El cambio político en España se hace más visible tras el 24M. Si bien es cierto que el PP (27%) ha aventajado en casi dos puntos a la segunda fuerza política nacional, el PSOE (25%), ambos partidos, en especial el primero, han retrocedido en prácticamente todo el territorio nacional. Hecho que deja patente que la ciudadanía se ha cansado del bipartidismo y ha optado por iniciativas que propicien un cambio bastante radical en la política española del presente y del futuro. Las agrupaciones izquierdistas han sido las grandes triunfadoras de estas elecciones.
Sin duda, las grandes vencedoras de los comicios celebrados ayer han sido dos mujeres de reconocido valor activista en demanda de derechos sociales: Ada Colau y Manuela Carmena. Ambas accederán a las alcaldías de Barcelona y Madrid tras derrocar al CiU de Trias y al PP de Aguirre respectivamente. La líder del movimiento anti-desahucio y de Barcelona en comú ha obtenido un triunfo histórico y será la primera alcaldesa de la historia de la ciudad condal (previo pacto con algunas de las demás fuerzas de izquierdas representadas). En total, 176 mil barceloneses (el 25% de los votantes, ni más ni menos) han apostado por ella. Sus 11 concejales le permitirán arrebatar a Trías una alcaldía que parecía imposible de alcanzar hasta hace muy poco. Tanto el PP como el PSOE han perdido a la mitad de sus votantes en tan solo cuatro años.
La jueza Manuela Carmena también será alcaldesa de Madrid, dejando a Esperanza Aguirre - que ha perdido 200 mil votos respecto a los resultados obtenidos hace tan solo cuatro años - en la oposición. Ahora Madrid ha conseguido el apoyo de 517 mil madrileños, lo que supone una representación de 20 concejales. Los 9 del PSOE de Carmona le aseguran la alcaldía ante los 21 del PP y los 7 de Ciudadanos. Huelga decir que el varapalo para Aguirre es de los que hacen época. Algo generalizado en el conjunto del territorio español.
Y es que el PP ha perdido todas las mayorías absolutas conseguidas cuatro años atrás y tan solo podrá gobernar en cuatro comunidades autónomas: La Rioja, Murcia, Castilla León y Madrid. Todo ello, con el permiso de Ciudadanos, partido clave en las cuatro autonomías. Especialmente grave es el caso de la comunidad madrileña, donde el PP de Cifuentes ha perdido hasta 24 escaños, pasando de 72 a tan solo 48. Los 37 del PSOE de Gabilondo - apuesta y fracaso personal, por cierto, de la cúpula directiva de Ferraz - y los 27 de Podemos obligan a Cifuentes a pactar con Ciudadanos (17) para alcanzar la mayoría absoluta por los pelos.
Sin duda, el gran batacazo de la jornada electoral se vivió en Valencia. En la Generalitat, Fabra será desalojado de la presidencia tras perder la mitad de su apoyo de 2011 (¡de 1.211.000 a 645.000 votos!). Los 32 escaños obtenidos por el PP (por los 55 de hace cuatro años) le dejan sin opción de revalidar su poder. El PSOE de Ximo Puig, que también retrocede desde los 33 hasta los 23 escaños (casi 200 mil votos), gobernará junto a Compromís, que, de la mano de la otra gran mujer triunfadora de la noche, Mónica Oltra - ¿por qué no la futura presidenta de los valencianos? -, triplica sus votos y sus concejales respecto a 2011, y a Podemos, que ha conseguido 13 escaños (como Ciudadanos). Por si fuera poco, Rita Barberá tampoco repetirá como alcaldesa, pues también ha perdido a la mitad de sus votantes y deberá ceder su trono a Joan Ribó, líder de Compromís, quien deberá pactar con el PSOE y Podemos para hacer frente a una posible unión PP-Ciudadanos.
La debacle del PP se hace patente también en la tierra de la secretaria general del partido, Cospedal. En Castilla La Mancha, los populares han cedido 11 puntos y 9 escaños. Los 16 obtenidos otorgarían el poder a una alianza PSOE-Podemos (14 y 3 respectivamente). Y eso que el PSOE también ha retrocedido allí 7 puntos y 10 escaños. Idénticos casos se dan en Aragón y Baleares. En Cantabria sería el PRC de Revilla el mejor situado para gobernar esta próxima legislatura.
¿Qué conclusiones se pueden extraer de todo lo anterior? Básicamente, cinco. A saber:
1- El PP debe reflexionar y, sobre todo, reaccionar ante estos resultados. Este batacazo puede ser la antesala del fin de su poder en las generales de noviembre. Rajoy no va a dimitir y tampoco adelantará las elecciones. Necesita tiempo - y también un milagro - para evitar el hundimiento total en las generales.
2- El PSOE tampoco debe dormirse en los laureles. Si su visión es que el 24M ha supuesto un gran triunfo se equivocará totalmente. También ha sufrido una gran regresión. Y solo se salva por el tremendo varapalo recibido por el PP. Ojo a las posibles tensiones internas desde Andalucía...
3- Podemos y Ciudadanos están en claro auge. Ciudadanos ha sido el tercer partido más votado en el 24M y tiene la llave en varias autonomías y en múltiples ayuntamientos. Pero no ha obtenido unos resultados espectaculares ni mucho menos. Podemos ha demostrado que la decisión de no presentarse en lugares donde no pudiera asegurar candidaturas dignas fue todo un acierto. Su unión con plataformas como Barcelona en comú, Ahora Madrid o Valencia en comú le puede volver a situar en una situación óptima para salir a por todas en noviembre.
4- Izquierda Unida y UPyD corren serio riesgo de desaparición, especialmente la formación dirigida por Rosa Díez, quien ya aseguró anoche que no se presentará a la reelección como secretaria general de la formación. Alberto Garzón tiene mucho trabajo. Pero su gran valía creo que puede reflotar a una IU acostumbrada ya a situaciones límite.
5- La ciudadanía española no termina de darse cuenta del importante momento que vive el país. A poco que esa tercera parte de españoles que decidió no votar ayer sí lo hiciera en noviembre el cambio ahora vislumbrado se haría mucho más patente. El país lo necesita, especialmente en un momento en que ese ansiado giro parece mucho más cercano. Todos debemos empujar con la máxima fuerza. ¡Es nuestra responsabilidad!