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lunes, 14 de febrero de 2011

Los Goya 2011. Indignación, censura y Twitter!

     Acaba de finalizar la gala de los Goya y he de confesar que recorren mi cerebro pensamientos y sentimientos muy contradictorios. La noche ha dado mucho de sí y a buen seguro se darán de ella multitud de lecturas en las próximas horas. La mía es, simplemente, una de tantas.

     En primer lugar, siento vergüenza ajena por la censura que ha realizado la televisión pública de este país, la que pagamos todos los españoles a precio de oro. Las imágenes llegaban a nuestros televisores con cinco minutos de retraso para asegurarse bien de que nada no debido fuera visto por los millones de plebeyos que estábamos en nuestros hogares.

     Pero, con todo, esto no ha sido lo peor. Y es que ha habido otros dos momentos que me han crispado sobremanera. Respecto a la manifestación-protesta convocada por el grupo Anonymous han comentado que eran unas doscientas personas. Las imágenes llegadas casi en directo vía Twitter demuestran claramente que eran entre mil y mil quinientas personas las que se agolpaban para esperar la llegada de la ministra Sinde.

     Cuando éste hecho se ha producido TVE ha dado paso a los deportes, en lo que, a mi entender, es un acto repugnable que recuerda al vivido en la final de la Copa del Rey de fútbol entre el Barça y el Athletic de Bilbao hace un par de años (cuando se abucheó al Rey mientras sonaba el himno nacional y TVE quitó el sonido ambiente...). Los españoles no hemos podido vivir en directo el memorable recibimiento que los manifestantes han dedicado a Sinde. Gracias de nuevo a Twitter, hemos podido burlar, una vez más, la censura del ente público. Como si no hubiera pasado nada, justo tras la información deportiva, se ha entrevistado a la ministra "en directo". Más tarde nos hemos enterado, además, de que organización y seguridad no han permitido salir al resto de medios a grabar a los manifestantes. Solo TVE ha tenido ese privilegio (que evidentemente ha vuelto a censurar).  

     El mejor momento de la noche, sin duda, ha sido el discurso de Alex de la Iglesia. Aunque ha estado más comedido de lo que yo hubiera querido he de reconocer que ha hecho un grandísimo discurso, atacando la ley Sinde por apartarse del pueblo. Lo más destacado del mensaje de De la Iglesia han sido las afirmaciones acerca del respeto que la gente del cine ha de tener hacia el público, que son los ciudadanos que les permiten hacer cine y tener el privilegio de poder trabajar en lo que a ellos les gusta. De los seis minutos de este discurso me quedo con la idea de que internet ha creado un nuevo modelo de mercado que ha de ser integrador y que éste, lejos de condenar al cine, acabará siendo su salvador siempre y cuando se respete al público, sin el cual no hay películas ni negocio del cine.

     En pocos minutos multitud de enlaces dirigían a los usuarios de internet a Youtube para poder ver y escuchar de nuevo el discurso. TVE ha quitado el vídeo rápidamente. Algo que, visto lo visto, ya no nos ha de extrañar. Y es que las caras de las ministras Pajín y Sinde eran todo un poema, mezcla de estupor y de miedo. 

     Otro hecho que me ha indignado ha sido las escasísimas referencias a la ley Sinde por parte de la gente del cine. Assumpta Serna ha mostrado en la alfombra roja un mensaje que decía "Viva Wikileaks". Imanol Arias ha realizado el gesto de la victoria "V" a los manifestantes. Buenafuente ha comenzado la gala atacando las nuevas medidas legislativas acerca de internet. Y ya está. Poco o nada más. La gente del cine olvida muy pronto. Todos recordamos aquella memorable gala del "No a la guerra" en contra de la actitud, injusta e inquisitorial, del gobierno de Aznar. Sinceramente, esperaba mucho más de parte de este colectivo en referencia a los últimos acontecimientos. Supongo que esperaba más porque soy un poco ignorante e ingenuo. Porque todos conocemos ese refrán que reza: "no muerdas la mano del que te da de comer".

     Tras el discurso de De la Iglesia la gala ya no ha tenido prácticamente interés ya que, como ha dicho él mismo en su discurso, quién gane la estatuilla es lo de menos porque lo que realmente debe importarles es el hecho de poder hacer aquello que les gusta, cine.

     En definitiva, que mientras la ministra Sinde y TVE tratan de censurar la red y las opiniones diferentes, Twitter vuelve a recordarnos que la democracia y la libertad de expresión están a un solo click. Por todo ello, para mí, el Goya es...para Twitter!