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viernes, 8 de noviembre de 2019

Confesiones de una editora poco mentirosa. Esther Tusquets. Ediciones B. 2012. Reseña





     La editora y escritora Esther Tusquets (1936-2012) nos dejó, aparte de una docena de novelas, diversos cuentos y algunos ensayos, varios libros autobiográficos a lo largo de sus últimos años de vida. Confesiones de una editora poco mentirosa es uno de ellos. A principios de los años sesenta, siguiendo los pasos de su padre, se hizo cargo de la dirección de la editorial Lumen, con su hermano Óscar al frente del diseño. En este libro nos cuenta cómo dicha editorial, de corte franquista, religioso y moralizante, se convirtió con el tiempo en una de las más prestigiosas del país a base de renovar su fondo editorial y de arriesgar con distintos formatos, diseños, autores y obras. Cuarenta años de esfuerzo que, desde luego, dieron sus frutos.

     La nueva andadura de la editorial comenzó con una colección de narraciones infantiles muy cuidadas cuyos textos fueron encargados a autores consagrados como Ana María Matute, con la que Esther tendría una dilatada e íntima relación a lo largo de los años. Otras colecciones importantes fueron Palabra e Imagen --que combinaba textos e imágenes fotográficas, y en la cual participaron autores como Camilo José Cela y Miguel Delibes-- y Palabra en el tiempo --de la que formaron parte escritores consagrados como Virginia Woolf, Samuel Beckett, James Joyce o Susan Sontag, por aquel entonces desconocida todavía en nuestro país--. Además, publicó una gran colección de poesía y la emblemática Femenino Singular, dedicada en exclusiva a mujeres escritoras.

     En las líneas de esta autobiografía hay espacio para escritores de la talla de Cela y Delibes. Del primero afirma haber tenido una intensa pero breve amistad, que finalizó abruptamente cuando el escritor le echó en cara podar de forma frívola uno de sus relatos. Así, Tusquets escribe sobre el controvertido autor gallego que era un buen escritor, pero detrás de la aparatosa fachada no había un ser que humanamente pudiera interesarme. Según cuenta, vivió experiencias muy gratificantes con él y se divirtió mucho, pero el final de su relación de trabajo y amistad deja entrever, una vez más, el carácter agrio y fuerte del futuro Premio Nobel de Literatura. Muy diferente al caso del genio vallisoletano.

     De Delibes destaca la editora que no compartía con el gallego su pasión por el dinero y alaba que, salvo los dos pequeños textos que editó con ella para su colección Palabra e Imagen, siempre publicara con la misma editorial --Destino-- y no tuviera agente literario, gesto muy hermoso pero carísimo. Para él, según indica Tusquets, la familia y la amistad estaban por encima de todo lo demás, y un apretón de manos significaba más que cualquier documento firmado. Acaba el capítulo que le dedica así: me alegra enormemente saberle tan universalmente querido. Hijos, nietos, parientes, amigos, conocidos, gente que sólo sabe de él por su obra, todos le prodigan cariño, respeto y amor. No creo que nadie pase los últimos años de su vida rodeado de tanto y tan merecido amor.

     Otro ilustre que aparece en las páginas de este libro es el peruano Mario Vargas Llosa. La autora habla de su enfermizo perfeccionismo, responsable de los sucesivos retrasos en la escritura, corrección, reescritura, recorrección y entrega final de su relato Los cachorros para la colección Palabra e Imagen. El cruce de cartas entre autor y editora en relación al tema es digno de ser leído. También la retahíla de excusas, demandas de paciencia y mil y un perdones por parte del escritor peruano, hasta llegar a un increíble el relato me ha decepcionado en esta última lectura. No resulta extraño, pues, que con el tiempo se convirtiera en uno de los grandes genios de la literatura hispanoamericana y mundial, lo que le sirvió también para ser condecorado con el Nobel.

     Tusquets hace referencia a las tres grandes pesadillas del pequeño editor: la censura (excesivamente quisquillosa en pleno franquismo), las traducciones y los autores desesperados por ser publicados al precio que sea. Y nombra a algunos de los más carismáticos editores --Carlos Barral, fundador de Seix Barral, o Jorge Herralde, fundador y director de Anagrama--, agentes literarios --la flamante Carmen Balcells-- y escritores --Terenci y Ana Moix, Carmen Martín Gaite, Gloria Fuertes, Juan Benet, Pablo Neruda o Gustavo Martín Garzo-- de la época. Además, considera dos grandes golpes de suerte que cayeran en sus manos primero, y en su catálogo editorial después, obras tan diferentes pero futuros best-sellers como Mafalda y El nombre de la rosa.

     Ravoni, el agente de Quino, trató de vender los derechos de Mafalda a Carlos Barral en la Feria de Frankfurt, pero a este el cómic no le interesaba lo más mínimo y lo envió a hablar del tema al stand de Lumen. Así, de rebote y de la mano de la editorial de Esther Tusquets, llegó Mafalda a España. Una desconocida chiquita que muy pronto se convirtió en célebre e inmortal. En aquella misma Feria, también de la mano de Barral, y de nuevo por pura casualidad, le llegaría la aclamada El nombre de la rosa, de Umberto Eco. Quino Y Eco se mantuvieron siempre fieles a la pequeña editorial independiente que apostó por ellos desde sus inicios. Y, como no podía ser de otra forma, los éxitos fueron llegando.

     Tras cuarenta años de actividad, en 1996 Tusquets acabó vendiendo su editorial a la multinacional Random House Mondadori. Antes de jubilarse tuvo tiempo de vivir una breve experiencia en el gigante editorial, a base de conocer conceptos hasta entonces desconocidos por ella, como sinergia o argumentos de venta, y de asistir a unas cuantas convenciones bastante pintorescas. Se jubiló y siguió escribiendo hasta poco antes de su muerte (2012). Esta autobiográfica Confesiones de una editora poco mentirosa constituye un documento, o conjunto de documentos, de primera magnitud para conocer el mundo editorial y literario del último tercio del siglo XX. Por ello, su lectura es imprescindible para todos los amantes de la literatura española de la época referida.