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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Achtung Baby (U2): la revolución cumple 20 años


     Tras casi tres años de silencio musical pero de multitud de rumores sobre la posible disolución del grupo o una renovación y cambio de estilo del mismo, en el verano de 1991 se anunció que U2 iba a sacar un disco con un sonido más electrónico y bailable, siguiendo las tendencias del sonido Manchester que recordaban al mejor David Bowie de los 70 y principios de los ochenta. Todo el mundo estaba ansioso por que llegara el 19 de noviembre para poder escuchar ese nuevo trabajo producido por Brian Eno, Daniel Lanois y Steve Lillywhite.

     Sin embargo, no hubo que esperar tanto. Las dudas empezaron a despejarse el 12 de octubre, fecha en que se editó el primer single del esperado disco: "The Fly". La canción, single número en casi todo el mundo nada más salir, no dejó a nadie indiferente. "The Fly", con el fabuloso y endiablado riff guitarrero de The Edge, las bases bailables de bajo y batería de Adam y Larry y la voz en falsete de Bono, fue amada por algunos y odiada por otros. No obstante, acrecentó los deseos de fans y no fans por conocer el nuevo sonido de la banda más grande de los ochenta. "Alex Descends Into Hell For A Bottle Of Milk"/"Korova 1", una frenética remezcla sin voz pero con coros, fue la cara-B del single.

     Sin duda, los irlandeses sabían que habían alcanzado el techo del rock tradicional con "The Joshua Tree" y "Rattle & Hum", así que debían renovarse o morir. Era preciso innovar para no estancarse. Y lo hicieron. Y, de paso, se convirtieron en mercaderes del rock. La presentación de "The Fly" fue una maniobra de márketing fríamente calculada que generó una incertidumbre de tal magnitud que, cuando salió el álbum, la gente llegó a hacer cola en las tiendas de discos (¡qué tiempos aquellos!) para ser los primeros en conseguirlo. Yo mismo fui de los primeros gandienses en tener aquel vinilo en mis manos, aquel 19 de noviembre de 1991, hace ya 20 años, viéndolo desempaquetar delante de mis ojos.

     En efecto, desde la primera escucha quedó claro el cambio de rumbo en el estilo musical de los cuatro irlandeses, que iban a revolucionar el panorama musical, ganando más fans (y más jóvenes) y perdiendo a algunos de sus seguidores de la primera época, muy enfadados por lo que ellos consideraron toda una traición a la tradición rockera de toda la vida. El debate sobre si lo nuevo de U2 era mejor o peor dura hasta la actualidad, pudiendo escuchar y leer opiniones de todo tipo.

     "Mysterious Ways", editado el 25 de noviembre, fue el segundo single del LP. Bono ya se había convertido en un personaje que muchos criticaron, considerándolo una caricatura de sí mismo, un payaso. Era The Fly. Y escondía sus ojos tras unas grandes y estrafalarias gafas negras. La imagen del grupo cambió por completo. Y The Edge se erigió en el alma del grupo, dominando a la perfección una guitarra sin la cual el nuevo sonido de U2 habría sido imposible de conseguir. Un remix del tema, de los aclamados Apollo 440, fue la cara-B del sencillo.

     "One", el tercer single del disco, editado en marzo de 1992, se ha convertido con el tiempo en uno de los iconos de los irlandeses. Sin duda, una de sus canciones más conocidas y amadas, incluso por la legión de detractores del nuevo sonido de la carismática banda. Desde entonces, suena en cada uno de los tramos finales de todos los conciertos de U2, siendo uno de los momentos más emotivos por su sobriedad y serenidad desesperada. Quizás ese sea el secreto de este tema, la serenidad desesperada de un personaje que se esfuerza por destruir a todo aquel que intente acercarse a él para echarle una mano. Desde luego, para nada es una canción de amor aunque la gente crea lo contrario y la utilice incluso para celebraciones y bodas. "Lady With The Spinning Head" y la versión del "Satellite Of Love" de Lou Reed completaron la mejor cara-B del mejor single del "Achtung Baby".

     "Even Better Than The Real Thing", editado en junio de 1992, se convirtió en uno de los temas centrales de la gira "Zoo TV Tour", sin duda, una de las más espectaculares y millonarias de la historia del rock and roll. Las pantallas gigantes, los grandes montajes escenográficos, los famosos coches colgantes y la mejor acústica de la historia de las giras de U2 provocaron el deleite de quienes tuvieron la gran fortuna de poderles ver en directo en 1992 y 1993. La cara-B del sencillo, "Salomé", habla de la calidad del nuevo trabajo de la banda. Un disco de 12 temas en el que no tuvo cabida esta auténtica joya del rock alternativo electrónico.  

     "Who´s Gonna Ride Your Wild Horses" fue el quinto y último sencillo extraido del LP. Se editó en agosto de 1992, cuando el Zoo TV Tour ya era la gira más triunfal y exitosa de la historia del rock. El tema fue un guiño a los Rolling Stones. Las eléctricas y más guitarreras versiones de "Paint It Black" y "Fortunate Song", de los Rolling, fueron en la cara-B del single.

     Singles al margen, el comienzo del disco, con "Zoo Station", es realmente antológico y desgarrador. El sonido metálico que sale de la guitarra de The Edge y la voz distorsionada de Bono van punzando nuestros oídos a lo largo de la canción, introduciéndonos en una vorágine de la que por nada del mundo tenemos la menor intención de escapar. Sin duda, este tema supone una gran introducción para un disco que pretende ser revolucionario.

     "Until The End Of The World" es uno de los temas más interesantes del disco, lo cual queda despejado al ver cómo ha sido una pieza más o menos fija en las subsiguientes giras de la banda. Una gran canción de rock and roll en el pleno sentido de la palabra. Canción central de la película del cineasta Wim Wenders, del mismo título, nos deja con ganas de más. Es una de esas canciones que uno quisiera que duraran tres veces más.

     El cierre del álbum, con "Love Is Blindness" es, en mi opinión, el más agrio de la historia de U2. No sé si lo hicieron a propósito (conociéndolos, seguramente sí) pero lo cierto es que deja un sabor de boca áspero y muy amargo. Tanto que sientes ganas de sacarlo del reproductor y lanzarlo por la ventana. Sin embargo, es más fácil e idóneo darle al play para volver a la magnífica "Zoo Station". Eso es, al menos, lo que suelo hacer yo...

     En definitiva, "Achtung Baby" es un disco que puede gustar más o menos. Pero lo que es indiscutible es que cambió el panorama musical de principios de los noventa y sugirió a multitud de grupos de la época un camino a seguir. Las caras-B de los singles fueron colosales, quizás de las más cuidadas del grupo en toda su historia, con la única excepción de las magníficas composiciones realizadas en "The Joshua Tree". Aunque detractores no le faltaron, la revolución estaba servida... Quién sabe, igual el temor a ese cambio tan radical es el que provocó tantas críticas entre los fans más tradicionales...