David Arrabal Carrión, un catalán de origen andaluz residente en Andorra desde hace una década, es una de esas sorpresas que de vez en cuando uno se lleva en el mundo literario. Y digo esto porque su primera novela, la cual os presento aquí, ha logrado mantenerme en vilo hasta el final. Y eso, escrito por alguien como yo, a quien la novela fantástica no le atrae nada, ya es mucho. Os preguntaréis entonces cómo decidí leer "El final de todos los inviernos". Pues muy fácil: David es compañero de editorial, un chico cercano y atento, organizó el stand de (In) Dependientes de ti en Sant Jordi y nos intercambiamos nuestros libros.
Estamos ante una novela muy bien documentada, estructurada y narrada que plantea un desafío ideológico de primer orden. En ella, Dios y Lucifer intercambian sus papeles. Lucifer no es que sea bueno, no, pero Dios aparece como un tirano que engaña y utiliza a su antojo a los ángeles para imponer su Ley tanto en el Cielo como en la Tierra. En definitiva, David ha creado una trama muy atractiva.
Araziel, el protagonista, es un ángel de la guarda que comete el mayor pecado posible: enamorarse de Batshemesh, la chica a la cual debe proteger. Por ello, ambos son castigados por Dios. Él se convierte en un ángel caído que debe vagar por el Infierno. Ella será sometida a continuas reencarnaciones hasta el fin de los tiempos, con la particularidad de que en cada una de sus vidas ha de ser más y más desgraciada.
Encontramos en el desarrollo de la trama dos historias paralelas: la de Araziel, que decide escapar del Infierno para buscar a su amada y quedarse con ella para siempre, y la de Irene, la chica en quien a día de hoy está reencarnada Batshemesh. Sin embargo, llegar hasta ella no será nada sencillo. Uriel, uno de los cuatro arcángeles, es su nuevo ángel, un ángel terrible que cumple el Mandato Divino de hacer de ella una auténtica desgraciada.
Los que un día fueron hermanos de Araziel pretenden ahora devolverlo al Abismo, mientras que su antiguo enemigo, Lucifer, quien liberó a los Hombres y fue también cruelmente castigado por ello, se convertirá en una pieza clave en sus planes. Ángeles, demonios y humanos conviven en el Universo creado como escenario de la novela.
"El final de todos los inviernos" es un libro de ficción fantástica y romántica que nos presenta una serie de interrogantes que golpean nuestros sentidos. ¿Existen los ángeles? ¿Puede existir amor entre ángeles y humanos? ¿Puede un amor tan fuerte hacer frente a los designios del Todopoderoso? ¿Es el camino de Dios el correcto?
La historia de David Arrabal es un relato de Amor con mayúsculas, un alegato de la superación personal, de afrontar nuestros miedos, de esforzarnos para alcanzar nuestros sueños, de no rendirse jamás aunque todo pinte negro, muy negro. Y también una invitación a dudar hasta de nuestras propias sombras.
En resumen, Arrabal nos presenta una novela que revisa crudamente la mitología cristiana sobre ángeles y demonios y nos presenta de forma original la relación de amor-odio existente entre los hombres y Dios. Que yo afirme que se me ha hecho corta debe ser tomado como una realidad (son sólo 180 páginas) pero también como un halago. En numerosas ocasiones ese número de páginas se puede convertir en un auténtico suplicio. No ha sido este el caso...