Las novelas de aventuras parecen ser cosa del pasado, de unas épocas ya bastante anheladas y lejanas. Sin embargo, estamos ante el que puede ser el renacimiento de un género tan amado como casi-olvidado por los escritores actuales. Pienso que la clave de esta situación es lo costoso que resulta escribir sobre este tipo de literatura. Hace falta una extensa documentación sobre los personajes, el contexto histórico, social y económico de la época en cuestión y, lo peor de todo, dar vida no a los personajes sino a las propias ciudades escenarios de las historias.
Pues bien, en este libro recientemente publicado por Planeta, Juan Gómez-Jurado nos deleita con una serie de personajes y ambientes que cumplen a la perfección con los cánones del género de aventuras. La Sevilla del siglo XVI renace ante nuestros ojos mientras leemos esta maravillosa novela. Cada barriada, cada calle, cada casa de la ciudad más importante del mundo hace cinco siglos aparecen ante nosotros de una manera tan formidable que hasta nos parece oler, tocar y ver todo lo que allí ocurrió.
"La leyenda del ladrón" cuenta con todas y cada una de las temáticas propias de este género: amor, odio, pasión, venganza, bondad y maldad. Todo ello a través de malvados nobles y comerciantes, pobres mendigos y prostitutas y, por supuesto, consumados espadachines e inteligentes ladrones. No obstante, el centro de la trama supone una enorme historia de superación personal de un joven de gran bondad y valentía que deberá superar una serie de desgracias a lo largo de su vida. Sancho de Écija, lejos de abandonarse ante las dificultades y convertirse en un personaje tipo "carne de cañón", luchará contra todos los elementos para sobrevivir en tiempos de Felipe II: de gran crueldad y corrupción, en los cuales la vestimenta marcaba la condición social de cualquier persona.
La realidad de la época y la ficción creada por el autor se funden para crear una historia que cuesta mucho dejar de leer. Los protagonistas te toman del brazo cuando tratas de cerrar el libro. Y te resulta imposible abandonarlo sin saber qué va a ocurrir a continuación. Mi experiencia me dice que cuando terminas una novela y lo primero que piensas es "¿y ahora qué hago?" es que es un gran libro. Y este es un claro ejemplo.
Todos los protagonistas están tan bien descritos y caracterizados por Juan que te parece estar viéndolos con tus propios ojos: desde el enano Bartolo hasta el esclavo Josué, desde el herrero Dreyer hasta el comerciante Vargas. Por no hablar del espadachín De Groot o el ciego Zacarías. Cada uno de ellos nos dejan bien claro cómo era la sociedad sevillana de fines del siglo XVI. Sin embargo, los grandes protagonistas son Sancho y Clara, una esclava que también será un ejemplo de lucha y superación de la mano del viejo médico Monardes.
Una de las conclusiones que se puede extraer de esta aventura épica es que la suerte influye mucho en la vida de una persona. Pero también que si la buscas tienes muchas más posibilidades de poder encontrarla. Si queréis saber cómo un auténtico "don nadie" puede cambiar no sólo su vida sino la de la ciudad más importante del mundo, debéis leer "La leyenda del ladrón". Y también si queréis aprender sobre cómo era la vida de las personas hace quinientos años. Incluso, podéis descubrir que el paso de loa siglos puede cambiar terriblemente algunas cosas mientras otras siguen exactamente igual. Que "los malos" de esta historia sean un banquero y un comerciante creo que explica bastante bien este último punto.
En esta magnífica historia encontraréis tanto los mismísimos orígenes de la literatura moderna (¡Cervantes y Shakespeare se encuentran en la Sevilla del XVI!) como lo que para su autor es la composición de la materia de los sueños: oro, tinta y esperanza. En efecto, cada uno de los protagonistas persigue, a su manera, algún sueño. Y las ayudas mutuas serán necesarias para tratar de alcanzarlos.
Cuatro años, doscientos libros leídos como documentación y casi setecientas páginas son el trabajo que hay detrás de una novela, la cuarta del escritor madrileño afincado en Santiago de Compostela, que debe pasar a la historia de la literatura española por méritos propios. Estoy seguro de que dentro de unos años esta novela figurará en las listas de libros clásicos de nuestra gran historia literaria. Y lo mismo ocurrirá con Sancho de Écija, su protagonista, personaje que se codeará con Alatriste, el Lazarillo, la Celestina o el mismísimo Don Quijote.
La lectura de este libro debe ser obligatoria para todos los amantes de la novela histórica, de la de aventuras y de las epopeyas. Por si todavía no lo tenéis claro: aquí os dejo el book-trailer de la novela.