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lunes, 14 de octubre de 2013

La voz dormida. Dulce Chacón. Alfaguara. 2002. Reseña





     Un año antes de fallecer, a la temprana edad de 49 años, la extremeña Dulce Chacón escribió su novela más reconocida, por la cual recibió el premio Libro del Año, concedido por el Gremio de Libreros de Madrid en 2003. "La voz dormida" fue el resultado de cuatro años de reunir documentación, entrevistarse con personajes reales de todo el país y escribir una historia sobre la dura represión a la que fueron sometidas multitud de mujeres españolas durante los infames tiempos de la posguerra española.
 
     Estamos ante una novela histórica documentada con una precisión milimétrica, lo cual, narrativa y estilo aparte, la convierte en un documento de gran interés desde el punto de vista histórico. La prisión de Ventas y una pequeña pensión de la calle Atocha, junto a diversos escenarios extremeños, constituyen el ambiente en el que toman forma las diferentes historias individuales que componen la novela.
 
     La narración abarca, cronológicamente hablando, el período comprendido entre 1939 y 1963. Un narrador omnisciente palpitante y pasional, en ocasiones hasta desesperado, narra el innecesario sufrimiento de las mujeres republicanas en las cárceles franquistas. Un grupo de mujeres, con Hortensia, Reme, Tomasa y Elvira a la cabeza, enarbola la bandera de la libertad como única arma ante la humillación, la tortura y la muerte. Su dignidad y su coraje emocionarán en ocasiones - y exasperarán, en otras - a los lectores, quienes buscarán en el texto más información sobre las protagonistas: cómo llegaron a la prisión, por qué, cómo viven el día a día en su estado de privación de libertad y, sobre todo, cómo acabarán.
    
     Chacón divide la historia en tres partes. En la primera, que consta de treinta y cinco capítulos, se recrea en los personajes, a los cuales caracteriza con gran detallismo, sobre todo psicológico, y en los espacios o ambientes. El tiempo transcurrido en estas primeras páginas es muy breve, a diferencia de lo que ocurrirá en las siguientes. En mi opinión, es la parte más complicada de leer. En ocasiones cuesta reconocer a cada mujer en la narración, lo cual puede llegar a agobiar o cansar al lector.
 
     La segunda parte es la más breve, pues tan sólo se compone de dieciocho capítulos. La figura de Hortensia cobra el mayor protagonismo. Conocemos su sentencia, y también que vivirá sólo hasta que su hija nazca. Su fusilamiento marca el final de esta parte y el punto de inflexión en el resto de personajes, cuya suerte será bien dispar.
 
     La tercera parte - y definitiva - consta de treinta y dos capítulos. Son las páginas de mayor interés de la novela ya que el tiempo se acelera más si cabe (ya en la parte central ha tomado una mayor velocidad) y viviremos hasta dieciocho años de la vida de Pepita y Jaime, recluido en Burgos durante un período de dieciseis años.
 
     Personalmente, el personaje con el que más he conectado ha sido Pepita. Emigrante cordobesa, se instala en la pensión de la calle Atocha para estar cerca de su hermana Hortensia, presa en Ventas. Su historia de amor con "El chaqueta negra" y su relación con su sobrina-hija constituyen el punto central de la trama, sin desdeñar la relación entre la propia Hortensia y Felipe.
 
     En 2011 la historia fue llevada al cine por Benito Zambrano como director y María León, Marc Clotet e Inma Cuesta como principales intérpretes. Como la novela, trata una historia en la que se mezclan elementos tan importantes e interesantes como el amor, la libertad, la dignidad y la represión franquista. Una historia que la propia Dulce Chacón no dudó en dedicar "a quienes se vieron obligados a guardar silencio".