector, le hace ver la vida de manera diferente. La vida misma se muestra como un regalo que debemos aprovechar durante cada minuto. El viaje interior y exterior que emprende Diane para superar el peor momento de su vida nos arrastra con ella. Además, la casi ausencia de descripciones, el lenguaje directo y los diálogos ágiles convierten al libro en una montaña rusa de emociones de la cual nos cuesta bajarnos. El final tampoco es el típico fueron felices y comieron perdices, sino una introspección, una reflexión profunda sobre la facilidad con la que a veces buscamos un clavo que quite otro clavo. Resulta complicado abordar esta lectura sin un cigarrillo y una taza de café como compañeros de viaje literario. 

9. El ferrocarril subterráneo. Colson Whitehead. Random House. 2017. Se conoció como el ferrocarril subterráneo a una red clandestina organizada durante el siglo XIX en EE. UU. y Canadá para ayudar a escapar hacia los estados libres del norte y Canadá a la máxima cantidad posible de esclavos afroamericanos. Su nombre se debió a que sus miembros se referían a sus actividades utilizando un lenguaje metafórico, en clave, relacionado con el mundo ferroviario. Los esclavos eran los pasajeros, los que los escondían eran los jefes de estación y a los que les ayudaban a escapar de las plantaciones se les conocía como maquinistas o conductores. Pese a que cuesta entrar en la acción, la novela va arrancando destellos que propician que el lector vaya conectando paulatinamente con la historia. Hasta que queda atrapado en ella y en cada uno de sus protagonistas, a los que llega a adorar u odiar, y solo piensa en conocer el desenlace final, que nos deja con el corazón en vilo hasta la última frase.

8. Escucha la canción del viento / Pinball 1973. Haruki Murakami. Tusquets Editores. 2015. Escribe el propio autor en el prólogo de esta edición que las novelas de la mesa de la cocina, escritas a altas horas de la madrugada sobre la mesa del bar que regentaba a finales de los setenta, constituyen algo decisivo e irremplazable. Fiel reflejo de que los inicios de uno como novelista pueden quedar atrás, pero nunca olvidarse. En estas dos primeras obras de Murakami aparecen ya muchas de sus señas de identidad. Por ejemplo, el surrealismo, el amor por el jazz, la soledad, la huida, los bares, las relaciones sentimentales frustradas, lo excéntrico, lo absurdo, un lenguaje extraño, casi alienígena, y unos personajes jóvenes, melancólicos, perdidos, inadaptados y hasta depresivos. Y también el riesgo. A buen seguro, para los fans del escritor nipón, poder conocer estas obras constituirá todo un alimento para su espíritu. Y también para su conocimiento. Porque a todos nos gusta saber más sobre nuestros ídolos. Especialmente sobre sus inicios, cuando todavía eran desconocidos y anónimos.

7. El cielo es azul, la tierra blanca. Hiromi Kawakami. Alfaguara. 2017. Belleza literaria que nos presenta de forma descarnada y talentosa las marcas del alma, la indefinición y la duda en la que a menudo nos movemos las personas. Y también nuestros miedos, frustraciones, melancolía y demás cuestiones que nos atormentan. Todo ello, no obstante, ofreciéndonos una vía para la esperanza, la ilusión, la auto afirmación personal y la posibilidad, siempre presente, de volver a empezar. De disfrutar de los pequeños placeres, de los pequeños gestos cotidianos que podemos regalarnos, a nosotros mismos y a los demás. Si todo lo referido se adereza con sake, cerveza, aperitivos y platos típicos japoneses --en el texto encontramos una completa guía culinaria del país nipón--, además de mercados, béisbol, bares, tabernas, etc, encontramos una ambientación realista y muy cercana. Su prosa es, además, elegante, sutil, delicada y detallada, y siempre encuentra las palabras justas para noquear al lector y conmoverlo hasta el límite. 

6. Canadá. Richard Ford. Anagrama. 2013. Novela de gran carga psicológica en la que los sucesos narrados tienen menor importancia que el modo en que sus protagonistas los viven. Canadá gira en torno a varias ideas, conectadas entre sí, que componen una historia atractiva, emocionante, que en unas ocasiones libera y en otras agobia. La frontera entre EE. UU. y Canadá simboliza mucho más que el simple paso de un país a otro. A saber: una huida hacia adelante sin posibilidad de retorno; la pérdida de la juventud y la inocencia del protagonista, que debe madurar rápidamente para sobrevivir en solitario y tratar de olvidar un pasado tormentoso; y la lucha entre el presente y el pasado. Otro de los elementos clave de la novela es la dificultad de la toma de decisiones y su influencia sobre las vidas de quienes nos rodean. Pero estamos también ante una novela sobre las segundas oportunidades y sobre las diferentes maneras de afrontarlas. La intimidad de los personajes y el realismo de los ambientes, pese a ralentizar en ocasiones la acción, le da a la historia un toque extra de veracidad.

5. La ley del menor. Ian McEwan. Anagrama. 2015. Una de las claves que hacen grande a McEwan es que, más allá de su indudable audacia a la hora de escribir, plantea en sus obras temas que, ya de entrada, predisponen al lector a ser golpeado. Además, sabe enlazar magistralmente cada una de las diferentes historias que componen sus novelas. En este caso, la jueza Fiona Maye debe decidir sobre la vida de Adam Henry, un menor de edad que se opone a una transfusión de sangre que podría curar su leucemia. ¿El motivo? Es Testigo de Jehová. El dilema moral que se le presenta a la jueza es de órdago: respetar las creencias religiosas de Adam o mantener su seguridad personal por encima de estas. Para completar el cuadro que debe afrontar la protagonista, su marido le acaba de presentar una propuesta: dado que ambos rondan los sesenta y llevan varias semanas sin mantener relaciones sexuales --algo que no parece importar a su esposa, pero sí a él--, ha decidido mantener una relación pasional con una joven de veintiocho. Con este panorama, la novela conmueve, sorprende, intriga, indigna e invita a reflexionar. Así, el goce de su lectura anticipa la angustia de ver que las páginas avanzan y finaliza un libro que desearías que no terminase nunca. 

4. Jaque al psicoanalista. John Katzenbach. Ediciones B. 2018. Quince años después de la archi conocida precuela, Katzenbach resucitó al temible Rumplestiltskin para volver a poner entre la espada y la pared al doctor Starks. Sin embargo, en la novela solo han transcurrido cinco años. Tiempo en el que el psicoanalista ha rehecho su vida y ha retomado su actividad profesional. No en Nueva York sino en Miami. Un lugar como otro en el que comenzar desde cero una nueva existencia repleta de sol, paz, trabajo y tranquilidad. Hasta que una noche el hombre que quiso matarlo --y al que creía muerto-- reaparece como si nada en su consulta. Pero en esta ocasión no quiere acabar con él, sino pedirle ayuda para salvar a su hermano Merlin y a su hermana Virgil, amenazados por un desconocido que pretende cobrarse sus vidas a toda costa. Starks debe investigarlo, encontrarlo y entregárselo a R., quien dará buena cuenta de él. A cambio, los tres hermanos lo dejarán en paz para siempre. La novela casi llega a los niveles de tensión, intriga y misterio de El psicoanalista. Cualquier amante del género la disfrutará como la anterior, comprobando que ha valida la pena la espera. Porque ya sabemos que lo bueno se hace esperar.             

3. Born to run. Memorias. Bruce Springsteen. Random House. 2016. Risa, anécdotas, música y reflexión. Una reflexión honda, profunda y sosegada. Una especie de catarsis en la que el Boss hace un examen psicoanalítico puro y duro, llegando a afirmar que en psicoanálisis trabajas para convertir los fantasmas que te atormentan en ancestros que te acompañan. Para hacerlo se requiere mucho esfuerzo y mucho amor, pero ese es el modo en que aligeras la carga que tus hijos tendrán que soportar. A luchador, al Boss, le ganan muy pocos. No en vano, como él mismo escribe, su voz no hacía presagiar que pudiera ser cantante solista. Pero su tenacidad y conocerse a sí mismo, con sus límites pero también con sus fundamentos, le valieron para ser quien es en la actualidad. En las memorias encontramos confesiones llamativas y sorprendentes. Muy celoso de su vida privada, Springsteen afirma haber tenido una relación tempestuosa con su padre. Hecho que hizo que el Boss no lograra mantener ninguna relación sentimental que durase más de dos años --incluyendo su primer matrimonio--. Hasta que apareció en escena Patti Scialfa. Born to run es una biografía extensa escrita de puño y letra por un músico que, dicho sea de paso, escribe de forma impecable.

2. Stoner. John Williams. Baile del Sol. 2012. ¿Cómo es posible que esta novela --y su autor-- hayan pasado desapercibidos durante medio siglo cuando ambos deberían estar considerados clásicos indiscutibles del siglo XX estadounidense y mundial? Lo primero que llama la atención de la novela es su estilo narrativo. Una prosa elegante que crea una gran empatía con su protagonista. Williams demuestra tener una fuerza brutal para narrar historias cotidianas, quizás con la emoción de quien ha amado y sufrido a partes iguales a lo largo de su vida. Nos presenta una Universidad de la América profunda del siglo pasado. Y lo hace de forma magistral, con todo lo bueno y lo malo que allí hubo. A través de un personaje que quizás sea un alter ego de sí mismo, pues la novela tiene un trasfondo autobiográfico indudable: tanto el autor como su personaje fueron profesores de literatura inglesa en la Universidad de Misouri. Hace ya siete años que leí y reseñé la novela, pero la emoción con la que leí sus últimas páginas, con los ojos anegados por las lágrimas, casi sin poder finalizar la lectura, con la visión borrosa, me acompañará mientras viva. Stoner es una obra maestra literaria de primera magnitud. ¡Y debemos decirlo muy alto!

1. 4321. Paul Auster. Seix Barral. 2017. Paul Auster estuvo siete años sin publicar una sola novela. Demasiado tiempo para sus seguidores. Sin embargo, la espera bien valió la pena, puesto que 4321 son en realidad cuatro novelas en una. Cuatro historias diferentes protagonizadas por el mismo personaje en un mismo intervalo de tiempo según los azares de la vida. Porque leer estas cuatro novelas nos demuestra que no somos dueños de nuestro destino más que en unos pocos aspectos que sí podemos controlar conscientemente. Son las casualidades las que finalmente hacen que un camino trazado siga recto o se desvíe. Auster recrea, al más puro estilo Forrest Gump, la Norteamérica de los años centrales del siglo XX, desgranando los grandes acontecimientos que marcaron a toda una generación. 4321 es un originalísimo drama social que cautiva, emociona y divierte. Una obra completa --en el pleno sentido de la palabra-- que nos presenta una vida de Fergusones de los que cuesta despedirse según avanzan los capítulos. Una de esas novelas que desde su misma publicación se convierten en clásicos de la historia de la literatura universal. Y, como el Meursault de Camus en El extranjero, el Edmundo Dantés de Dumas en El conde Montecristo, el Holden Caulfield de Salinger en El guardián entre el centeno o la misma Emma Bovary de Flaubert en Madame Bovary, el Archie Ferguson --o, más bien, los cuatro Archies Fergusones-- de Auster en 4321 entra por derecho propio en ese pequeño gran museo vivo de los personajes inmortales de la historia literaria.





domingo, 3 de enero de 2021

Mis diez mejores lecturas de 2020

 


    Como cada año por estas fechas publico hoy la lista de mis mejores lecturas de un año para olvidar pero que, sin duda, no olvidaremos en mucho, mucho tiempo. La pandemia, males aparte, ha tenido también algo mínimamente positivo --haciendo bueno aquello de que no hay mal que por bien no venga--. Casi todos hemos tenido un poco más de tiempo libre en casa. Por ejemplo, para emplearlo en leer. Esperemos que el 2021 nos permita ir volviendo de forma paulatina a esa ansiada normalidad. De momento, aún estamos a tiempo de comprar algún libro como regalo de Reyes. Quizás esta lista sirva a alguien a la hora de realizar, con la máxima prudencia, seguridad y responsabilidad posible, esas compras de última hora. ¡Feliz año nuevo a todo el mundo! ¡Y felices lecturas nuevas!





10. Loba negra. Juan Gómez-Jurado. Ediciones B. 2019. Antonia Scott y el agente Jon Gutiérrez viven una nueva experiencia vital que vuelve a poner a prueba sus límites físicos, intelectuales y emocionales. Ambientado tan solo siete meses después de Reina Roja, el nuevo thriller del escritor madrileño, considerado el gran autor del género a nivel europeo y uno de los más importantes también a nivel mundial, nos presenta a una Antonia Scott más nerviosa que nunca, incapaz de reponerse al estado vegetativo de su esposo Marcos, a la desaparición de Sandra Fajardo y a la sempiterna presencia-ausencia del señor White, sin duda, el principal fantasma del pasado y del presente de la Reina Roja. 

9. El infinito en un junco. Irene Vallejo. Siruela. 2019. Este ensayo nos hace viajar desde la Alejandría fundada por Alejandro Magno hasta la Roma imperial pasando por las ciudades griegas con Atenas a la cabeza. Un viaje a través de todos los soportes utilizados en cada época para plasmar las palabras sobre piedra, arcilla, juncos, seda o papel. Treinta siglos de continuo esfuerzo para utilizar, transportar, almacenar y conservar de la mejor manera posible los pensamientos de cada personaje, lugar y época. Todo tipo de gente del libro tiene cabida en estas páginas: narradores orales, escribas, sabios, copistas, miniaturistas, iluminadores, traductores, vendedores ambulantes, espías, maestras, monjes, esclavos, bibliotecarios, etc. Personas, casi todas ellas anónimas, que durante siglos han hecho posible la realización, divulgación y protección de los conocimientos y las diversas formas de arte y entretenimiento. Todos los que salvaron a los libros de la desaparición se convierten en protagonistas de un relato indispensable para aquellos quienes, de una forma u otra, seguimos formando parte este bendito mundo. 

8. Absolución. Luis Landero. Tusquets Editores. 2012. Existe en este mundo una gran cantidad de seres atormentados. Personas que viven atemorizadas por la sociedad, por sus familias o por ellos mismos. Uno de ellos es Lino, el protagonista de esta novela, que parece haber alcanzado la felicidad tras una vida errática, tediosa e insatisfecha. En cuatro días, sin embargo, Lino se va a casar con su amada Clara. Landero describe con gran detalle la psicología humana. Pero, además, introduce una alta dosis de aventura, de viaje iniciático, de búsqueda de la felicidad. También nos hace apreciar el entorno natural que nos envuelve. De todos los personajes se aprenden diferentes maneras de ver la vida. Filosofías de vida. Hacia ellos se acerca el lector, que empatiza con ellos y los comprende a la perfección, quedándose al final con ganas de saber qué ocurre con sus vidas una vez finalizada la magistral narración de este escritor del que habría que leerlo todo. Absolutamente todo. 

7. Siempre preparado. Víctor Rubio Estarlich. NPQ Editores. 2020. Sucede en numerosas ocasiones que cuando uno deposita grandes ilusiones en un libro éste acaba defraudándolo. Dejándolo frío. Poner el listón demasiado alto puede conllevar darse un buen batacazo. Pues bien, las altas expectativas suscitadas en mí por este libro no solo no me han defraudado sino que, muy al contrario, me han hecho comprobar que el listón ha sido superado con creces, dejándome muy gratamente sorprendido. Sabía de buena tinta que Víctor tenía cosas muy interesantes que contarnos. Pero cómo las ha contado, combinando con gran fluidez teoría, práctica y experiencias personales y vitales, incluso dejando en evidencia al lector en ocasiones --¡es muy difícil no verse retratado en sus páginas, a veces para bien; otras no tanto!--, que es imposible no recomendar su lectura. Pocas veces ciento sesenta páginas ponen las pilas a todo el mundo. Motiva a trazar planes y a llevarlos a cabo. Y eso es mucho. Muchísimo.

6. pequeñas mujeres rojas. Marta Sanz. Anagrama. 2020. Empequeñecidas ya desde el título, con esa p inicial en minúscula, esas pequeñas mujeres rojas cierran la trilogía (que no fue concebida como tal en un inicio, por cierto) dedicada al inspector Arturo Zarco, personaje que se ha convertido en los últimos años en uno de los más importantes de la novela negra española. Tras Black, black, black (2010) y Un buen detective no se casa jamás (2012), la autora madrileña, elogiada hace ya unos años por el gran y añorado Rafael Chirbes, nos sumerge en una novela tan negra como política --toda literatura es política aunque nos hayan hecho creer que la política mancha la concepción literaria, afirmó en una entrevista cuando fue lanzada la novela, justo una semana antes de decretarse el estado de alarma en España por la pandemia del coronavirus--. Novela negra, en muchos momentos, más que el betún, sobre una de las etapas más negras de nuestra historia. Necesaria. Muy necesaria.

5. Rey blanco. Juan Gómez-Jurado. Ediciones B. 2020. El señor White da un paso más en su permanente hostigamiento a Antonia Scott y a Jon Gutiérrez. Y, de paso, a todo el proyecto Reina Roja a nivel europeo, que parece tambalearse sin solución. Antonia está tocada: acaba de dejar morir a su marido tras decidir desconectarlo de las máquinas de soporte vital que lo mantenían desde años atrás atado a una vida inexistente, y a su abuela, muy anciana ya, no le queda mucho tampoco. Además, le llega la noticia de que Jon ha sido secuestrado. El señor White está, por supuesto, detrás de la desaparición de su fiel escudero. Otro problema más para una Antonia para la que el suicidio --en el que sigue pensando tres minutos cada día-- es la última solución para poner fin a su vida. El infierno en que se ha convertido ésta es una verdad vista demasiado tarde. Un error del pasado. Pese a su extremada inteligencia, a Antonia se le ha pasado por alto una verdad que finalmente comprenderá muy evidente.

4. Lerna. El legado del minotauro. Javier Pellicer. Edhasa. 2020. No solo supone un viaje espacial y temporal entre la Creta minoica y la formación de los mitos sobre los orígenes de Irlanda recogidos en el Libro de las Invasiones. Además, Pellicer nos transporta a lo más recóndito de cada uno de los seres humanos que vamos conociendo al ir pasando páginas. Porque el ser humano es muy diverso. Y cada uno de ellos es muy diferente al resto. Y saber caracterizar a cada uno de ellos como lo hace este autor en sus novelas es algo muy complicado que requiere grandes dosis de paciencia y de conocimiento de la psicología humana. Más allá de los vastos conocimientos en Historia, arqueología, mitos y demás aspectos temáticos, uno de los fuertes del escritor valenciano es precisamente ese descuartizamiento psicológico de sus personajes. Porque, como dijo Oscar Wilde, los grandes acontecimientos del mundo suceden en el cerebro. Es también en él, y sólo en él, donde se cometen los grandes pecados. Por eso, tras los grandes hechos históricos, siempre hay (salvo accidentes) grandes pensadores o maquinadores. Y de eso trata también esta novela. 

3. Madame Bovary. Gustave Flaubert. Alianza Editorial. 2012. Publicada a mediados del siglo XIX, aunque inspirada en la Francia de principios de siglo, se convirtió muy pronto en claro exponente de la literatura realista francesa y universal. También de un romanticismo ya algo tardío en el momento de su escritura. Crítica tanto de la burguesía como de la iglesia católica francesa, ésta introdujo a la obra en su Índice de Libros Prohibidos a causa de la promiscuidad de su protagonista. Censurada, pues, por ser considerada perniciosa para la fe, su popularidad, sin embargo, creció rápidamente. Este clásico inmortal bebe directamente de la Revolución Francesa, de la monarquía autoritaria napoleónica, del emergente poder burgués y de la feroz pugna entre la firme doctrina católica y la cada vez más consolidada filosofía de Voltaire. Además, la novela está considerada como pionera del futuro ideario feminista.

2. Alegría. Manuel Vilas. Planeta. 2019Todo aquello que amamos y perdimos, que amamos muchísimo, que amamos sin saber que un día nos sería hurtado, todo aquello que, tras su pérdida, no pudo destruirnos, y bien que insistió con fuerzas sobrenaturales y buscó nuestra ruina con crueldad y empeño, acaba, tarde o temprano, convertido en alegría. Con estas palabras arranca la nueva novela de Manuel Vilas, finalista del Premio Planeta 2019, que bebe y sigue los pasos de Ordesa, el gran éxito literario de 2018 --designado en este mismo blog como mejor novela de ese año--. Alegría recoge las vivencias, anhelos, carencias, pensamientos y sentimientos del escritor de Barbastro. Escrita entre mediados de 2018 y mediados del 2019, narra momentos de la gira de presentaciones, firmas de libros y demás actos en torno al lanzamiento y promoción de Ordesa. Original, valiente y organizada en torno al mismo caos narrativo que su antecesora, vuelve a ser una obra honesta y humilde alejada de todo tipo de complejos y ataduras. Y, como la novela que la precedió, vuelve a calar muy hondo en los corazones de los lectores. 

1. Tierra. Eloy Moreno. Ediciones B. 2020. El planeta está enfermo. Y, como dice uno de los protagonistas de Tierra, William Miller, el hombre más rico y poderoso del mundo, los humanos son su virus. Precisamente nosotros, los humanos, somos los grandes protagonistas de la novela. Y no salimos en absoluto bien parados de las reflexiones que Moreno, en boca de los personajes de su historia, nos presenta de manera cruda, mordaz y necesaria. Porque el autor nos coloca ante el espejo para mostrarnos todos y cada uno de nuestros pecados. Tierra nos presenta una gran verdad. Y muy incómoda. ¿Qué hacer, pues, con ella, una vez descubierta? Debemos afrontar una realidad que está ahí afuera, en la calle, en las montañas, en los pueblos y ciudades de todo el mundo. No en nuestros dispositivos móviles. Y, dado que sólo tenemos un planeta, debemos cuidarlo, olvidando el turismo depredador y abordando, de una vez, el problema del cambio climático. Porque es un hecho demostrado que en nuestro planeta cada vez hay más agua y menos hielo. La novela de Eloy Moreno supone un soplo de aire fresco, un nuevo punto de vista sobre el gran problema. Por ello, entre otras cosas, merece el número uno de esta lista.