Un año da para mucho. Tanto para leer como para escribir. En el presente artículo pretendo recordar lo mejor del 2012. Siempre desde el punto de vista literario. Analizaré lo que he leído y también lo que he escrito.
Porque 2012 será un año que siempre recordaré con cariño pese a la situación político-económica. Ha sido el año de la publicación de mis dos primeras novelas, nacidas, precisamente, de esa coyuntura tan desagradable que vive el país. Comencé estos 365 días presentando en sociedad "El Círculo de las Bondades" , la historia novelada de Irena Sendler, aquella luchadora y bondadosa trabajadora social polaca que ayudó a salvar a más de dos mil quinientos niños judíos del gueto de Varsovia durante la ocupación nazi en plena Segunda Guerra Mundial.
Gracias a esta primera incursión en el mundillo literario recorrí distintas ciudades, tratando de hacerme un hueco en él, algo que también os conté de forma pormenorizada. Y, así, llegué incluso a la Feria del Libro de Madrid , donde pude conocer a algunos de los grandes escritores de este país: Juan Gómez-Jurado, Paco Gómez Escribano, Jorge Díaz, Víctor Fernández Correas y Eloi Moreno. Fue allí donde pude también volver a ver a amigos y amigas que residen en la capital y a los cuales hacía ya demasiado tiempo que no veía. Una experiencia, sin duda, imposible de olvidar.
Ir a la gran Feria del libro estatal me puso las pilas de tal manera que, nada más regresar a casa, me puse a escribir una nueva novela, tal y como también os informé. El título de la misma, en un principio, iba a ser "Medianoche en el número 10". Sin embargo, como ya sabéis, acabé cambiándolo por "Almas Suspendidas". La presenté hace una semana escasa en un acto que me pareció muy íntimo y personal, apoyándome en la música de que de ella forma parte, de la cual también os he escrito en este blog. De esta manera, acabo el año igual que como lo comencé: con un libro en la mano.
Al igual que ocurrió con "El Círculo de las Bondades", "Almas Suspendidas" me llevará a distintos lugares a lo largo del 2013. Aspecto éste que me permitirá volver a ver en persona a gente que de otra manera no podría haber conocido jamás, algo que ya de por sí me enorgullece y hace pensar que ha valido la pena "meterme" en el mundo literario. Evidentemente, vender libros es algo muy complicado en nuestro país, sobre todo por tres motivos: el número de lectores habituales, digan lo que digan, no es demasiado elevado; la competencia es durísima ya que el nivel de los escritores españoles (y de lengua castellana) es muy alto; la crisis económica no permite demasiadas alegrías a nuestros maltrechos bolsillos.
Un escritor no puede pretender ser medianamente bueno sin leer, y mucho. 2012 es el segundo año de mi vida en que más libros he leído (2011 será muy difícil de superar, aunque lo voy a intentar en 2013 ya que soy plenamente consciente de que todo escritor necesita y debe mejorar en cada una de sus novelas). Y, curiosamente, todo lo leído en estos dos últimos años ha sido novela escrita por colegas españoles o hispano-americanos, es decir, en lengua castellana. Ya sabéis que sólo reseño las novelas que me gustan - Dios me libre de criticar públicamente un libro, especialmente si no es un best-seller - o que me aportan algo positivo en determinados campos.
De todo lo leído en este 2012 os dejo mis cinco libros preferidos (ojo: esto no quiere decir que todos ellos hayan sido publicados este año):
Como podéis observar, leo tanto en papel como en ebook. Y es que otro de los aspectos por los que pasará a la historia este 2012 que ya nos abandona es la revolución del mercado literario digital, liderado por Amazon a través de sus famosos lectores Kindle. Sobre ello sólo puedo deciros una cosa: no entiendo de polémicas. Lo importante es que la gente lea. El formato es lo de menos. Elegir papel o ebook depende de cada uno, lo cual nos da todavía más libertad y, lo mejor de todo, hace más accesible la cultura. Feliz fin de año y que el 2013 se porte lo mejor posible con todos nosotros: escritores y lectores.